･ﾟMemorias vacías ･ﾟೋ 「𝒯𝐻&𝒴𝒥」

Capítulo || XII

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Se encontraba de buen humor y no estaba seguro si era porque ese día cancelaron sus clases o porque obtuvo un caramel macchiato completamente gratis, probablemente esas eran las dos razones principales de su radiante actitud y del por que ya no estaba molesto por tener que madrugar por nada.

Ese día había llegado casi corriendo al salón donde tenía su primera clase porque al doblar la esquina pudo divisar a lo lejos la puerta cerrada creyendo así que había llegado tarde, sin embargo, apenas estuvo a punto de golpear la puerta, detrás suyo apareció su profesor con un café en mano mirándolo detenidamente, solo para decirle que no tenían clases ese día porque tenía una reunión de horas y por eso el café bien cargado que tenía, seguido le pidió que informara al resto de sus compañeros. Hubo más de un problema en ese pedido, el principal; no tenía el número de ninguno de sus compañeros como para escribirles, su opción más viable fue dejar pegada una hoja en la puerta diciendo "no hay clases" y luego irse.

La realidad es que había llegado más temprano que el resto.

Como siempre su primera opción fue ir a la biblioteca a estudiar, pero no tenía la más mínima energía para hacerlo por lo que regresar a casa sonaba más que tentador, aunque no quería porque eso implicaba estar solo por horas hasta que pueda irse a trabajar. Últimamente no le agrava estar solo.

Mientras deambulaba por los alrededores de su facultad una figura apareció de la nada frente suyo, se vio obligado a parar de golpe para no golpear al chico que se encontraba respirando raro por la falta de aire. Al parecer estuvo corriendo por un largo rato porque una pequeña gota de sudor se resbalaba por su cuello. 

En un principio no logró reconocer de quien se trataba por la posición en la que se encontraba el contario; con la mitad de su cuerpo doblada hacia delante, hasta que logró divisar mejor sus tres piercings en su oreja.

—Creí...que...habías...faltado... a... clases... — aún en su intento de recuperar el aliento levantó su cabeza para sonreírle. Esa sonrisa fue como recibir una pequeña descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo y que prefirió ignorar — te estuve buscando hasta debajo de las piedras.

—Are you okay? Need something from me? — respondió jugándole una pequeña broma. Ni siquiera sabía si su nombre era debido a que era del extranjero o al igual que su hermana se lo pusieron porque tenía un significado bonito.

—Aunque viví parte de mi infancia en el extranjero no me acuerdo nada del idioma — habló muy serio, como ofendido, pero luego comenzar a reír produciendo el mismo efecto en el menor. Tras eso comenzaron a caminar juntos.

—Eso es un dato interesante — realmente no estaba mirando por donde iban, sus pies estaban en automático y su mente centrada en ponerle total atención al chico a su lado.

—¿Fue sarcasmo? — preguntó fingiendo estar muy ofendido.

—No, no, no — incluso negó con su cabeza — lamento si se entendió así, realmente es un dato interesante, lo máximo que sabía era tu nombre y que cuando lloras tu nariz se pone muy roja, como un tomate — vio la mueca que hizo el contrario y comenzó a reír por tan extraña reacción — si soy sincero, eso te hace ver adorable.