CAPÍTULO 10: Mi mascota monstruo

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Y lo prometido es deuda, perdonen gente por no haber subido capítulo la semana anterior, ya que andaba ocupado con exámenes y eso. Espero les guste.

La revelación de que era mitad gema fue una sorpresa ¿muy bienvenida? o no les importó a todos los que se enteraron, reacción que no era precisamente la que esperaba. Aunque de Stephanie me lo esperaba, bastante fascinada y feliz, aunque para un poco para mi desagrado se volvió algo empalagosa, supongo que la emociona mucho el hecho de que haya alguien cómo ella.

Con lo que pude entender de las clases de Perla, aparentemente la gema en mi espalda es un lapislázuli, una gema relacionada al agua, supongo que eso explica su forma y aunque no lo demostrara, estaba verdaderamente impaciente por saber cómo usar todo lo que puede ofrecer. También aparte de la teoría que me enseñaba, me avisó que me llevaría a algunas misiones que no fueran muy peligrosas para tener la esperanza de poner en práctica lo que me ha enseñado o para enseñarme más...

Y dicho y hecho, ahora me encontraba caminando junto a las gemas y Stephanie por un páramo helado, en dirección a la entrada de una cueva en la base de una montaña con el propósito de encontrar y encapsular a un monstruo gema, cosa que me ponía nervioso, pero si me trajeron es porque nada puede salir mal... ¿verdad?, pero ya había aceptado haber venido y por lo tanto ya no había vuelta atrás para arrepentirse.

"¿Entonces recuerdan el propósito de esta misión?" preguntó Perla dirigiendo su mirada hacia atrás para encontrarse con Stephanie y con migo caminando justo detrás de ella.

"Eh... ¡oh, ya se!, ¡encontrar, derrotar y encerrar en una burbuja a un monstruo de hielo!" declaro con orgullo Stephanie cuando Perla le dio un asentía con la cabeza en afirmación.

"Mientras Stephanie y yo nos mantenemos al margen del peligro" dije, dando por finalizado las instrucciones que se nos habían dado, haciendo que Perla asienta una vez más antes de volver su mirada hacia el camino enfrente de ella.

Caminamos sobre la nieve y no tardamos mucho en llegar a la entrada de la cueva donde se ocultaba el monstruo gema. Mientras el resto entraba con completa indiferencia hacia la cueva yo me quedé unos momentos afuera contemplando la casi completamente oscura cueva, solo trague saliva mientras me preparaba mentalmente para lo peor, reanudando mi caminata detrás de las gemas.

Caminando por el interior de la cueva la cual estaba levemente iluminada convenientemente por pequeñas rocas brillantes, terminamos llegando a una zona muy abierta sin aparente forma de seguir el recorrido, donde solo podíamos divisar rocas y estalagmitas.

"Llegamos" proclamó Garnet deteniendo su andar, haciendo por consecuencia que el resto también nos detuvieramos empezando a ver alrededor en busca de cualquier cosa.

"¿Segura Garnet? no veo nada más que piedras y rocas yyy... ¡una gran nada!" dijo Amatista mientras caminaba hacia el centro del área y extendía sus brazos para enfatizar su punto.

"¡GRR!" se escuchó un gruñido desde el techo haciendo eco por toda la cueva, todos miramos hacia arriba para ver cómo el monstruo hecho completamente de hielo se dejó caer en un intento de aplastar a Amatista, solo para que esta última saltara de su camino, haciendo que se estrellara contra el suelo y levantara una cortina de tierra.

Amatista en su salto invoco su látigo, aterrizando al lado de Perla y Garnet quienes también invocaron sus armas, lanza y guanteletes respectivamente, preparándose para la pelea, mientras Stephanie y yo retrocedemos un poco por seguridad.

"¡GRAAAAAAGH!" rugió el monstruo preparando sus garras y saltando para iniciar el combate.

El combate desde mi perspectiva fue veloz y feroz, donde el literalmente las gemas agarraron de saco de boxe al monstruo de hielo, lanzándolo de una pared a otra de la cueva generando pequeños temblores que eran suficientes para dejar caer rocas y estalagmitas del techo, de hecho creo haber escuchado un derrumbe que se podría haber originado desde afuera cómo si se estuviera derrumbando la montaña y por ende la cueva, algo que me ponía más nervioso.

¿Puedo querer como tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora