Capítulo || III

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Dormir ya no era la solución a sus problemas, solo le recordaba mil cosas en ese instante, para cuando abría los ojos todo se esfumará como humo entre sus dedos, dejándolo con un nudo en la garganta que no lo dejaba hablar o respirar bien.

¿Pero debía confiar en sus sueños? ¿y si solo era una alteración de su propio cerebro al querer saber quién es? En primer lugar ¿por qué le daba tantas vueltas cuando ni siquiera los recordaba bien?

Suspiró frustrado sentándose en el filo de la cama, miró todo y luego cubrió su rostro con sus manos murmurando sobre ellas. Su hermana no estaba, salió a comprar más pastillas para el dolor de cabeza y un poco de comida o más bien algo que él pudiera comer, porque desde que Soobin y Arin lo habían dejado hasta el día siguiente no había probado un solo bocado con la excusa de que estaba lleno, pero simplemente no tenía apetito por el dolor de cabeza que le hacía tener nauseas. Habían insistido en ir al hospital a que lo revisen, pero se oponía rotundamente, esperaba que todo pasara con el tiempo. Todo.

Y ahora se supone que debería estar descansando, pero haría lo contrario como desordenar su habitación buscando algo, no sabía qué, pero era ese algo. Revisó todo, desde su pequeño escritorio junto a su cama, el cual lo único que tenía era libretas antiguas, despegó sus posters, revisó debajo de la cama, movió el armario, y por último desordenó todo el librero, abriendo cada uno de sus textos de estudio. No diría que su búsqueda no dio fruto pues ahora se encontraba sentado en el suelo leyendo varias notas escritas por sus amigos en las últimas páginas de aquellos libros y sonriendo con nostalgia con cada ocurrencia o dibujo que encontraba, no sabía que era todo eso, pero el sentimiento de nostalgia apareció.

Con su pequeña investigación descubrió que Kai fue su primer amigo desde muy pequeños, porque había encontrada una carta escrita por un niño cuyo nombre en el inicio era "hyuka" en la cual le pedía perdón por no poder estar más con él, de lo poco que entendió de esa extraña letra, era que su familia se mudaría lejos. Tal vez luego le pediría que le cuenta la historia completa. Después apareció Beomgyu, quien rayaba sus libretas con lindos dibujos y frases desde que lo había conocido, en ellas podía ver que su letra era la más ordenada de todas, además de ser bastante bonita.

Por último, encontró una pequeña libreta donde Soobin también había escrito, llenando casi la mitad de la libreta, juraría que podría ser el diario del mayor si no fuera porque todo iba dirigido hacia Taehyun. Aseguró que le gustaba escribir y aunque se conmovió con cada palabra plasmada, le sorprendía más como su letra cambiaba de un momento a otro y de la nada lo llamaba "pequeña ardillita". Muy dentro de sí sabía que no era la misma letra, pero entonces ¿de quién más podría ser? ¿Arin? Debía consultarlo.

— ¿Tae estas despierto? —la voz de su hermana detrás de su puerta cerrada lo incitó a levantarse de golpe, trastrabillando con uno de los cajones abiertos y cayendo — ¡Taehyun! — entró de golpe, luego de escuchar el impacto para a verificar el estado de su hermano — ¿qué sucedió? ¿estás bien? ¿te lastimaste? ¿llamo una ambulancia?

— Sakura estoy bien, solo me caí — habló lo más apresurado que pudo antes de que lo bombardean de más preguntas — caí sobre la alfombra, no dolió nada.

Miró como su hermana tomaba todo el aire posible para luego expulsarlo en un intento de calmarse y ayudarlo a levantarse, verificando por sí misma que no se haya hecho una sola herida. Todo estaba en orden con él, lo que no estaba en orden era su habitación y recién lo había notado.

・゚Memorias vacías ・゚ೋ 「𝒯𝐻&𝒴𝒥」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora