EL HIJO DEL REY HEROE

Ch85

HIJO DEL REY HÉROE

C85 CH 76: MEDEA (2)

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"Vamos a hacerlo."

En el momento en que Medea escuchó esas palabras, sintió como si su corazón fuera a explotar. Había soñado con este mismo momento durante años. De hecho, incluso había renunciado a la idea de encontrar el amor.

Al recordar las palabras que vio en algunos de los libros que a Freya le gustaba escribir, tartamudeó:

"Por favor... hazme un lío".

Sol sintió que su razonamiento casi se rompía. Dejando escapar un gran suspiro por lo destructiva que podía ser Medea, se inclinó y la besó profundamente, sus cuerpos se entrelazaron lentamente.

Finalmente, mientras Medea estaba completamente enfocada en el beso, lentamente empujó su glándula en su estrecha vagina.

"Nn~"

Medea dejó escapar un pequeño gemido. Tener un pene más grande que un dedo abierto en su entrada fue un poco doloroso. Al mismo tiempo, su cuerpo, que fue conducido al clímax varias veces, estaba enloquecido por esperar placer y comenzó a convulsionar.

Mientras tanto, Sol pudo sentir una feroz resistencia una vez que llegó a su himen. Se demostró que sus preocupaciones eran ciertas, pero se calmó.

Sol dudó un momento antes de decidir que atravesarlo de una sola vez sería mejor para ella.

-Medea, lo siento.

"¿Qué~?"

Sus caderas temblaron en el momento en que le dio un empujón profundo.

“¡Ah, ahh~!”

En ese momento, ella perdió la castidad que había protegido por tanto tiempo.

Sus delgadas cejas se curvaron cuando esa gruesa estaca fue clavada en ella. Mientras el dolor surgía a través de su entrepierna.

Ahogó un grito por el intenso dolor que atravesaba su agujero oculto cuando su himen se rompió y abrazó a Sol con fuerza. Al mismo tiempo, sus uñas le arañaron la espalda, pero a Sol no le importó ya que el dolor que sentía era sin duda mucho peor.

También podía sentir la corriente de energía que lo dejaba desde que comenzó a tocarla expandirse enormemente. Pero una vez más no le importó particularmente. Simplemente siguió mirando a Medea, sus ojos llenos de amor y preocupaciones.

La parte que los conectaba tenía sangre roja fluyendo. Era la prueba de que ella era virgen hace un tiempo.

Inconscientemente, ella apretaba dolorosamente alrededor de su polla. Los pliegues ondulados de la vagina enredaron su pene, se sentía tan bien que pensó que podría eyacular aunque no se moviera.

Mirando su rostro cubierto de lágrimas, Sol lentamente extendió su lengua y las lamió.

"... Salado."

"*Huff* *Huff* *Huff* E-Estoy bien, tú... puedes continuar".

Sol negó con la cabeza. Él no era una bestia. Bueno, técnicamente lo era. Pero este no era el punto. No buscaba sólo su placer. Sabía que ella lo estaba apurando porque cuanto más tardaran, más energía vital perdería. Pero, a este ritmo, incluso si follaran durante cuatro horas seguidas, solo perdería una o dos horas de su vida.

Aunque follaran diez mil veces, apenas perdería algo cercano a los tres años de vida. Tres años de potencialmente miles. Esto realmente no fue un gran problema.