VENDIDA~ Neymar Jr

3- Mia Moglie

Mientras estaba en esa habitación. Vino una mujer que estaba súper escotada igual que la asistente.

Hola mi amor, vamos a prepararte ya, que hoy es la gran noche- dijo mientras me hizo sentarme en una silla, me maquillaba y peinaba. Me fue contando que hoy tomábamos un vuelo y iba a ser la subasta.

Me contó que las mujeres subastadas no podían ser maltratadas ni abusadas. Ya que sería ilegal. Pero podían hacerles hacer muchas otras cosas. Era lo mismo nada más que con otro nombre.
Tenías que hacer una "servidumbre" que era complacer al hombre en cualquier sentido incluso sexual. Lo cual era abuso. Yo no podía creer que mi padre me había metido acá.

Cuando termino de arreglarme, me llevo a un armario gigante con ropa de cualquier tipo y marcas de lujo. A mi me encantaba la moda y al ver eso me volví loca.

Arréglate para hoy, hazlo con cuidado, piensa que clase de hombre quieres atraer- dijo dejándome sola en ese enorme placar precioso.

Estuve un par de horas creo yo, vistiéndome. Hasta que encontré algo perfecto, si iba a ser vendida, me pondría algo que mi papá nunca aceptaría. Algo que ni siquiera yo me pondría.
Me puse un vestido rojo corto (foto arriba) que me quedaba muy bien y era bastante al cuerpo.

Al salir del armario, algunas me miraron con envidia y otras simplemente me sonrieron o ignoraron. Algunas se volvieron a cambiar después de verme. Así que supuse que había elegido bien.

No tuve que esperar mucho ya que tarde en arreglarme. Nos llevaron a un avión privado, luego de 2 horas llegamos y nos vendaron los ojos a todas con una seda roja. Gracias a dios combinaba con mi vestido y mis zapatos.

Me habían sacado el celular y todas mis pertenencias. Luego de una hora vendada escuche como empezaban a presentarnos una por una. Y como iban poniendo precio enfrente de las pobres chicas.

Todas las apuestas cerraban al rededor de 40 millones de dólares. Cuando estaba cerca del escenario, alguien me guió y salí con los ojos tapados. Cuando frené, me destaparon los ojos, sonreí y me hicieron dar una vuelta. No podía creer lo que estaba viendo. Eran unos cien hombres comprando. Todos con máscaras y trajes, mientras nosotras estábamos en vestidos chiquitos y descubiertas.

C'est Gigi Sarto, sa somme commence à 30 millions de dollars (Ella es Gigi Sarto, su suma empieza en 30 millones de dólares) elle est vierge (ella es virgen)-dijo el presentador, no entendí nada porque hablaban en francés, lo deduje porque la chica había dicho que era parís. Solo entendí el número pero las otras chicas habían empezado en 20 millones o menos. Lo cual me pareció raro.

30 millones- dijo un hombre de 70 años levantando su cartel

Bien- dijo el presentador- quién ofrece más?

35 millones- dijo un hombre que no pude ver muy bien porque estaba muy atrás

40 millones- ofreció otro hombre de unos 60

45 millones- ofreció un hombre con máscara roja de unos 40

50 millones- volvió a ofrecer el hombre de 70 años

55 millones- dijo el hombre que no podía ver

60 millones- dijo el hombre de 70 años

100 millones- dijo un hombre moreno de unos 30 años, hasta que me di cuenta que era el. Eran sus tatuajes, sus ojos, era el.

Todo el mundo hizo un sonido sorprendido por la apuesta.

Vendida en 1 2 3. VENDIDA al número 10. Recuerde firmar el contrato y buscar su premio a la salida en su camerino- dijo el presentador acompañándome hacia otra parte del escenario. Cuando fui, me guiaron a una habitación con el número 10.

Estuve esperando allí y no llego ninguna otra chica. Había sido la única que él compró. En ese tiempo me puse a pensar, si con tan solo decirle mi nombre, me agarro de la cintura de esa forma. Como sería al saber que ahora era suya, pensar eso me dolía. Ahora le pertenecía a él.

Tendría esposa? Me mantendría escondida de ella? Viviría con el? Sola? Con alguien más?
No sabía nada de como iba a vivir mis próximos 2 años. Y eso me aterraba a decir verdad.

Luego de un tiempo, se abrió la puerta de la habitación en la que estaba. Era la señora que me había comprado de mi padre.

Corazón nos has hecho ganar mucho dinero- dijo muy sonriente- Y no la vas a pasar mal, el es muy guapo y es de los más jovenes que tenemos- dijo guiñándome un ojo y riéndose.

No se si intentaba hacerse la amiga pero no estaba funcionando. Venía con un papel en la mano, supuse que era un contrato.

Se escucho la puerta abrirse, esta vez si era el. No sabía si me había salvado o si era mejor que me comprase alguien más. Gracias a dios me habían puesto el mismo nombre que me inventé. Eso si que era tener suerte, aunque no creo que esta situación que estoy viviendo sea suerte.

Gigi Sarto o dovrei dire mia moglie? (Gigi Sarto o debo decir mi mujer?)-dijo mirándome de pies a cabeza.

Io? tua moglie?(yo? tu mujer?)-dije burlándome de el.

Completamente mía- dijo con una sonrisa en la cara mirándome.

Lamento interrumpir pero tenemos que firmar el contrato para que puedan irse a casa- dijo la mujer espeluznante que me compró.

Oh si, claro-dijo el y firmo donde ella le indicaba.

Te toca- dijo Neymar con una sonrisa en la cara que iba de oreja a oreja.

Que pasa si no firmo?- dije mirando a la mujer, mientras ignoraba el comentario del moreno.

Ella se acercó a mi oído sutilmente y me dio un codazo-Me encargaré de que cuando esté contrato se termine, no tengas a nadie por quien seguir viviendo. Ni siquiera el asqueroso de tu padre- susurró muy cerca mío amenizándome.

Yo me acerqué al papel- donde firmó?- pregunté mirando el papel mientras a el brasileño se le volvió a formar esa sonrisa.Cuando termine de firmar, todos se quedaron en silencio.

Y ahora?- pregunté sin saber que debía hacer.

Agora vamos para casa bebê( ahora nos vamos a casa bebe)-dijo en portugués pero eso si lo había entendido. Le mire mal por el apodo y la mujer nos deseó felices años y nos fuimos.

Al salir, me dio la mano pero yo la quise alejar y me jalo fuerte hacia el. Tomándome de las caderas-Vos sos mía- dijo muy cerca de mi boca mientras yo me intentaba alejar-Tu sei mia moglie (vos sos mi mujer)- dijo jalándome aún más hacia el. Ya podía sentirlo cuando me soltó y me tomo la mano como en el inicio.

No sabía que me iba a esperar de el, tenía muchísimo miedo y empezaba a pensar que no me había salvado de todos esos tipos. Si no que él era el peor de ellos.

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