One shots de Menudo.

Ricky Meléndez

—¡Apúrense, maldita sea! —Bufó en voz baja Patch, quién está molesta de ver que la gente no avanza y eso que ni siquiera ha dado luces verdes el concierto, está segura de que esto será un caos. La chica de lentes miró un poco avergonzada a su acompañante—. Perdón, la costumbre.

—No tienes que disculparte conmigo, ya sé como eres —Comentó Aurora. Ellas dos se conocieron en el trabajo, empezaron como simples desconocidas y ahora hasta hacen pijamadas en la casa de otra, las chicas comparten un gusto en común, les gusta Menudo a una más que a la otra, sin embargo la pelinegra con lentes no dudo en invitar a su amiga, teme que este sea uno de los últimos conciertos que de Ricky Meléndez en México y según algunos rumores, este será una de las mejores presentaciones de todas.

En todo el espectáculo ella no dejó de pensar en él, ese chico de rulos con ojos verdes a pesar de que no lo verá tan cerca como le hubiera gustado. Ahorró lo suficiente según para estar lo más abajo posible pero tuvo percances que le hicieron comprar un boleto en la parte media baja del estadio, los tiene enfrente, eso es algo.

Cada canción la disfrutó como si fuera la primera vez que los escuchaba. Menudo le ha cambiado la vida para bien, incluso en algunas canciones se puso a bailar las coreografías, cuando los chicos cantaron la emblemática "Claridad" no pudo evitar ponerse a bailar porque vamos ¿Quién diablos no se sabe esa coreografía?

El concierto fue icónico, comenzó con una fuerza indescriptible. Sin duda será uno de los más recordados por las dos, cantando al unísono el cielito lindo será un recuerdo imborrable. Lo único difícil fue el caos que se desató a la salida, las fans están hecha una locura, hablamos de que se llenó el Estadio Azteca en su totalidad y dejando a gente afuera.

—Estoy harta, hay muchísima gente —Se quejó Aurora, Patch le dio la razón. Así que la tomó de la mano y se adentraron al estadio en busca de una salida más fácil sin tanta gente, todo iba de maravilla pues en la parte de atrás se habían desocupado más rápido las salidas de emergencia, así que optaron por tomar ese camino. Pero detrás de ellas escucharon unas voces, voltearon y vieron a un grupo de chicos correr.

—¡A un lado! —Gritó uno de ellos. La pelinegra se hizo a un lado pero la chica de lentes no captó la situación. Por lo que uno de los chicos trató de detenerse, pero no salió como esperaba y terminó llevándosela, agarrándola de la cintura sin soltarla para que él amortiguara su caída, aun así los dos terminaron en el suelo.

—Oye wey ¿Qué te pasa? —Se quejó molesta, levantándose del suelo y limpiándose el polvo. Aun no ha visto al chico, pero ella definitivamente está molesta, no le gusta que la traten así. Él de inmediato se acercó para ayudarla.

—En verdad lo siento, sólo aprovechamos que ya está semi vacío el estadio —Se acercó a ella con la intención de disculparse—. Soy Ricky ¿Cuál es tu nombre?

Al oír eso, sólo se quedó rebobinando sus palabras ¿Escuchó bien? ¿Ricky? Cuando alzó la cara y lo vio más de cerca, se quedó helada totalmente, aquel chico de ojos bonitos está cerca de ella, fue tacleada por el amor de su vida, no lo puede creer.

—Yo... ¡Soy Patch! —Soltó de repente—. Aunque tumbar personas no es como yo iniciaría una conversación.

—Trata de comprenderme, el estadio vacío y sin fans, quien no querría divertirse un rato —Él respondió a eso último, sin embargo, no dudó en tenderle la mano para saludarse adecuadamente, sonrió cuando ambos entrelazaron sus manos.

—Si te hace sentir mejor, puedes tirarlo en este momento —Añadió un chico de cabello rizado junto a él, su mejor amigo Johnny—. Es un debilucho de lo peor.

—Significa qué ¿Si le soplo se va a caer? —Bromeó ella quien sin pensarlo le dio un golpecito en el hombro—. Podría hacerlo, pero paso, no soy tan mala.