Capítulo 3

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Alaia.

—Alaia. —grita mi hermano y mis esposos.

—Señora, venga con nosotros. —escucho decir, no sé si son mis guardaespaldas o los de Víctor. Lo único que sé es que no les presto atención.

Omito sus gritos y salgo corriendo a buscar a los niños. Todo el patio está lleno de humo, el césped,  la flores y una parte del piso tiene fuego.  A pesar de que la puerta está cerrada está colándose el humo hacía acá dentro. Hay dos hombres tirados en el piso, uno está tratando de ayudarlos y los otros dos intentando apagar el fuego.

Corro hacía las escaleras para buscar el cuarto de los niños. Escucho como ellos gritan y como Nina intenta calmarlos.

—Nana ¿Qué está pashando? —pregunta Aleksai

—Nada, solo fue un ruido muy fuerte.

—Yo creo que si vamos a morir. —dice Massimo.

Entro a la habitación. —No van a morirse, yo jamás permitiría que a ustedes le suceda algo.

—¡Mamiiii!  —gritan mis pequeños y corren a abrazarme.

—Shhh, tranquilos. Mami ya está aquí. —En ese momento entra Stefanno, Alek y Victor.

—Tenemos que irnos de aquí. —dice Stefanno.

—Éste lugar no es seguro para los niños, ni para nosotros.—habla Alek.

—¿Papis está sucediendo algo grave? —pregunta Aleksai.

—Tranquilo Aleksai. —sonrío al ver  que Massimo intento calmarlo. —De morir gravemente no pasamos. —borro mi sonrisa inmediata.

—Massimo. —le dicen sus padres al unísono. Victor se ríe así que lo fulmino con la mirada.

—Salgamos por la puerta principal, los hombres de Alek y Stefanno están acomodando las camionetas y ya llamé a los  piloto para que vaya acomodando los jet. —nos informa Víctor.

De primero va Víctor, detrás de él voy con los niños y Nina; Alek y Stefanno van cubriendo nuestras espaldas. Al bajar las escaleras le digo a Nina que le tape los ojos a Aleksai y yo se los tapo a Massimo, no quiero que vean a los hombres tirados en el piso ni todo el caos que hay en el patio.

Al llegar a la puerta hay tres camionetas esperando por nosotros. En la primera se sube Víctor junto a tres hombres. En la del medio se suben los niños, Nina y yo, en la parte del copiloto Stefanno. y, en la última camioneta se sube Alek.

La camioneta donde va Vic se pone en marcha así que, la nuestra lo sigue; detrás de nosotros viene la otra camioneta. El trayendo hacía la pista es un poco largo, el tiempo se vuelve cada vez más lento, nadie dice nada, ni los niños ya que están en silencio también, es como si supieran que nadie debe decir nada.

¿Quién habrá puesto la bomba?

¿Por qué sabían que estaríamos en ese lugar?  Que yo sepa no le dijimos a nadie. Alek, Stefanno, Victor y yo hemos mantenido un perfil bajo. Tenemos a otra persona que dan la cara a la hora de hacer un negocio. Tampoco hemos tenido problemas con la distribución de la coca y de las armas, mucho menos problemas con la policía. Ningún tiene un enemigo, no que yo sepa.

Desde la muerte de los James habíamos tenido la vida tan tranquila ¿quién nos quiere joder ahora?  No descansaré hasta descubrirlo y cuando sepa quiénes son los malditos los mataré.

—Hemos llegado. —nos avisa el chófer.

—Nina ve con los niños al jet. —le dice Stefanno.

—Por supuesto señor. —Nina se baja y se lleva a los niños al jet.

JUEGO DE TRES (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora