Capítulo 10

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Estaba viendo los Angeles de Charlie en la televisión que acababa de comprar con todos mis ahorros. No me arrepentía aunque Everlee a mi lado seguía algo enojada por haber gastado mi dinero en esto, en lugar de irnos de viaje según ella.

No tenía ganas de salir de la ciudad, no en estos momentos. estaba muy ocupado viendo departamentos y llenando papeles para vender en el que vivía. Lo más importante para mí era deshacerme de todo lo que me hacía daño. Dejar este piso y encontrar uno mucho mejor con el dinero que me dieran.

—Sigo sin poder creer que gastaras tu dinero en esto. —Estaba comiendo palomitas y veía entretenida la televisión. Solté una carcajada por como me reclamaba cuando estaba disfrutando demasiado tener una televisión en mi sala.

—Pero mira como te gusta venir ahora solo para ver series y películas. —dije sin dejar de reírme. Ever me tiró una palomita a la cara con una media sonrisa.

—Tienes razón, solo vengo porque tienes Netflix y yo no. —confesó estirándose para tomar su celular de la mesita. Me asomé por su hombro y en ese momento me di cuenta que era demasiado tarde.

Era la una de la mañana y me di cuenta que Ever había faltado a su trabajo, fruncí el ceño sin comprender el porqué de esto. Nunca faltaba, sus padres le daban un mes de vacaciones al año pero me lo hubiera dicho si ese hubiera sido el caso. Había algo que aún no me contaba.

—¿Y tu trabajo? —pregunté con cautela, me miró fijamente y negó con la cabeza haciendo que me preocupara.

—Me dieron el día libre por una discusión que tuvimos. Aparte tengo que hablar con mis padres sobre algo importante. —Sentía que esto iba a ser una noticia demasiado buena, su sonrisa me lo decía todo.

—Dime, ¿qué pasó? —pregunte mientras estaba lista para saltar de la emoción fuera lo que fuera.

—Conseguí un papel secundario en una serie importante Kai. —grité de emoción y me lancé hacia ella.

Ever me abrazó fuerte mientras nos reíamos sin poder creer que al final del día todas esas audiciones que había hecho lograron dar frutos. Ella se lo merecía más que nadie en el mundo. El esfuerzo y empeño que siempre daba en cada uno de sus trabajos fuera lo que fuera, lo odiara o lo amara. Esta era una gran noticia, esto iba a cambiar su vida por completo.

Alguien tocó el timbre haciendo que las dos brincáramos por el susto. Everlee me miró con extrañeza, era muy tarde como para que alguien fuera a visitarnos. Por la mirada de Ever las dos pensamos en la misma persona.

—Si es él lo voy a asesinar. —susurro con furia en sus ojos marrones. La mire con una media sonrisa en mi cara. Dudaba que fuera él después de lo que pasó hace dos semanas.

Me pare con cuidado con mi copa de vino en la mano y vi cómo Ever tomaba la botella de vino tinto vacía de la mesa, la iba a ocupar como arma, esto solo hizo que me riera sin parar. Abrí la mitad de la puerta para ver a Dario recargado en la pared, esperando a que estuviera despierta.

Me sentía un poco mareada por el alcohol, aunque no estaba borracha, solo nos habíamos tomado una botella. Le sonreí y me lance a sus brazos sin saber muy bien por qué. Te encanta, esa es la razón...

—Ya me había ilusionado. Quería que fuera el idiota para matarlo. —comentó Ever soltando una risa mientras me separaba de Dario que la veía asombrado.

—En mis planes de vida no está enterrar un cuerpo. —confesé mientras abría más la puerta para que pudiera pasar. Me miro serio con esos hermosos ojos.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2023 ⏰

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