DINASTÍA [DAENSA]

DRAGÓN DE INVIERNO

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SANSA

— Sansa... — Llamó Daenerys desde las puertas de la habitación.

No quiere escuchar a nadie, mucho menos a Daenerys. Nadie se mostró sorprendido en la mesa más que ella, sus sobrinos e incluso Lady Myrcella brindaron por el compromiso ¿Cómo se les ocurre brindar por tal...? Sansa tiene rabia, pero no quiere demostrarla haciendo berrinches.

— Quiero estar sola. — El nudo en la garganta apenas la dejó hablar.

Los pasos de Daenerys se escuchan acercándose con lentitud. Sansa está contra el marco de las puertas que dan al balcón.

— No probaste el desayuno. — Dice lo evidente. Sus doncellas trajeron un desayuno individual a sus aposentos, pero Sansa no quiere probar un bocado. Su estómago se está revolviendo con cualquier cosa. — No debiste comportarte de esa manera.

— ¿¡Cómo querías que me comportara!? — Le dio la cara. — Claro, tú provienes de una familia... — Calla de inmediato, Sansa sabe que es una mala idea hablar cuando su cabeza está llena de cólera. — No les permitirás un matrimonio ¿Acaso no lo ves? Alyssa ha llegado demasiado lejos para no ser la Guardiana en el Norte. Está jugando con el corazón de Margaery.

— Se han estado cortejando por años, pero no pudiste verlo. Los regalos, los paseos...

— ¿Quieres que piense que Visenya y Ned se estuvieron cortejando desde que eran niños? — Replicó. — Margaery es joven, Dany, no sabe lo que quiere. A su edad creía en encantadores príncipes... Ya ves lo que pasó.

Daenerys hizo una mueca.

— ¿Crees que Alyssa lastimará a Margaery como Joffrey y Ramsay lo hicieron contigo? — La sola mención del nombre de Bolton provocó un escalofrío en su cuerpo. Aquella sonrisa sátira se formó en su mente de repente. Ella negó. — Alyssa no tomó un esposo en estos años, Margaery dijo que la ha estado esperando. Dudo que esté jugando con ella ¿Qué ganaría? Solo una esposa a la que llamarán la Dama de Invernalia.

Sus propios hermanos sabían también y no pensaron en decirle. Alyssa es tan su hija como los príncipes, no puede creer que se le ocurriera poner sus ojos en Margaery. Está mal. Esa relación está muy mal. Los religiosos de los Siete tendrán más cosas que señalar a su familia, puede aceptar un matrimonio entre dos mujeres o dos hombres, pero entre hermanos no. Fue una de las condiciones que puso antes de casarse con Daenerys, sus hijos no se casarían entre ellos, ellos elegirían a sus parejas.

Pero Alyssa no es su hija de sangre. No tuvo la misma oportunidad que Visenya y Ned de verla como una hermana que los acompañara en sus travesuras o, cuando Alyssa los acompañaba en sus cuidados. Tan solo pasó seis lunas al lado de Margaery antes de irse al Norte como Guardiana.

Trató de que no pensara mal sobre sí misma desde el día en que comprendió que algo no iba bien con su adopción. La maldita gente comenzó a hablar de que no poseía ningún derecho sobre el Norte, porque no llevaba la sangre de las reinas. Las habladurías comenzaron sobre sus rasgos más notorios, rasgos de las Tierras de la Roca, al igual que Sansa, muchos se hicieron la idea de que era una bastarda de algún Señor importante que la abandonó a su suerte en la frontera.

Sansa nunca ha sabido nada de la procedencia de Alyssa, pero con los años que ha estado casada con Daenerys la conoce bien. Con la posible traición de Varys, Leliana pudo haber encontrado algo ¿Pero quién es ella para pedir respuestas? Alyssa es suya, no debe estar llorando por padres que no conoció ni por la sombra de aquel hombre que la dejó sola.