EL HIJO DEL REY HEROE

Ch147

HIJO DEL REY HÉROE

C147 CAPÍTULO ESPECIAL: MEDEA (3)

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[Mundo de Medea]

(AN: Esos eventos ocurrieron después de que Sol dejó a Camelia y fue a preguntarle a Medea sobre la magia de Kali).

Después de hablar de Kali, Sol pensó en lo peligrosa que podría ser una pelea contra ella en la capital.

Si su poder era remotamente similar a lo que él estaba pensando, entonces ella era básicamente una bomba nuclear andante.

Por supuesto, pedirle a Medea que ayudara a proteger Lustburg a pesar de la forma en que se la representaba en los libros de historia no era algo que pudiera pedir fácilmente.

Pero al mismo tiempo, si pudiera ayudar, volvería a ser vista como la salvadora de Lustburg y nadie se opondría a su relación.

Pensando así, estaba a punto de ponerse de pie y sintió que le tiraban de la manga.

"Sol…"

Estuvo a punto de preguntar qué estaba pasando, pero después de ver su rostro febril y sus ojos húmedos, entendió casi sin necesidad de palabras.

Una pequeña sonrisa se grabó en su rostro cuando tomó su rostro entre sus manos y le preguntó en voz baja:

"¿Puedo visitar tu habitación?"

Todo lo que Medea pudo hacer por respuesta fue asentir.

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La habitación de Medea estaba tan ordenada y femenina como recordaba. Como no quería perder demasiado tiempo, la empujó suavemente sobre la cama y se inclinó hacia ella.

Cuando sus labios presionaron los de ella, ella cerró los ojos y aceptó el beso.

Besó suavemente su boca bien cerrada varias veces y luego chupó suavemente su labio inferior. Se apartó por un momento.

"Abre tus labios".

Ordenó en voz baja. Tragó saliva por el nerviosismo; le dolía la garganta.

Su rostro estaba teñido de un tono rosado mientras dudaba, pero al final, dejó que sus labios se separaran un poco.

Sus ojos parecieron reírse por un momento. Pronto, sus labios presionaron firmemente contra los de ella y un suave trozo de carne entró en su boca.

'Ah...'

Su lengua devastó suavemente el interior de su boca. Lentamente hizo su camino alrededor de sus dientes y los lados de sus mejillas.

Medea sintió un placer estremecedor cuando su lengua encontró la de ella. Cuando sus labios se abrieron un poco, él habló.

"Sabes a vino".

Medea sintió que el rubor le quemaba las mejillas. Cambió de posición y cerró los labios una vez más. Sus lenguas lucharon mientras su saliva se mezclaba.

Estaba concentrado en explorar el interior de su boca a través de los besos. Su lengua se retorció y chupó, luego la soltó.

“¡Ah~!..”

Un gemido bajo escapó desde lo más profundo de su garganta. El suave beso se calentó gradualmente.

Su beso continuó de esa manera por muchas rondas más. Los hombros de Medea, que habían estado rígidos por los nervios, se relajaron gradualmente. Sus besos eran dulces y relajantes.