Cuando abrió los ojos vio el techo con luces y ese techo gris que tanto odia. Sus ojos están borrosos, su cabeza esta mareada y no recuerda mucho de lo que paso en la escuela que sostuvo a Suguro y...
—¡¡YOKI!!— al levantarse siente un tirón en el brazo y que su sabana se jala. El tirón fue de la vía que había en su brazo, lo que jala su sabana es Kaito jalando su sabana oliendo el aroma de Satoru.
Kaito estira su mano, pero la retrae, Satoru le ha dicho millones de veces que no quiere que lo toque nunca más.
—Mi bebé— abraza la sabana del aroma de su hijo—mi bebé... mi bebé—sigue llorando sus lágrimas cae en las sábanas y ve como presiona un control.
A los pocos segundo entran tres enfermeros y el doctor, hacen retroceder a Kaito y este no suelta la manta aspirando el olor de Satoru, su primogénito, su pequeño niño.
—Esta estable Gojo-san, él está bi-... ¡GOJO-SAN! — Kaito se desmaya y cae al suelo
—¡MAMÁ! — grita Satoru en forma desesperada, nunca vio a su madre así—¡MAMI! — dice como cachorro buscando el calor de su progenitor.
—Tranquilo, es normal que se desmaye—dice colocándole suero— estuvo despierto todo el tiempo que estuviste en coma, es difícil para el cuerpo soportar días sin dormir.
—¿Cu-cuantos días estuve... en coma? —pregunta desesperada por la voz seria del doctor.
—Unos 12 días después de encontrarte en la enfermería de la escuela, estabas medio desnudo y con un nudo— dice leyendo el historial— estas deshidratado, anemia y tus niveles de feromonas y hormonas estaban en un desnivel, eso fue los primero dos días y Gojo-san lo estabilizo con feromonas.
—Mami—Satoru será un adolescente, pero aun anhela el cariño de su madre que él se impuso de que él no lo tocara desde los 12 años, hace más de 5 años que su mamá no lo ha tocado ni siquiera para darle un abrazo de cumpleaños— Mamá... lo siento— por primera vez quiere anhela un cariño de mamá.
—Duerman, en la noche les daremos cena y llamare a los demás familiares.
—Creo que debes despertar, ya vas días sin levantarte de esa cama—dice entrando su con una bandeja de comida suave— levántate— dice empujando con su pie contra sus caderas hasta llegar a la pared fría
—Sukuna, déjame dormir
—Tu maldito lobo omega esta triste, ¿por qué no lo terminaron de coger?
—Cállate alfa feo y pestoso
—Omega mal cogido
—Eres horrible, te detesto, pero deja la bandeja— dice despertando y en camino a la ducha— iré a bañarme.
—Apestas a...— lo aspira cerca y arruga la nariz— a omega mal cogido— y le da una palmada en las caderas.
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Eres el Omega de mis sueños
FanfictionDicen que para el amor no hay edad, pero la verdadera interpretación es que no hay etapa especifica en la cual uno se enamoré. -La edad es solo un número-le dice su hermano -Si claro y la carcel solo es una habitación