Into You - Damian x Anya

Capítulo 25 - "Superduperamigo"

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NARRA YOR

Unos minutos antes

Juraría que Melinda y yo no nos habíamos reconciliado. Si tan solo hace unas horas descubrió que yo era una asesina, entonces... ¡¿cómo es que acabamos aliándonos y espiando a nuestros hijos desde fuera de la habitación de Damian?!

Estaba temblando mientras Melinda estaba tranquila.

Intentaba separarme de ella por la incomodidad mientras que Melinda escuchaba atentamente a cada palabra que pronunciasen.

Si alguien nos estuviese viendo ahora mismo, pensarían cualquier cosa de nosotras...

Viendo que no aportaba nada, ya que no prestaba atención a la conversación de Anya y Damian, le dije que estaría sentada en unos banquitos cerca de ella.

Culpándome por todo lo que había pasado, vi de reojo a alguien alto junto a mi hermano pasar cerca de aquí. Me levanté, sabiendo de quién se trataba.

—¡Loid! —grité, yendo hacia él y dándole un abrazo—. ¡Has regresado!

Me separé enseguida al ver ninguna reacción suya.

Lo miré y vi la cara de enfado que traía.

<<Oh oh>> pensé.

—¿Es verdad que Anya ha sido sacrificada por Desmond? —preguntó Loid con una voz que no le escuché nunca—. ¿Y ha ganado una Tonitrus...?

Parecía al borde de desmayarse.

—No te preocupes, Loid, ahora están juntos y se están reconciliando.

—¿Reconciliando? —preguntó sin entender—. ¿Qué se supone que tienen que reconciliar?

—Su am... amistad —respondí.

Sin decirme nada más, Loid se aproximó adonde Melinda estaba y esta le dijo que mantuviera absoluto silencio. Loid se puso en la misma postura que la de Melinda pero lo único que presenció fue el beso en la mejilla que Anya le dio a Damian.

~~~

NARRA LOID

¡¿QUÉÉÉ?!

Bruscamente entré a la habitación casi en un ataque al corazón.

Anya y Desmond se incorporaron del susto y se separaron inmediatamente el uno del otro.

Ambos estaban rojos pero no sabía si el motivo era por el beso o mi presencia.

—¡Papá! —exclamó Anya yendo adonde mí y abrazándome fuertemente—. ¡Has vuelto!

Mientras Anya me abrazaba le eché una mirada fija a Desmond, quien no podía aguantar más la vergüenza que estaba sintiendo.

Melinda y Yor entraron junto a Yuri en la habitación porque sí y empezaron a preguntarle a Desmond qué tal estaba y demás.

Todos los adultos pedimos al doctor de Desmond y nos explicó el doctor que Desmond solo tenía unos cuantos huesos del pie rotos y que ha sido un milagro que no haya habido más riesgos. También nos informó que Desmond duraría unas siete semanas con la escayola debido a los numerosos huesos rotos.

Todos le dimos las gracias y vimos cómo Anya se volvía a sentar al lado de él.

—¿Vosotros dos... qué sois en realidad? —pregunté por la cara—. ¿Acaso dar besitos en la mejilla tiene algún significado oculto?

Anya y Damian se sonrojaron y apartaron la mirada.

—¡Loid! ¡Solo son muestras de afecto! —me exclamó Yor—. Son niños, a esa edad es muy común que quieran mostrar su amistad por el otro.

<<¿Amistad? ¿Qué tipo de amigos se besan en la mejilla? ¿Qué tipo de amigos se sonrojan de esa manera? ¿Qué tipo de amigos se juntan las manos de esa manera?>> pensé poniéndome nervioso.

Anya me miró y fue en ese instante en el que pensé:

<<Oh oh>> pensé. <<Me había olvidado>>.

~~~

Papá estaba muy raro. Cuando escuché lo que dijo, apartó su mirada y se entretuvo con la conversación de mamá y Melinda.

Todavía yo no había terminado. Me había disculpado ante Damian pero ahora me faltaba hacerlo ante Melinda

Le llamé su atención y empecé a disculparme.

—Lo siento mucho por todos los problemas que he causado a Damian durante estos años. Empecé por golpearle la cara de pequeños hasta hacerle perder casi un pie. Sé que debe estar pensando que no soy la chica indicada para ser su amiga pero... ¡le prometo que cuidaré de Damian desde ahora en adelante! ¡Le salvaré de cualquier peligro aunque me cueste la vida!

Todos se quedaron en silencio y vi a Melinda taparse la boca y con los ojos llorosos.

—¡Oh, bolita de maní! —me llamó de forma rara mientras me apretaba las mejillas—. ¡Eres un encanto! ¡Y por supuesto que no pienso que no eres apta para ser amiga de Damian, es más, eres apta de ser más que eso...! —Todos los adultos le miraron ferozmente a Melinda excepto mamá—. ¡Puedes ser su superduperamiga del mundo!

<<¿Superduperamiga del mundo? pensé.

Suena guay y le sonreí a Damian mientras este estaba paralizado en su camilla siendo observado fijamente por papá y el tío.

—Eso..., superduperamigo, no olvides tu lugar —le decía papá amenazante.

—No olvides que lo que eres, superduperamigo del mundo —le dijo Yuri con la misma cara que papá.

<<Oh oh>> pensé asustada. <<¡Esto parece un conflicto! ¡Piensa en la paz mundial, Anya!>>.

—Papi... —dije y él me miró con una mueca en los labios—, Damian me ha salvado la vida. No lo olvides —le recordé—. Es muy buen amigo.

<<Si intervengo en su relación, podría crear sospechas. Voy a ver cómo evoluciona su relación y si veo que está llegando a extremos innecesarios, intervendré>> pensó y me asusté.

<<¿Extemos inecesaros?>> pensé, confusa y me volteé hacia Damian.

Él me miró y me esbozó una sonrisa tranquilizadora.

—¿Mañana podrás ir a clases? —le pregunté sentándome a su lado—. No... quiero separarme de ti.

<<No quiere separarse de mí...>> pensó Damian.

—Seguramente sí. Solo me he roto unos huesos. Nada grave. Me habría preocupado más si hubiéramos tenido exámenes importantes, pero todavía no los tenemos.

Nos quedamos mirando una vez más, creando un silencio incómodo cuando papá carraspeó.

—Es hora de regresar a casa, Anya —me dijo, incómodo.

—¡Sí! —dije sonriendo y me despedí de Damian hasta cerrar la puerta de su habitación.

Cuando mamá, Yuri, papá y yo salimos de la habitación; cada uno tenía una cara distinta: mamá estaba feliz, papá estaba que mordía a alguien y Yuri me miraba sospechosamente.

<<Tengo miedo>> pensé, intentando evitar cualquier tipo de conversación.