Capitulo IX

135 4 0
                                    

Me sentía extraño cuando lo vi por primera vez. Era... hermoso, de una manera que me incomodaba. Intenté cerrar mi corazón de inmediato, recordándome a mí mismo que nunca me enamoraría. Era un pensamiento que me había repetido tantas veces que ya casi se había convertido en una verdad absoluta. Pero no podía evitarlo; algo dentro de mí se resistía a escucharme.

Lo ignoré, claro, durante un mes. Pero ese hombre, siempre apareciendo en el hotel, siempre intentando iniciar una conversación, no se rindió. No me importaba. Pensé que con el tiempo se cansaría de mi indiferencia. Sin embargo, algo me empujó a acercarme a él una noche. La curiosidad, tal vez, o algo más oscuro que ni siquiera entendía.

Lo vi de nuevo, en el cementerio. Él estaba allí, con su cabello largo y una figura tan imponente, y con un hombre de negro a su lado. Algo dentro de mí me instaba a irme, pero me quedé. No sé qué me impulsaba a quedarme allí, pero algo me ataba a esa escena, como si de alguna manera estuviera inevitablemente conectado a ellos.

Justo cuando estaba a punto de irme, el hombre de negro me sujetó del hombro y me forzó a arrodillarme. Era una muestra de poder, y sentí una oleada de furia invadiéndome

— ¿Qué hice para merecer este trato tan vulgar? —le pregunté con voz firme, aunque mi cuerpo se tensaba por el dolor y la incomodidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Qué hice para merecer este trato tan vulgar? —le pregunté con voz firme, aunque mi cuerpo se tensaba por el dolor y la incomodidad.

Su sonrisa me provocó, me sentí más vulnerable. La situación me estaba controlando, y lo odiaba por ello.

— Eres muy hermoso, pero demasiado frío. Sabes quién soy, ¿verdad? ¿Cómo te atreves a ser tan arrogante conmigo? —me dijo, acercándose más, tocando mi barbilla con un gesto posesivo.

Intenté mantener la calma.

— Lo siento si ofendí tu ego. Pero esto me está aburriendo. No sea tan idiota. Y quite sus manos de mi.— el no me hizo caso. El me miro con enojo y de la nada sentí sus dientes en mi cuello. Quise zafarme de el, pero mis manos estaban agarradas. No se que estaba pasando. ¿Que no los vampiros habían dejado de tomar sangre? Como era un vampiro me sentí excitado, queriendo que me tocarán.

-- Aléjate Lirius y vete. Vete.-- Ese hombre también de seguro sintió mi excitación a tal punto que quedo aturdido. Si exactamente podía paralizar con mi excitación a cualquiera. Jamas utilice a nadie por capricho pero aún no podía controlar mi poder y siempre parecía una perra en celo.

— Hijo de puta.— El me soltó y no se que pasó, solo escuche jadeos y golpees y después pasos rápidos. Lo único que supe después fue que mis pantalones eran retirados y me abrían las piernas. Y sin piedad algo entró dentro de mí.

Era muy grande y grueso.

— Ahh, tan grande..., tan grueso....— No podía hacerlo más. El era grande. No se cuando recuperé la conciencia, pero aún así el siguió follandome.

—Eres una perra que no soporta no tener un pene en su agujero. —Y el volvió a embestir mi agujero.

— Mmm. Y-yo. Pa-para, me duele todo el cuerpo...ahh. Yo necesito que pares...ya no puedo correrme....

¡Johnny se convirtió en un Vampiro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora