¿Puedo querer como tú?

One-Shot: La historia prototipo

Aquí les traigo otro One-Shot, ya que definitivamente no borre por completo el capítulo 31 por error (guiño, guiño). Pero, para mi fortuna, me encontré con este prototipo/borrador de lo que hubiera sido la historia originalmente (no se ni por que lo conservaba, pero me alegro de haberlo hecho), así que hice unos ajustes para hacerlo en este One-Shot. 

 .__.XD

Fue cómo despertar de un sueño... un coma... un largo letargo de nada. Ver solo oscuridad, sin estar consciente del largo tiempo que había pasado, solo sabiendo de que estuviste una vez en esa oscuridad porque fuiste capaz de abrir los ojos y ver que había más.

Respirando agitadamente en busca de aire, por más que no me estuviera ahogando...

Sentir que mi cuerpo se desvaneciera, se quebrara, por más fuerte cómo una roca se hubiera formado.

Sabía, en esencia, lo que tenía que hacer, sin que me lo hubieran dicho.

Pero el pánico, el miedo, la confusión... fueron las sensaciones más fuertes que llegaron a mi en ese momento... porque acababa de nacer.

Lentamente sentí cómo mi cuerpo se había deslizado y expulsado de una pared de piedra y tierra, cayendo de rodillas, temblando incesantemente mientras trataba inútilmente de comprender lo que había pasado.

El contacto con el duro suelo, la brisa fría, el calor de la luz del sol, todo eso y quizás más fue gratificante y muy calmante. Pero extrañamente sentía que esta no era mi primera vez sintiendo esto, ¿cómo era posible eso si acabo de emerger?... emerger... eso suena muy antinatural...

Mire a mi alrededor, notando un paisaje deprimente, vacío, muerto... dos grandes muros de tierra formados naturalmente se extendían de forma paralela formando un gran pasillo de tierra que serpenteaba hasta llegar a un callejón sin salida en sus dos extremos, haciendo que la única forma de salir de allí sea solo yendo hacia arriba. La únicas cosas presentes aquí, además de la tierra y piedras, se encontraba un hueco en la pared de roca con la forma de mi silueta y, sobre ese hueco, se encontraba una máquina con una forma parecida al de una aguja con varias patas.

Estar aquí me generaba escalofríos, además de que me sentía extrañamente observado.

Mire mis manos y después mi cuerpo.

"¿Naranja...?" susurre para mi.

Naranja... un naranja que parecía brillar vagamente con la luz del sol, teñía la totalidad mi piel. Rojo... un rojo carmesí es el color primordial que era mi vestimenta de un pantalón holgado y una camisa sin mangas, ambos con detalles en un negro carbón. Pero... había algo que desentonaba con esos colores, en mi pecho se encontraba un símbolo rosa en forma de diamante. ¿Qué podría significar?

Negué con la cabeza y solté un suspiro. Me empezaba a doler la cabeza de tantas preguntas que había recorrido por mi mente, las preguntas más existenciales se responden después. Además, cansado de estar arrodillado, concentró mis fuerzas en mis cuatro extremidades para ponerme de pie, casi cayéndome en el proceso.

Sonreí para mis adentros ante este pequeño logro, puede que de momento no fuera mucho, pero era un inicio que solo abría las puertas a lo que podría llegar a ser. Luego volví a la realidad, preguntándome ¿cómo iba a salir de aquí?

Mire hacia arriba y evitando que el sol no me cegara, dirigí lentamente mi vista hacia arriba. Al llegar a ver el borde, me quedé helado, expectante ante lo que veía. puede que por la lejanía no lo viera bien, pero ahí había algo... o más bien alguien.

"Bien... parece que la lapislázuli ha emergido finalmente..."

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