Pasaron un par de días después de que Irene y Jackson se encontraran en la azotea de ese edificio, días en los que ambos siguieron con sus rutinas diarias, como dar clases, acudir al estudio y a reuniones de trabajo. Aunque en ocasiones los dos recordaban ese breve momento en la azotea, solo imaginando lo que habría sucedido de haber estado más tiempo en el lugar.
A pesar de que Jackson tenía en mente regresar al edifico para agradecerle y poderle invitar un café a Irene, no contaba con el tiempo suficiente para hacerlo y pensaba que ella también estaría muy ocupada como para poder aceptar esa cita.
En el caso de Irene, ella pensaba que esa oportunidad de encontrarse con alguien tan famoso como lo era Jackson solo ocurría una vez en la vida y que no existía forma de volver a verlo. Aunque no se podía considerar fan de él o de su trabajo, sabía quien era gracias a sus alumnos y primas quienes resultaban ser grandes fans. Pero igual se sentía bien por haber intercambiado un par de palabras con él y poder ayudarlo.
Tomando en cuenta que, el tiempo no resultaba ser de gran ayuda para él, estaba muy comprometido con volver a verla y poder agradecer la ayuda que ella le brindo sin pedir nada a cambio o intentar sobornarlo. Algo que resultaba ser muy común cada vez que él se acercaba a alguien desconocido para pedir ayuda.
Aunque no contaba con un plan para ir al edificio y verla, iba a aprovechar el momento libre que se le había concedido después de todo un día de entrevistas y eventos.
Sabía que él no podía llegar solo al edificio y pedir verla, porque no sabía mucho sobre el lugar en donde trabajaba o sobre ella por lo que, tenía que llevar a alguien más que lo pudiera ayudar y ese resultaba ser uno de sus amigos y parte del team Wang. El cuál iba a acudir primero al edificio para preguntar sobre el nivel en el cual Irene se encontraba y sobre los horarios, para que de esa forma Jackson tuviera la cita y ubicación.
Después de una hora, su amigo salió por la puerta principal y se dirigió a Jackson quien se encontraba frente a él, para poder comentarle sobre los horarios de la escuela en donde trabaja Irene y darle la cita que lo llevaría al lugar.
Con el recibo de la cita concertada, Jackson podía acceder al establecimiento y estando en modo incógnito, decidió entrar al edificio y dirigirse directamente al nivel del edificio en el que ella se encontraba. Lo que así sucedió, pues al abrirse las puertas del elevador pudo observar a Irene desde la distancia, quien se encontraba conversando con un par de alumnos. Al verla, él comenzó a caminar hacía ella, pero fue interrumpido por una voz femenina.
Recepcionista – Buena noche señor, ¿Puedo ayudarlo con algo? Pregunto con amabilidad
Jackson – Si, tengo una cita para preguntar informes sobre los programas impartidos en la institución. Dijo al ver que Irene desaparecía entre los salones frente a él.
Recepcionista – Entiendo, siendo ese el caso puedo comunicarle sobre los informes.
Jackson – Eso estaría muy bien, pero ¿podría ser un profesor quien me de esos informes? Pregunto con nerviosismo
Recepcionista – Si, no hay problema alguno. Deme un par de minutos para que pueda comunicarme con alguno de ellos.
Jackson – Está bien. Dijo al sentarse en un sillón cercano a recepción, deseando que la profesora a la que contactara fuera Irene.
Transcurrieron un par de minutos y por el pasillo pudo visualizar a la señorita de recepción junto a un profesor, quien sería el que le comentara sobre los informes. Suceso que cambio ya que, a medio camino del pasillo el profesor recibió una llamada, indicándole a alguien dentro de un salón que tomara su lugar y diera los informes a Jackson.
Él desvió un poco la vista, pues no imaginaba que fuera posible que ella fuera a aparecer, planeando rápidamente otro plan para encontrarse de nuevo. Levantándose con decepción y lentitud sin mirar al pasillo, de pronto se escucho una voz que parecía ser conocida, haciendo que él levantara la mirada y se encontrara con Irene.
Irene – Buena noche señor, me acaban de informar que quiere solicitar informes sobre la institución. Si puede seguirme al salón, le puedo informar sobre estos. Dijo con una sonrisa, sin darse cuenta de que la persona frente a ella era Jackson.
Jackson – Si, claro. Eso me encantaría, indíqueme el camino y yo la sigo. Dijo sonriente
Irene - ¿En qué nivel va a solicitar las clases? Tenemos diversos programas, dependiendo del nivel escolar en el que vaya a solicitar las clases. Dijo sin mirar a Jackson, manteniendo su mirada en los tantos papeles en sus manos.
Jackson – No busco informes sobre eso, en realidad vengo a verte a ti. Dijo mientras se deshacía de su gorra, bufanda y gafas para que ella pudiera reconocerlo.
Irene - ¿Verme a mí? Discúlpeme señor, pero no estoy interesada y si es que vino solo a eso, le pido por favor que salga de la institución. Dijo con molestia mientras levantaba su mirada. - ¿Qué haces acá? ¿Cómo me has encontrado? Pregunto con asombro, al darse cuenta quien era la persona frente a ella
Jackson – Un amigo me ayudo a preguntar sobre la ubicación de la institución, me dijiste que trabajabas como maestra y acá solo hay un sitio, no fue muy complicado. Venía a pedirte que tomaras un café conmigo, pero si estoy molestando, puedo retirarme. Dijo al levantarse levemente de su asiento.
Irene – Está bien, solo estoy un poco sorprendida. No imaginaba que fueras a aparecer aquí o siquiera que te acordaras de lo que te dije sobre mí. Dijo al tomar la mano de él y soltarla rápidamente.
Jackson – Ahora puedes darte cuenta qué lo hice, enserio quiero agradecer la ayuda que me diste esa noche.
Irene – Si vas a agradecerme con un café, lo acepto. Pero deberás esperar algunos minutos, en lo que termino de hacer un par de cosas y marco mi salida.
Jackson – Si, está bien. Te estaré esperando fuera del edificio, para no interrumpirte más y porque el lugar al cual quiero llevarte no es ningún lugar dentro del edificio.
Irene- Bien, entonces te veré en la salida. Dijo mientras veía a Jackson salir por la puerta.
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Cruel -Jackson Wang-
FanfictionLa vida cada vez se volvía más pesada, pero fue justo en el momento de no querer seguir más que, nos encontramos y sin saberlo tuve un motivo más para seguir viviendo.