Capítulo 33 - Noche de cine (parte 2)

2.1K 231 192
                                    




꧁༒•𝓝𝓸𝓬𝓱𝓮 𝓭𝓮 𝓬𝓲𝓷𝓮 (𝓹𝓪𝓻𝓽𝓮 2)•༒꧂



NARRA DAMIAN

Mi corazón no dejaba de latir y no necesitaba saber el porqué. Conocía la razón, porque Anya era la única que conseguía hacer mi corazón latir de esa manera tan especial. Ella me hacía desprender amor de él.

Si necesitaba lanzarle indirectas durante toda esta tarde, lo haría. Me daba igual. Solo quería decirle lo que sentía pero no me sentía capaz de hacerlo por palabras. Me daba mucho miedo perder su amistad, algo demasiado valioso para mí.

Su mirada, su risa, su sonrisa era lo que hacía que mi cabeza diese vueltas sin parar. Ella es, sin duda, la chica de mis sueños. Sin lugar a dudas, me había enamorado de ella. Y si Forger, su padre, no estaba de acuerdo con ello; estaba dispuesto a decírselo a la cara.

Había estado ocultando mis sentimientos durante mucho tiempo sin siquiera haberme dado cuenta, no podía echarme para atrás. Los Desmond nunca retrocedían.

Verla junto a Max, medio dormido a su lado, me desprendía todo tipo de sentimientos agradables. Max siendo un perro tan poco cariñoso y viéndolo con Anya de esa manera, me latía el corazón sin parar. Quería sacarles una foto de lo adorables que se veían juntos.

Me llevé la mano a la mejilla al recordar su beso en mi mejilla. Seguía sintiendo el impacto de sus labios en mi mejilla. Fue algo tan agradable que me gustaría sentirlo de nuevo...

<<¡No, Damian, reacciona! ¡Ella solo te considera su amiga, nada más!>> pensé.

Anya me miró confundida.

—Soy tu superduperamiga, Damian. ¿Cuál es el problema? —me preguntó inocentemente.

Cuando me dice esas cosas como si me hubiera leído la mente, era algo muy incómodo.

—Nada, nada —dije, intentando evitar el tema.

Cogí el mando de la tele y puse la serie de Spy Wars. Nada mas ver la portada de la serie, Anya se cubrió con un cojín por la emoción.

<<Qué adorable. Me gustaría juntarme a su lado para abrazarla disimuladamente>> pensé.

Anya me miró de reojo y se fue acercándose a mí poco a poco hasta tocarnos el brazo.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, paralizándome por completo. Nunca habíamos estado tan juntos. Me estaba dando calor de tan solo estar a su lado. Ahora me sentía incapaz de darle al botón del mando por los nervios.

Anya vio lo que me pasaba y me cogió el mando de la tele y le dio al botón en mi lugar. Rodeó mi espalda hasta apoyar su brazo en mi hombro y acomodó su cabeza en mi hombro más cercano a ella mientras que acariciaba a Max con la otra mano.

<<¿Cómo puede estar tan relajada?>> pensé con mi corazón a mil. <<Yo ni siquiera puedo prestar atención a la serie>>.

Anya levantó su cabeza y se giró hacia mí. Yo no podía moverme. Estaba paralizado y de repente sentí otra vez sus labios en mi mejilla.

—Relájate —me susurró al oído.

Mi rubor se expandió por toda la cara y sentía que no podía respirar.

<<¡Me ha vuelto a besar, me ha vuelto a besar!>> pensé sin poder creerlo. <<Estar junto a ella es como si mis deseos se hicieran realidad>>.

Acerqué mi mano izquierda a la suya y la toqué. Ella se dio cuenta enseguida y entrelazó sus dedos con los míos como cuando estábamos en el hospital.

<<Su mano es tan cálida y suave que no querría separarla de la mía nunca>> pensé.

Aproveché un momento para rodear su espalda y juntar su cuerpo con el mío como ella había hecho antes. Pude sentir su piel: tan suave como siempre.

Estaba fascinado con ella. Todo de ella era perfecto para mí. Su pelo rosado haciendo contacto con mi brazo, su cabeza apoyada en mi hombro, nuestras manos entrelazadas... Era una fantasía. Incluso podía oler su pelo, su nuevo champú de olor a fresas.

Tenía... ganas de besarla.

Ella parecía estar disfrutando la serie tranquilamente. Incluso había habido alguna vez en la que se rio un poco. Yo no estaba prestando atención a nada de lo que estaba ocurriendo. Solo disfrutaba estando con ella, ya que ella se había convertido en todo mi ser. Estaba conectado a ella, no podía separarme. Ni siquiera se me ocurría de la cabeza hacer eso.

Lo único en lo que estaba pensando era en besarla. ¿Debería hacerlo? ¿Tengo el derecho a hacerlo a pesar de que ella no me había dicho nada? ¿Perdería su amistad si le besaba?

Agaché mi mirada. Ella también me había besado: dos veces. ¿Por qué yo no podía hacerlo entonces? Es que era tan... tentador. Era como si mis labios me lo estuvieran pidiendo.

Subí mi brazo y mi mano empezó a jugar con su pelo, cerca de su cuello. Es tan suave y liso... Era preciosa. Anya parecía gozarlo, ya que incluso cerró los ojos por lo que estaba disfrutando.

Estaba claro. Ninguno de los dos le estaba prestando atención a la tele. Solo estábamos disfrutando el estar juntos, en el cuarto de Max, medio dormidos. Era lo más agradable del momento.

Abrió los ojos al ver le estaba acariciando cerca de los labios. Estreché las manos y acerqué mi cara a la suya. Ninguno de los dos decía nada. Parecía como si nos comunicáramos a través de los ojos... Sus ojos verdes brillantes... Eran tan preciosos... No podía dejar de mirarlos, como si fueran una adicción para mí.

Cada vez me acercaba más a su cara y Anya no hacía nada al respecto. Ella también apretaba su mano a la mía. Acerqué mis labios a su mejilla y la besé. No pareció importarle. Es más, lo disfrutó porque me sonrió.

No aparté mi cara de la suya. No despegaba mi mirada. Seguía mirándola como si mi vida dependiera de ello. Y Anya tampoco separaba la suya.

Mi mano seguía acariciando su mejilla y poco a poco fui acercándome, esta vez, a sus labios.

Mi corazón latía sin parar, mi cuerpo temblaba del miedo y mis ojos fueron cerrándose lentamente, como los de Anya.

Lo que nos pareció una eternidad duró unos segundos. Acabamos besándonos por primera vez en los labios. Fue tan placentero que lo hicimos otra vez con la ayuda de los brazos y el cuerpo.

No me acordé de las veces que nos besamos pero fue algo de lo que jamás me iba a olvidar.

Into You - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora