EL HIJO DEL REY HEROE

Ch3

HIJO DEL REY HÉROE

C3 CH 3: MILIA (2)

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Milia colocó su trasero redondo y regordete sobre su pene y lentamente, muy lentamente, comenzó a bajarlo.

Sus muslos blancos como la leche se hundieron y los labios succionaron la cabeza hinchada de su enorme pene.

"¡Nn~!"

Sorprendentemente, Milia fue la primera en alzar la voz. La punta aún no había entrado completamente en su raja, pero sus delgadas cejas se torcieron y fruncieron mientras los gemidos sexuales escapaban con sus calientes respiraciones.

Sol, por su parte, no pudo decir nada en absoluto. Estaba hechizado por esas caderas bien formadas que se deslizaban hacia adelante y hacia atrás, a izquierda y derecha sobre su pelvis como si estuviera apuntando.

El hecho de que la falda de su uniforme de sirvienta escondiera todo lo que sucedía debajo era particularmente erótico a sus ojos.

Finalmente, la cabeza en forma de hongo se alineó perfectamente con su entrada interior secreta cuando comenzó a hundirse aún más.

Sintió un apretado anillo de carne suave y cálida envolver su pene y quedó impresionado por el placer que los nervios de su pene excitado recibieron del calor de la mujer empapada.

A medida que su unión se hizo más profunda, el encantador cuerpo de Milia se arqueó hacia atrás, incapaz de esperar, mientras bajaba lentamente las caderas, incitándolo a agarrar su cintura y levantar sus propias caderas.

Su hermosa vagina se apretó con fuerza para profundizar su vínculo. Sol ya se había corrido una vez, así que sabía que no tenía que temer correrse demasiado pronto.

"Milia..."

"¡Hah~! Tal vez me emocioné demasiado después de tanto tiempo. Eso se sintió demasiado bien".

Su tono era de broma, pero una mirada de anhelo llenó su rostro cuando colocó sus manos sobre el estómago de Sol y ajustó la profundidad de su posición sentada.

Su cuerpo temblaba ocasionalmente como si sufriera pequeñas sacudidas de descargas eléctricas, por lo que podía decir cuán grande era la presión que se acumulaba dentro de ella.

Los hermosos senos en forma de cuenco, emparedados entre la parte superior de sus brazos, rebotaron y su cabello negro ondulado revoloteó en el aire, reflejando la encantadora luz de la luna.

Cuando la cabeza de su pene alcanzó su punto más profundo, una nueva pegajosidad similar a la miel lo envolvió.

"¿Cómo te sientes?"

Ella le dedicó una sonrisa hermosa, casi coqueta, mientras lo miraba con las rodillas en la cama, las caderas en su entrepierna y las manos acariciando juguetonamente su pecho.

Aun así, Milia respiraba con tanta dificultad que apenas podía preguntar. Nunca se había sentido tan llena.

'Ah, incluso mi esposo nunca había llegado tan lejos'.

Descartando los pensamientos inútiles de su difunto esposo, volvió a concentrarse en el niño pequeño, no, el hombre que tanto quería.

Cada vez que la cabeza de su pene empujaba en su lugar más profundo, sus amplios senos temblaban y su cuerpo y alma se retorcían en éxtasis, pero aún recordaba su posición como la mayor. No podía dejarse llevar por el placer... todavía.