Ch169

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HIJO DEL REY HÉROE

C169 CAPÍTULO ESPECIAL: PERSÉFONA (2)

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Al ver a Perséfone deslizar un poco de su crema de sus pechos con el dedo y lamerlo, Sol siente que su polla se endurece aún más.

Un fenómeno que no escapó a Perséfone. Una vez que terminó, usó una servilleta para limpiar el resto de sus senos. Aunque no podía hacer nada acerca de lo que había aterrizado en su uniforme.

Luego, dándole una sonrisa sensual mientras se ponía de pie, murmuró,

"Parece que estás listo para otra oportunidad".

Sol sonrió, "Puedo ir todo el tiempo que desee".

Tomándola por la cintura, Sol la giró y la hizo sentarse en su regazo, de espaldas a él.

Poniendo su nariz en su cuello, inhaló profundamente, llenándose la nariz con su olor.

Al mismo tiempo, no pudo evitar soltar un gruñido profundo, mientras luchaba contra el impulso de simplemente devastarla tan violentamente como fuera posible.

Este era un impulso contra el que siempre había tenido que luchar. Uno que soltó solo parcialmente cuando estaba con Camelia.

Después de todo, no importa cuán poderosos fueran todos sus compañeros, sus cuerpos aún eran demasiado frágiles en comparación con el suyo. Si realmente se volviera loco, simplemente los lastimaría si no usaran maná para protegerse.

Tocando su pecho por detrás, Sol los sopesó suavemente antes de pellizcar sus protuberancias que se endurecían lentamente a través de la delgada blusa.

Realmente se preguntó cómo Perséfone tenía un cuerpo tan glamoroso mientras sus tres hermanas simplemente parecían estudiantes de secundaria.

Por supuesto, como era de mala educación pensar en otras mujeres teniendo a otra en tus brazos, Sol se concentró en la tarea que tenía entre manos.

"¡Puedes ser más rudo si quieres~!"

Sol no necesitaba una segunda invitación. Desabotonando completamente su blusa, expuso sus pechos sin sostén al aire y continuó masajeándolos mientras mordía y besaba su cuello.

Poniéndola en la cama, Sol miró detenidamente a la belleza de pelo largo. Era como si estuviera mirando una obra de arte.

Levantando las piernas, Sol usó su dedo para rasgar sus medias. No deseaba que ella se los quitara ya que se veía mucho más erótico así. Su vagina reluciente desprovista de vello púbico, un líquido transparente goteando de su raja, mojando la parte interna de sus muslos debajo, hablaba mucho de su excitación actual.

"Ah, eso es vergonzoso..."

Aunque Perséfone era bastante atrevida, todavía sentía un poco de vergüenza por la forma en que él observaba su lugar más secreto.

“Je, no lo estés. Es hermoso. Ahora bien…”

Por un breve momento, Persephone se preguntó qué deseaba hacer Sol, todo pensamiento se desvaneció cuando tomó su clítoris en su boca y comenzó a chuparlo.

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