𝙈𝙔 𝙇𝙄𝙏𝙏𝙇𝙀 𝙇𝙊𝙑𝙀 © 𝘛𝘖𝘚𝘏𝘐𝘌𝘕𝘑𝘐 / 𝘉𝘈𝘉𝘠 𝘚𝘏𝘖𝘛𝘖

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Si hay algo que no saca de su cabeza es a la mujer que marcó su vida y también su cuello. Tal vez si no lo hubiera engañado su bebé conocería a su papá.

Pero por ahora ha tratado de ser la mejor persona para que cuando crezca sea también alguien bueno, le enseñaría de amor y que no es bueno engañar a la gente.

Sin embargo hay algo que cree estar haciendo mal cuando nota que ese mismo bebé es tan diferente a los demás.

Por un lado se parecía tanto a él y del otro a ella, ninguno de sus anteriores hijos qué, por cierto, le habían arrebatado, habían sido así, o eran como él completamente o como ella. Pero ¿Shoto?, su Shoto era la mezcla perfecta, no obstante a su peculiar físico también contaba de una peculiar forma de ser.

Habitualmente era algo tranquilo, únicamente lloraba cuando tenía demasiada hambre o si dejaba su pañal sucio por mucho tiempo después de que se hiciera.

Y cuando un beta rubio los visitaba cambiaba totalmente, su bebé reía, no era tan serio ni frío lo cual no es normal en algún individuo de su edad. Es como si en su presencia se amargara, todo su ambiente estaba gris y en cambio con su mejor amigo desdé siempre parecía darle color y traía alegría.

Era por aquello su conflicto interno, parecía no mostrarlo en todo el día y tampoco en su rostro, un pensamiento intrusivo  que siempre hacía llorar a su omega interno y lo hacía recordar su dilema de: ¿qué estaba haciendo mal?

Lo acepte o no, tiene una fuerte conexión con su lado animal y ahora atravesando la maternidad sin ninguna clase de apoyo emocional era frustrante. Su única terapia era ver a su pequeño jugar con sus pies y contarle de su día de trabajo en las noches cuando llegaba de la cansada tarea de ser un futuro líder en la empresa de tus padres que pronto pasaría a tus manos. Todos los días entrenándose para ser el mejor.

No importaba cuanto lujo podrían tener él y su bebé, todavía tenía un vacío que no era capaz de llenar con nada aún si su corazón está casi ocupado para cinco pequeños 一 sus hijos 一 y ¿un hombre?

一 Te juro, no se de dónde se me vino la idea, ¿te gusta?

Bueno, era una de sus noches terapéuticas donde hablaba con él y fingía creer saber lo que opinaba el otro con tan solo sus diferentes miradas y sus ruidos extraños de... bebé.

A todo eso, ya habían pasado cinco meses desde que Shoto había nacido.

一 Lo tomaré como un sí... pero no te sientas especial por ser el único en saberlo, es nuestro secreto.

Sus ojitos dispares lo miraron atentamente, parpadeando con sus pestañitas diferentes una a la otra, era tan tierno y no lo diría en voz alta pero prefería demostrarlo así, a puerta cerrada para que el mundo no conociera una de sus seis debilidades.

Entre sus anchos brazos cargaba el pequeño cuerpo, frágil, su única fortaleza al mismo tiempo.

Instintivamente por tanto arrullo omega 一 involuntario 一 el niño comenzaba a tener sueño, se notaba en sus parpados que de ratos se cerraban pero era gracioso ver como automáticamente reaccionaba, entonces él le cerraba los ojos pero muy tercamente su hijo los abría para seguir viéndolo.