One shots de Menudo.

Charlie Massó

Este escrito era parte de una historia más grande. Sin embargó nunca se concretó la idea principal,  así que disfruten este cachito.

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Salí de trabajar con el corazón quebrado, nuevamente Charlie y yo peleamos. Entonces comprendí que nuestra relación ya no se sostiene como antes, entré a mi camioneta dónde me quedé ahí sin decir nada a solas con mi silencio ¿Así es cómo terminan las cosas? ¿Simplemente peleamos y después cada quién se aleja a su ritmo? De alguna manera debí darme cuenta de ello, las últimas veces que nos encontrábamos yo sentía que algo me hacía falta, cómo si ya no estuviera enamorada de él.

Tomé un enorme respiro, encendí el motor y manejé de vuelta a casa, con la mente ocupada en el tráfico de hoy, no tengo idea de cuánto duró el trayecto, cuando me di cuenta ya me había estacionado. Salí rápidamente, está haciendo un poco de frío, me adentré al edificio para llegar a casa sin nada más que decir.

Al entrar creí por un segundo tener la suerte de encontrar la casa vacía para llorar a gusto, pero me topé con mi tía quien me notó extraña en cuánto me vio.

—Hija, volviste ¿Todo está bien? —Preguntó. Al inicio no hablé, pero después ella prosiguió —. Por cierto, tú hermana no está en casa, salió con unos amigos.

Ya me lo imaginaba.

—Sí tía, todo bien —Sonreí—. Iré a dormir un rato, tuve un día pesado.

Me di la vuelta hacía mi habitación, cerré la puerta con seguro y me quedé ahí parada sin saber a dónde ir o qué hacer. Hay mucho dentro de mí, tengo tantas ganas de tomar algo en mis manos para arrojarlo lo más lejos posible, también quisiera llorar pero si hago eso me acordaré de los momentos bonitos que construimos en el pasado, sentiré de repente que todo es mi culpa, qué yo estoy destruyendo esto.

Lo mejor que se me ocurrió hacer fue revisar una caja dónde guardo mis mejores momentos, tengo una libreta de cuándo era adolescente, algunas fotos y un par de recortes de mis artistas favoritos, eso me puede ayudar, creo.

Al ver esa libreta recordé que escribí un par de cosas divertidas ahí, así que fue la primera que leí. Sólo que no me imaginé que habría recuerdos de la primera vez que lo conocí y qué también había estado guardando unas cartas, asumí que se habían traspapelado, pero no, ahí están.

Me armé de valor para leer un poco, no recuerdo mucho lo que escribí.

Sábado de 1985

Regresé de la convivencia ¡Santo dios! Tengo que escribir esto a la de ya, para qué jamás lo olvide. En fin, todo súper normal, pero en una de esas empezó a dolerme la cabeza, me alejé un poco pensando qué se me pasaría, pero un chico lo notó y me siguió.

Dios, volteé y lo vi. Charlie Massó frente a mí, el dolor se desapareció tan pronto me encontré con sus ojos negros, mi reacción pareció darle gracia pues se empezó a reír, fue algo así:
—Tranquila, no te voy a morder —Yo me relajé sin demostrar mi nerviosismo—. Te noté un poco rara, así que, vine a ver cómo estás ¿Todo bien?

—Sí, sólo me duele la cabeza pero ya se me pasó, nada grave.

Después de eso hablamos un buen rato, me cayó tan bien. Deja tu eso, lo mejor de todo fue cuando él me pidió mi dirección para que nos escribiéramos cartas, algo así como ser amigos a distancia, casi me desmayo ahí mismo ¡EL AMOR DE MI VIDA QUIERE QUÉ SEAMOS AMIGOS! Mis deseos se han cumplido".

Querida yo del pasado, creo que te adelantaste. Dudo que él sea esa clase de amor o tal vez si lo fue pero ya se acabó, recuerdo cuando nos veíamos y siempre me sentí a gusto con él, pero esta última vez fue cómo si no lo conociera, tan ajeno a mí ¿En qué momento pasó? Me da tirria el hecho de no haberme dado cuenta.