Ch38

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HIJO DEL REY HÉROE

C38 INTERLUDIO 4: VIDA DE UN SANTO

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La noticia del nacimiento de una nueva santa hija conmocionó al reino.

Lo era aún más ya que no era una de las posibles hijas sagradas preparadas por los nobles o el rey.

Su nombre era desconocido, pero su nombre santo era Camelia. Camelia Castitas.

Era una joven hermosa, su largo cabello dorado ondeaba al viento y su rostro impasible daba una impresión de grandeza y poder.

Camelia nunca sonreía. Porque ella no encontró la felicidad en este mundo.

Su posición fue revelada gracias a una revelación divina de la diosa.

Su posición como hija santa fue cimentada. Nadie, ni siquiera los nobles codiciosos se atrevieron a tratar de apoderarse de alguien que directamente tenía la atención de las diosas.

Así fue creciendo tranquila y lentamente en la iglesia mientras aprendía sus deberes actuales y futuros.

La hija suprema de esa época, Lily Castitas, era una mujer amable y hermosa con pocas curvas femeninas.

Si alguien le preguntara cuál es su mayor rasgo, entonces sería su sonrisa. Una sonrisa tan grande y cálida como el sol.

Sin importar cuál fuera la situación, sin importar cuántos problemas tuviera, ella siempre sonreía. No una sonrisa fingida ni forzada, sino una verdadera y genuina llena de compasión.

Camelia odiaba esa sonrisa. Porque podía sentir su propia fealdad. El alma de aquella mujer brillaba como la joya más grande.

No era una metáfora.

Realmente podía ver su alma. Fue el regalo y la maldición que recibió el día que abrió los ojos por primera vez.

Camelia nunca sonreía, ni podía sonreír.

La vida de Camelia fue una vida de expiación.

Su día lleno de cansancio y la noche llena de pesadillas.

Fue doloroso.

Ay tan doloroso

Todos los días, se despertaba y trabajaba metódicamente sin ningún pensamiento y sin ningún objetivo.

¿Convertirse en la hija suprema?

Este no era de ninguna manera el objetivo que ella deseaba. Simplemente actuó porque si no trabajaba simplemente se suicidaría.

Su vida era aburrida. Los colores del mundo eran grises.

Fue en este mundo gris donde se encuentra con ella, su primera rival.

****

"¡¿Cómo te atreves a rechazar a mi hermano?!"

Camelia, que se alejaba de una reunión con el rey, detuvo sus pasos cuando se giró para mirar a la chica de cabello púrpura que le gritaba.

'¿OMS?'

Ella inclinó la cabeza confundida. Fue la primera vez que alguien le habló de una manera tan agresiva.

"Disculpe, pero ¿quién es usted?"

"¡¿En serio?!"

La expresión de sorpresa de la niña fue tan exagerada que incluso Camelia comenzó a sentirse un poco mal.

EL HIJO DEL REY HEROEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora