Into You - Damian x Anya

Capítulo 8 - Isla (parte 1)

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—¡Woooow! ¡La isla es gigante!

—No es tan grande... Además, es literalmente un bosque. Odio los bosques —dijo Damian, asqueado.

—¿Y sabéis qué es lo mejor de estar en un bosque? —preguntó Becky saliendo del autobús. Nadie le contestó pero ella siguió—. ¡La noche! Estar a oscuras y andar por el bosque sin saber adónde ir... ¡Será superdiver!

—A Anya no le gusta ir sola por el bosque —dije, asustada.

Los dos me miraron sonriendo.

—¡Alumnos, reuniros conmigo! —dijo Henderson a través del megáfono.

Todos los alumnos nos acercamos.

—¡Esta es Laura, la que nos enseñará la isla! ¡Sigámosla para que nos enseñe la cabaña! —exclamó Henderson—. ¡Ah, y sed ELEGANTES! ¡A pesar de estar en una isla, los alumnos de Eden han de ser lo más ELEGANTES posibles! ¡Si hay alguien que supera mis expectativas, ganará una Stella, pero el que no sea ELEGANTE, ganará una Tonitrus!

Todos nos miramos mutuamente.

<<¡Otra Tonitrus nooo!>> pensé.

—Bien, alumnos de Eden —nos fue diciendo Laura—. Ahora mismo estamos en la isla Abaci. Es una isla que, como bien sabréis, está rodeada de un río llamado Acse. El río no tiene casi profundidad y no tiene olas, por lo que mantiene el calor del agua durante todas las estaciones. Al ser otoño, por las mañanas notaréis que hace mucho frío pero si escogierais hacer surf como actividad, veréis que se os pasará el frío en cuanto estéis en el agua. Ya os informaremos de las actividades que tenéis después de cenar.

Seguimos a Laura y fuimos viendo cuántos árboles y plantas había. Si alguien se perdiese, no lo encontraríamos nunca. Tuvimos que andar bastante debido a lo grande que era la isla y llegamos, finalmente a la cabaña. Era una de madera y desde fuera se veía claramente que estaba separada por habitaciones muy pequeñas. Probablemente, en cada habitación haya literas para ocupar el menor espacio posible.

—Bien —nos dijo Henderson—, os iré diciendo a cada pareja el número de habitación que os ha tocado y vendréis adonde mí para que os entregue la llave. Por favor, que no se os pierda la llave.

Henderson fue nombrando a las parejas una tras una hasta que nos tocó a Damian y a mí. Cogimos la llave y entramos en la cabaña. Vimos que los pasillos eran muy estrechos y que a los que les había tocado las habitaciones de arriba, tenían que subir las escaleras con las numerosas maletas que habían traído.

Afortunadamente, nos tocó una habitación de la primera planta.

Al entrar a nuestro cuarto, vi que solo había una litera y un armario con perchas y mantas dentro.

—No hay tele... —susurré, deprimida.

—¡Pero que es esto! ¡Parece la habitación de mi perro! —se quejó el Segundo.

—Anya tiene una habitación más pequeña que esta —dije, poniendo los ojos en blanco.

—¡Y hay telarañas! ¡¿Qué es esto?!

—Segundo, recuerda ser elegante —le dije.

—Cierto, no debo perder la calma.

Escuchamos varios compañeros de clase gritar desde otros cuartos por las mismas razones que las de Damian. Todos parecían que les había dado un infarto.

—Anya no va a dormir esta noche —dije, negando con la cabeza.

—¡¿Cómo puedes pensar solo en dormir?!

No le contesté.

Nos reunimos con el profesor Henderson y nadie se atrevió a decirle nada respecto a las habitaciones, para no ganarse una Tonitrus.

—Escuchad, alumnos —anunció Henderson—. Voy a colgar varios folletos de estos —nos enseñó unos papeles— en los que aparecen los horarios y actividades que realizaremos cada día. Las actividades se realizarán por las mañanas, tardes y medianoches. Cada alumno tendrá que realizar una actividad distinta y no podrá repetir. Como hay actividades de más, ningún alumno podrá practicar todas las actividades que hay disponibles. Os recomiendo a todos que vayáis pensando en las actividades que queráis hacer para la próxima, ya que hay un límite de personas en cada actividad. En conclusión, tenéis que ser rápidos y apuntaros a la actividad que queráis hacer para no quedaros fuera.

Cuando Henderson colgó todos los folletos, todos los alumnos nos acercamos para ver los horarios y actividades.

Ponía esto:

HORARIOS
DESAYUNO: 8:55-9:30
ALMUERZO: 13:30-14:20
CENA: 19:00-19:50

ACTIVIDADES
Surf (10 plazas)
Surf de pala (15 plazas)
Voleibol (12 plazas)
Buceo (10 plazas)
Kayaking (7 plazas)
Tenis (8 plazas)
Exploración (10 plazas)
Fútbol (10 plazas)

—Todas son... deporte —dijo Becky, desesperada—. ¿Y si decido no hacer ninguna? Todas son horribles.

Miré a Becky y le puse una mano en el hombro.

—Recuerda que si incumples una sola norma de Henderson... —le susurré en el oído.

—¡Ya lo sé, Anya, no me deprimas aun más!

—¿Qué vas a hacer, Anya? —me preguntó Damian—. Yo estoy interesado en hacer tenis.

—¿Tenis? Yo... no sé qué hacer. ¿Qué me recomiendas?

Damian puso una mueca.

—¿No quieres... jugar al tenis conmigo? —preguntó poniéndose colorado.

—Sí, claro.

<<Qué linda>> pensó Damian.

<<Me ha llamado linda, qué tierno>> pensé.

Le sonreí y Damian se dio la vuelta para ir adonde sus amigos.

Fui adonde Becky y le recomendé escoger tenis para jugar conmigo y con Damian.

—Lo siento, Anya, pero yo realmente detesto el tenis. Emile me había pedido apuntarme a hacer fútbol, además. La próxima vez escogeré la misma actividad que tú, ¿vale?

—Pensé que no te gustaba ninguna de todas estas actividades... —dije, alzando una ceja.

—Uno a veces tiene que hacer sacrificios por amor —me dijo metafóricamente.

<<Ya veo...>> pensé.

—Pareces desesperada... —comenté.

—No lo parezco... Lo estoy. Las islas son repugnantes...