3 chicas separadas de sus familias para convertirlas en...
Buscarán venganza por haberlas privado de su libertad, quitándoles el derecho de tener una vida normal.
Jeon Jungkook, líder de la mafia más poderosa y grande de Asía. Una mujer distinta ca...
Los días en Corea del Sur pasaban y yo aún no puedo olvidar a Alex, sus recuerdos siguen tan presentes, no puedo olvidar como sus manos y labios recorrían mi cuerpo cada noche, las palabras que susurraba en mi oído, los sueños de formar una familia, aún si es en este mundo lleno de oscuridad, muerte, en pocas palabras un mundo lleno de mierda. Pensar en lo cerca que estuvimos de lograr ese sueño, esa noche de la tragedia pensaba decirle lo de nuestro bebé, imaginándome su reacción, pero en lugar de verle la cara feliz, lo vi cerrando sus ojos para sumergirse en un sueño del cual nunca iba a despertar.
—El tatuaje de aquí ya está —salgo de mis pensamientos cuando la chica que me tatuaba me habló.
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—Me encanta —observo el tatuaje ya terminado.
—Ahora quítate el suéter y la blusa para el otro —pide ella.
Hago lo que me pide y ella comienza a realizar el otro tatuaje. No fui consciente de las horas o minutos que pasaron y ella ya había terminado su trabajo.
—Ya quedo, ¿qué te parece? —pregunta con una amable sonrisa.
Baje la mirada y ahí estaba mi otro tatuaje.
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—Perfecto, gracias por el buen servicio.
Me puse de nuevo mi blusa y por último mi suéter y salgo del local en dirección a mi casa.
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