Capitulo 3

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Definitivamente no escaseaban chicas atractivas, ni tampoco escaseaban los medidores llenos.

Aún así, Jisung no había tenido mucha suerte. Todavía.

Mantuvo los ojos bien atentos en busca de parejas de chicas, específicamente, con el objetivo de encontrarle ligue a Minho y a él. Charló un rato con una linda pelirroja, pero su amigo los había interrumpido con la excusa de que tenían que ir a jugar algo. También conversó con otra chica, la cual escapó diciendo que "habían puesto su canción". No había conseguido nada relevante.

La noche es joven, se dijo a sí mismo.

Minho se las arregla para parecer totalmente desinteresado por la falta de interacción femenina, a pesar de su medidor lleno. Bebió lo último que le quedaba de su trago y convenció a Jisung de que fuera a bailar con él, riendo afectado por el alcohol. Jisung lo complace y decide que se iba a relajar por ahora, se había sentido tenso casi toda la noche y se sentía culpable de haber ignorado a su mejor amigo porque había estado buscando chicas. Todo sea por el bien de los dos.

Jisung rio cuando Minho tropezó con una mesa en su camino, aumentando el agarre en su mano para que no se lastimase. Se las arreglaron para pasar a través de la multitud y poder encontrar un lugar para bailar, el aire entre los dos era húmedo y sofocante. Jisung seguro tendría que ir a tomar aire fresco después de esto.

Minho danzaba con el ritmo de la música con las manos de Jisung en las suyas, y Jisung tenía que admitir lo estúpidamente adorable que se veía cuando estaba medio borracho y risueño, especialmente cuando estaba acostumbrado que fuera siempre tan cerrado e impasible. Minho debería emborracharse más a menudo, reflexionó Jisung mientras daba vueltas, riendo y mareado por el alcohol en su sistema.

Eventualmente Minho soltó las manos de de Jisung para llevarlas a sus caderas y acercarlo a él, provocando un grito de sorpresa por parte de Jisung, quien se afirmó de los hombros de Minho para evitar chocar con él.

—¿Qu...?

—¿Estás bien?—Jisung apenas había escuchado lo que le dijo Minho, que suavizaba los ojos en preocupación—Has estado actuando un poco raro, ¿quieres irte a casa?— Jisung solo lo miró embobado mientras Minho se apartaba el flequillo, el corazón latiendo de forma inexplicable en su pecho. Sabía que Minho se ponía cariñoso cuando se emborrachaba, pero para cualquier persona la situación podría lucir...

Lo empujó rápidamente, las mejillas ardiendo por sus pensamientos. Forzó una risa nerviosa—Uh, si, si... estoy bien.

—¿Seguro?— insistió Minho, Jisung sintió una punzada cautivado por su preocupación, por sus buenas intenciones incluso si Jisung estaba bien y si quería estar ahí. No siempre era de la misma forma, y Minho siempre estaba dispuesto a acompañarlo a su casa cuando se sentía sobrepasado, y abrazarlo mientras veían películas, incluso hasta que se hacía de mañana.

—Tengo una apuesta que ganar, Minho, ¡no puedo escapar ahora!—replicó Jisung, agarrándolo por los hombros y sacudiendo, los ojos abiertos con determinación. Minho frunció el ceño, claramente dudando de su respuesta. —Enserio, estoy bien. Lo prometo—tomó la mano de Minho para unir sus meñiques cuando vio que aún dudaba, dándole la más dulce y tranquilizadora sonrisa que le podía dar.

Minho le devuelve la sonrisa y comienza a decir algo, pero Jisung no lo capta ya que ahora su atención estaba dirigida a algo unos metros detrás de Minho, su estómago revolviéndose ante la vista.

Había un chico y una chica bailando, apretados, lo que no era nada extraño debido a la cantidad de cuerpos bailando alrededor... pero solo con una mirada se podría decir que había algo fuera de lugar en eso. La linda cara de la chica, brillando por el maquillaje, estaba distorsionada en algo que oscilaba entre el enojo y el pánico mientras el otro chico respiraba en su cuello detrás de ella, las manos agarrándola por atrás y empujando sus caderas hacia él cuando trataba de alejarse.

don't leave me tongue-tied(español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora