Días buenos y días malos

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Después de varios días de espera, llegó el día en el cual Irene viajaría por primera vez a Corea del sur, algo que le emocionaba mucho, aunque no tanto como ver a Jackson. El cual no veía en semanas y a pesar de hablar continuamente, no era igual como estar uno frente al otro.

Antes de subir al avión, estuvo informando a Jackson sobre el tiempo aproximado en el cual llegaría al aeropuerto y también al hotel. Esperando poder verlo antes de que él se tuviera que ir a sus ensayos.

Al no tener ningún imprevisto en su vuelo, Irene llegó al aeropuerto a la hora pensada, caminando rumbo a la puerta de salida de este y así poder llegar a tiempo al hotel no sin antes informarle a Jackson que había llegado a salvo y sin problema alguno.

Irene – Hola amor, hace unos minutos que llegué al aeropuerto. Dijo al escuchar la voz de él por el otro lado de la llamada.

Jackson – Que bueno que llegaste bien amor, ¿En dónde estas ahora? Pregunto con curiosidad

Irene – Estoy en las puertas de salida, voy a pedir un auto para poder llegar al hotel. ¿Tú sigues en el hotel?

Jackson – Estoy por salir, aún no pidas el auto. Espera unos minutos más.

Irene - ¿Por qué no? Pregunto confundida – Todavía no te vas del hotel, creo que puedo llegar y verte unos minutos.

Jackson – No estoy seguro de que puedas llegar a tiempo, igual nos veremos muy pronto.

Irene – No creo que tan pronto, los ensayos toman tiempo y yo no puedo estar presente para poder verte. ¿Todo está bien? Pregunto con preocupación, pues parecía que Jackson no quería que ella llegara al hotel

Jackson – Si, todo esta bien. Y si puedes estar en los ensayos, si eso es lo que quieres yo puedo llevarte.

Irene – Está bien, no quiero interrumpir o hacer que cambies de dirección. Ve a los ensayos, nos veremos cuando termines.

Jackson – Ya es muy tarde para decirme eso. Dijo con una leve risa.

Irene - ¿Por qué? ¿Estas en el aeropuerto? Pregunto con emoción

Jackson – Tendrás que voltear para poder comprobarlo. Dijo al estar a unos cuantos pasos de ella

Cuando Irene escuchó la indicación que Jackson le dio, no lo pensó demasiado y volteo su cuerpo para poder comenzar a buscarlo lo que, no fue nada complicado pues él realmente se encontraba a unos cuantos pasos de ella. El cual, al verla caminar hacia él, solo pudo extender ambos brazos para poder recibirla con la misma emoción y amor, que ella le transmitía.

Al finalizar el abrazo entre ellos, los dos caminaron al carro de Jackson y después al lugar en donde se llevarían a cabo los ensayos del concierto, tras varias horas en el lugar los dos regresaron al hotel. Para poder descansar un par de horas y después salir a conocer las calles de Seúl.

Calles las cuales Jackson parecía no haber olvidado pues fue un gran guía para Irene, quien caminaba y probaba los diversos postres y comidas del lugar, maravillándose por lo increíblemente bello que era el lugar. 

 

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Cruel -Jackson Wang-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora