Era el primer día de Jisung en la secundaria, y estaba cagado de miedo.
Había estado nervioso durante todo el verano, preocupado y ansioso sobre cómo iba a ser recibido por sus compañeros. Él y su familia se habían mudado a la ciudad hace sólo unos meses, lejos de su último hogar, por lo que iba a pasar por todo eso solo, sin conocer a ninguna alma en los bulliciosos pasillos o las salas llenas y sofocantes.
Jisung se había preocupado mucho en dejar una buena primera impresión, vistiendo sus mejores ropas y peinando su cabello con el gel de su hermano mayor. Había hecho un montón de escenarios en su cabeza, unos en donde hacía decenas de amigos en el primer día, o unos menos agradables en donde se burlaban de él, lo encerraban en un casillero o incluso peor, lo metían en un sucio inodoro como en las películas.
Nada de lo anterior sucedió, pero Jisung estaba seguro de que aceptaría cualquier cosa por la forma en la que estaba pasando completamente desapercibido, como un fantasma acechando en los pasillos.
Bueno, tal vez tener su cabeza metida en inodoro no. Estaba agradecido de que no hubiera pasado, aún, por lo menos. Aún había tiempo. Pero por la forma en la que todos parecían pasar de él, no estaba seguro de si era un candidato viable.
Sin embargo todos parecían estar más interesados en el apuesto estudiante que había sido transferido semanas después del año escolar.
Jisung se las arregló para mantenerse todo ese tiempo sin hacer ningún amigo o siquiera alguien con quien llevarse bien, sus interacciones con sus compañeros nunca fueron más allá de pedir prestado un lápiz o prestar un papel con la esperanza de que mágicamente se volvieran sus amigos. Aun así se había aprendido algunos nombres, como el estúpido, popular y lindo chico llamado Hyunjin.
—Él es tan frío...—Hyunjin le decía a sus amigos mientras ellos escuchaban atentos cada palabra que salía de su boca. —Es como un robot. Tan serio y callado.
Jisung resopló. ¿Qué mierda sabía Hyunjin? dirigió su mirada hacia donde estaba el estudiante transferido, su rostro indiferente mientras un profesor ponía una pila de libros en sus brazos. El profesor le dijo algo con una amigable sonrisa, y lo único que hizo el estudiante fue responderle con un seco asentimiento.
Okey, tal vez Hyunjin tenía razón.
Jisung se preguntó si el estudiante transferido también tendría problema en hacer amigos. Tal vez Jisung podría haberse acercado a él si hubiesen estado en la misma clase...
Cuando llegó la hora del almuerzo, Jisung casi se había olvidado de él, más bien, podría haberlo hecho si no fuera porque literalmente de lo único que hablaba todo el mundo era sobre lo frío y hostil que parecía ser el estudiante (Minho, había escuchado). Jisung se preguntó si alguno de ellos se tomó el tiempo de hablarle.
También se preguntó si Minho querría que alguien se sentara con él durante el almuerzo, y ya que Jisung se sentaba solo, tenía la intención de ofrecerle su compañía. Sin embargo no pudo encontrar al chico cuando escaneó la cafetería con su mirada, por lo que se dio por vencido y se sentó para comerse su sandwich de atún en silencio antes de empezar a verse como un idiota.
Ya casi terminaba la hora de almuerzo cuando una voz sacó a Jisung de sus pensamientos, haciendo que se volteara en su asiento y viera a Minho observándolo expectante.
—D-disculpa, ¿qué?—Jisung tartamudeó nervioso.
—¿Te vas a terminar eso?—Minho preguntó.
Jisung miró los restos de su sándwich, desconcertado. Bueno, lo iba a terminar, pero no era como si estuviera muriendo de hambre, por lo que simplemente sacudió su cabeza. —¿No has almorzado?—preguntó.
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don't leave me tongue-tied(español)
FanficDespués de desearle a una estrella, Jisung desarrolla el extraño poder de ver un "medidor de lujuria" en las personas que lo rodeaban, mostrando cuán excitados estaban. Como si no fuera lo suficientemente raro, el medidor de su mejor amigo Minho, es...