¿Puedo querer como tú?

CAPÍTULO 2: ¿En qué rayos me metí?

Abriendo la puerta del local pude ver que había 2 personas comprando y el vendedor, ignorándolos me diriji hacia donde se encontraban las frituras, estado allí busqué entre los estante una marca en especifico pero lo único con lo que me encontraba con frituras de marcas que nunca en mi vida había oído hablar, "extraño" pensé, por curiosidad revise la demás mercancía solo para encontrarme de nuevo con productos de marcas de las que nunca había conocido, aún extrañado me dirigí hacia el mostrador, "Señor eh, disculpe pero, ¿no tiene Doritos o Pepsi?" le pregunté. "¿Eh?, ¿Doritos? ¿Pepsi?. Muchacho sea de lo que sea a lo que te refieras no tenemos de eso" respondió el vendedor cómo si nunca hubiera conocido ¡dos de las marcas más famosas del mundo!, eso me confundió más. Ya sin tratar de darle más vueltas a esto compre lo que más se parecía y por supuesto más barato. Saliendo de esa tienda revisé mi teléfono, pero todavía no tenía señal "Ok esto ya es bastante extraño, ya estoy en una ciudad donde se supone que debe de haber algo de señal, ¿qué rayos está pasando?" pensé, "¿acaso verdaderamente estoy muerto? o ¿Simplemente es solo un sueño?" me cuestioné, "no... no estoy muerto o soñando. Esto se siente completamente real, pero entonces ¿qué es lo que está sucediendo?".

Estuve caminando intentado hallarle sentido a mi situación mientras comía mis frituras, pero simplemente no hallaba explicación para esto, "Haber Matias, cálmate" me dije a mi mismo inhalando y exhalando para evitar perder la calma, "Si no puedo hallar la respuesta a esto, entonces debería información que me lleve a algo más conclusivo" pensé algo más motivado, pero luego me di cuenta de algo "parece que mi viaje a una biblioteca, si es que la hay, se suspenderá hasta mañana. Ya que es muy tarde, por no decir noche" dije desmotivado. "Bueno... a pasar la noche cómo un vagabundo se a dicho" me dije con pesar, caminando hacia el banco más cercano, donde me acosté me abrigue lo mejor que pude con la chamarra y cerrando los ojos para poder dormir, solo con el pensamiento de que cuando despierte está otra vez en mi cama o un lugar que conozca.

Desperté con molestia ya que la luz del sol me estaba dando de lleno en la cara, abrí mis ojos solo para encontrarme en el mismo banco en el que me acosté la noche anterior. Solté un largo y profundo suspiro mientras de frustración mientras me levantaba del banco "Por al menos se que esto no es definitivamente un sueño" me dije mientras frotaba un par de veces mis ojos para quitarme completamente el sueño. Después de una media hora de estar caminando y pedir un par de indicaciones, finalmente llegando a la biblioteca "'Buddwick Librería Publica' je, espero que halla algo de información útil aquí" pensé, cruce las puertas dejándome ver un interior bastante silencioso, cómo esperaba. Ignorando a las personas con las que me cruzaba, llegué a la sección de historia, tomé un par de libros y me fui a una mesa para poder leer.

Pasaron los minutos y yo me quedé estupefacto ante lo que encontré en los libros de historia, muchos de los eventos que conozco nunca pasan o pasaron de forma diferente, por ejemplo la segunda guerra nunca sucedió, y la primera guerra fue más bien una guerra de guerrillas. Aunque algo que se resalta aquí, es la mención de mujeres con capacidades mágicas o sobrehumanas, "curioso" pensé aunque esto último no da detalles y para mi no era realmente relevante lo llegan a mencionar en puntos importantes de la historia.

Después de haber leído un poco más decidí que fue suficiente por el momento y me fui de la biblioteca, por lo que me replantee mi situación y por lo menos creo que estoy en una especie de línea de tiempo alternativa, pero no encontré nada que me pudiera decir el cómo termina aquí. mientras caminaba por ahí me rugió el estómago recordando que no había nada. Así que mirando a mi alrededor encontré un local de donas llamado 'La gran rosquilla'. Al entrar fui recibido por una chica bajita rubia que estaba en el mostrador, "Oh, ¡buenos días! Bienvenido a La gran rosquilla, ¿Ya sabe lo que va a pedir?" ella me dijo. "Buenas, y si, quisiera dos donas de chocolate y un café, por favor" respondí. Cuando abrí mi cartera para sacar el dinero y poder pagar me di cuenta de otra cosa que no había considerado, ya casi no tenía dinero pero eso lo resolvería después. Le entregue el dinero y mientras ella me entregaba mi cambio me volvió a hablar, "Oye, eres ¿nuevo por aquí verdad?". "Si, algo así" respondí. "Llámame Sadie, y dime, que te trae por aquí" ella me dijo. "Mi nombre es Matias, y bueno... supongo que me quedaré por aquí algún tiempo" respondí. "Eso es bueno, no es común ver gente nueva por aquí" ella dijo. "Supongo que es bueno" dije, hice una pausa "pero me tengo que ir, supongo que no vemos en otro momento" finalice para ya poder irme de allí. "Oh sí, lo siento, perdón por entretenerte aquí, adiós Matias" ella me despidió y yo me fui de allí.

Al retomar mi caminata mientras comía vi que estaba cerca de la playa, por lo que caminar un rato por allí no sería mala idea, por lo que tomé rumbo hacia allí. Estuve un rato caminando mientra me terminaba mi última dona y tomaba los últimos sorbos de mi café, "relajante" pensé, pero me detuve cuando empecé a escuchar unos sonidos, no los diferenciaba muy bien, pero si tuviera que adivinar, sonaba cómo si fuera una pelea al otro lado del risco que dividía la playa. Asi que por curiosidad camine para ver de qué se trataba.

Al doblar la esquina, nunca imaginé ver algo así. Un grupo de chicas se estaban enfrentando a una especie de CIEMPIÉS GIGANTE. Me quede paralizado de miedo al ver a esa criatura, pero cuando estaba apunto de reaccionar para salir corriendo de allí vi a una chica de pelo esponjoso y negro con una camisa rosa con el dibujo de una estrella en el centro, corrió hacia la criatura con un pequeño refrigerador lanzandoselo lo así electrocutando a la criatura. Mientra se retorcía al estar siendo electrocutada soltó baba que salía hacia diferentes lados, unas de esas gotas se dirigieron hacia mi, y por instinto me cubrí con mis brazos, cuando esa baba hizo contacto conmigo "!AAAAAAAAAHG¡" Grite de dolor, me derrumbé en el suelo y con mis ojos vi cómo mi suéter se había desecho en las mangas y la piel en mis brazos, siendo mi brazo derecho el que se llevó la peor parte, estaba enrojecida, inflamada y algo deformada cómo si se estuviera derritiendo. retorciéndome en el suelo mientras trataba de pensar en que hacer, pero me fue difícil por el dolor. Empecé a desmayarme sin saber si fue por el dolor, el miedo de ver mis brazos así o por la falta de aire por estar gritando y jadeando. "¡OH POR MIS ESTRELLAS!, ¡ALGUIEN ESTÁ HERIDO!" escuché una voz femenina gritar, mientras escuchaba cómo varios pares de pies corrían hacia mi dirección. "¿en qué rayos me metí?" pensé, mientras cerraba mis párpados y finalmente quedaba inconsciente.