DINASTÍA [DAENSA]

Y LA DINASTÍA SIGUIÓ

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ALYSSA

Alyssa ha mantenido un buen perfil desde el día anterior que llegaron las reinas.

Jon le ha señalado que los días antes de la boda debe pasar tiempo con su prometida para que no haya malos entendidos entre la gente de Invernalia.

Margaery siempre ha dado buenos regalos, capas especialmente, capas para cubrirse del frío del Norte. Tyra fue doncella anteriormente de la reina consorte, ha dicho que enviaría buenas porciones de galletas en formas de rosas como muestra de un auténtico regalo, esa mujer sabe el gusto culinario de cada persona en Invernalia, incluyendo de las visitas que solo pasan dos días en la fortaleza.

Las galletas en formas de rosas es un buen detalle que puede alegrarle el día a su pequeña rosa.

Cuando salió de sus aposentos escuchó risas de los guardias, puede que haya tenido encuentros amistosos con los hombres, pero hablar acerca de que la princesa Margaery la superará en estatura no es divertido. A sus tres y diez años Margaery es alta, le llega hasta su nariz, simplemente... No es divertido que hablen así de su... De Margaery. Sí, tendrá la misma altura que Sansa, debe hacerse la idea de que le superará en cualquier momento.

- Entiendo porque nunca querías aceptarme en tus aposentos. - Alyssa dio un salto ante la voz que la tomó desprevenida. Lady Cassandra se veía reluciente con un vestido luciendo los colores de la Casa Tully.

- Buenos días también a usted, Lady Cassandra. - Saludó amablemente ante la emboscada.

- Esperé a alguien más... Ya sabes, una mujer, no una niña. - Dijo frustrada. - Dije para mí misma: "Cassandra, Alyssa le interesa otra mujer con mejores pechos y curvas o bien, un hombre corpulento y sagaz".

- Por favor, Lady Cassandra, dejé bien claro a su padre que no desee tomarla por esposa. No estuve interesada en ningún momento, lo sabe. - Su voz suena a súplica. - ¿Quiere que siga disculpándome?

- Quiero que me tomes a mí como esposa, Alyssa. - La Guardiana retrocedió al verla acercarse. Lady Cassandra nunca trae buenas intenciones cuando está cerca de ella. - Yo estuve en todos los momentos en que necesitabas a alguien que te consolara cuando te encerrabas y llorabas por días, ¿Quién fue la persona que se quedó días aquí para tomar tu lugar cuando estabas indispuesta ahogándote en tus lágrimas? ¿Esa niña mimada?

Alyssa respiró profundamente.

- Por favor, Lady Cassandra, no le falte el respeto a la princesa Margaery en mi presencia. Agradezco mucho el tiempo que compartió conmigo y los problemas que tuvo que arreglar en mi ausencia en mis días... Grises. Quiero comprender que lo hizo de buena fe.

- Lo hice de buena fe pensando en ti... Cuando mi padre se enteró de tu próxima boda me pidió que dejara de intentar. - Hizo una mueca de disgusto negándole la mirada. - Y como había gritado a los cuatro vientos que mi preferencia son las damas... Me prometió a Lady Alysanne Bulwer de Corona Negra.

Alyssa recuerda ese nombre. Es la misma mujer a la que Daenerys quería darle su mano cuando salieron mal hace años. Una antigua amiga de la difunta Margaery Tyrell y de la propia Sansa.

- Escuché que es una mujer muy bondadosa. - Intenta halagar.

- Sí, y paranoica. Apenas sale de sus propios aposentos, mucho menos saldrá de la fortaleza. Y no sé, tal vez sea una... desubicada que me apuñale a mitad de la noche. - Sí, también escuchó eso. - Yo soy digna de ser la Dama de Invernalia, Alyssa, te lo demostré muchas veces...