Espíritu de la muerte♧ (Jack frost)

•JUNO MAKRIS•

Me dirigí con Jack a la nueva "guarida" de Pitch, por así decirlo. Esta era una cueva algo alejada de la población.
—¡Pitch! —exclamé.
Pitch apareció de las sombras.
—¡Vaya! Pero, ¿Qué tenemos aquí? ¡Es Jack Frost! —dijo Pitch finjiendo entusiasmo. —¿Qué pasó? ¿Te diste cuenta de cuál es que equipo ganador?
—Ahorrémonos la parte en la que me restregas que tenías razón. ¿Cuál es el plan exactamente? —respondió Jack con seriedad. Jack parecía muy buena persona y me sorprendía mucho que hubiera aceptado. Pero de cualquier modo ayudaba.
—Así que, al grano. —Pitch le sonrió. —Síganme. —se dió la vuelta y nos comenzó a dirigir al lugar donde le "explicaría" el plan a Jack.
Mientras caminábamos detrás de él, Jack me miraba sonriente.
—¿Por qué me miras así? —le pregunté con molestia e incomodidad.
—¿Cómo una chica tan linda terminó así? —me preguntó Jack.
—¿Así cómo?
—Siendo aliada de Pitch. Malvada, no lo sé.
—Ay, Jackie... No estás en posición de preguntar eso sabiendo que estás en el mismo lugar.
—Nunca estés tan segura, Junnie. —me dijo con un tono coqueto y luego se adelantó.
Mis mejillas empezaron a arder y comencé a sentir un malestar en el estómago. ¿Por qué tenía que decirlo así? ¿"Junnie"? Qué patético.
Llegamos a una habitación que daba al aire libre y, cuando salimos, nos encontramos con una figura bastante interesante: hielo y oscuridad.
Pitch me contó que se había formado en una batalla contra Jack un par de años atrás.
—¿Recuerdas esto, Jack? —preguntó Pitch. Jack asintió con la cabeza. —La cosa es sencilla: Juno se deshace de la mitad de la humanidad, tú haces que todo el mundo esté cubierto de tiempos helados y yo los atormento.
—¿Y por qué eso ayudaría a cada uno? —preguntó Jack bastante serio.
—Simple. Juno, como espíritu de la muerte, sería vista como la salvación a tanta tortura. Y tú y yo seremos temidos, dominaremos el mundo, y, al fin, creerán en nosotros. —escuchar el plan me ponía algo inquieta. Era un plan bastante macabro, a decir verdad, pero era el único modo de que rechazados como nosotros fueran vistos. —¿Entonces? —Jack miró fijamente a Pitch.

Luego de un rato, salimos caminando de la cueva Jack y yo.
—Al parecer ahora también eres un peón de Pitch, Jackie. —dije burlándome cuando ya estábamos afuera de la cueva. Jack soltó una leve risa. Cruzamos miradas. En cualquier otra circunstancia hubiera pensado que ese chico era jodidamente atractivo.
—Adiós, Junnie. —me sonrió y se fue siendo jalado por el viento.
Ahí estaba ese apodo otra vez, comenzaba a repudiarlo.