🖤Capítulo 12🖤

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—Mi infierno comenzó cuando tenía ocho años... era un 2 de diciembre, justo el día que cumplía los 8 años, mis padres habían decidido celebrármelo en un restaurante solo nosotros tres. Habíamos terminado de comer, quise ir al parque para jugar en los distintos juegos que ahí habían sin saber que ese sería el último día en que podía jugar como cualquier niña de mi edad, mis padres me cumplieron el deseo, por unos minutos jugué en el tobogán, mis padres se habían quedado sentados en una de las bancas viéndome con una sonrisa en sus rostros. Un hombre y una mujer llegaron con ellos y comenzaron a charlar. Me aburrí del tobogán y me dirigí a otro juego, pero un gatito pequeño de color blanco había llamado mi atención, quise tocarlo pero no se dejó y se fue corriendo, por estúpida lo seguí el gato se alejaba más y más hasta llegar a un lugar solitario y alejado del parque, me asuste al estar lejos de mis padres y quise regresar, me di la vuelta comenzando a caminar pero un pañuelo con un olor fuerte presiona mi nariz y boca, intente zafarme pero no pude. Ese fue mi último día que goce de libertad.

Tomo una pausa, suspirando mientras recuerdo aquel día. Mis ojos seguían viendo al exterior, viendo como algunos árboles que rodeaban la propiedad se movían por el aire. Todos estaban en completo silencio.

—Desperté en una habitación oscura, comencé a llorar viendo de un lado a otro, no lograba divisar nada debido a la escasa luz de esa habitación. Con mi cuerpo tembloroso intente levantarme del suelo, en eso un hombre alto entro de golpe, sin cuidado alguno me tomo fuertemente del brazo y me saco. Me llevo a un campo en donde había un helicóptero, nos acercamos a él y al llegar vi a 2 niñas de mi misma edad y a una mujer, 【No se asusten niñas, yo las llevare a su hogar. — ¿enserio? —Pregunto una de las niñas emocionada —Claro que si —respondió ella】. Yo también me había ilusionado al pensar que regresaría con mis papas, pero no fue así.

Las gotas de la lluvia en la ventana seguían resbalándose, la lluvia comenzaba a ser más fuerte, como si ella estuviera derramando las lágrimas por mí, lagrimas que yo ya no podía derramar, después de una pausa continuo.

—Nos subieron al helicóptero y este comenzó a elevarse. No fui consciente de cuantas horas habíamos estado en el aire yendo a algún lugar. Habíamos llegado a una isla, al ver el lugar sentí un gran temor, iba con la ilusión de ver y abrazar a mis padres, pero en ese segundo comprendí que me habían arrebatado de los brazos de mis padres. El helicóptero aterrizo y en esa isla había más niñas, unas un poquito más grandes que yo otras más pequeñas rodeadas por varios hombres musculosos que sostenían rifles. 【Bienvenidas a su hogar hijas mías 】. Bajamos del helicóptero dirigiéndonos a las demás. Les ordeno a las niñas de aproximadamente 11 años que nos llevaran a nuestra habitación. Todas las niñas fuimos al dormitorio, al entrar vi muchas camas lo que significaba que todas dormían en una sola habitación, me indicaron mi lugar y camine hacia mi cama correspondiente. La noche había llegado y con eso cierta opresión en mi pecho acompañado de un miedo terrible, me dieron una pijama igual a la de las demás y me metí a la cama, las lágrimas que tenía retenidas salieron sin permiso, sollozos salían de mi boca, esa mujer había sembrado miedo en mí, tenía ganas de gritar, peo por lo poco que había escuchado eso sería como firmar mi sentencia de muerte así que ahogue esos gritos.

Gire mi cabeza en dirección a donde todos estaban sentados y escuchando.

—Esa noche Mailén y Dalila al escuchar mis sollozos se acercaron a mí —les dedico una sonrisa a ellas dos, ellas hacen lo mismo, seguramente recordando también aquel lejano día —en ese momento ellas se encargaron de consolarme y a decirme que ellas me cuidarían hasta salir de ese lugar, y así lo hicieron —regreso mi mirada a la ventana —esa noche se quedaron conmigo en la misma cama hasta que me durmiera. Al día siguiente nos habían levantado temprano, apenas eran las 5 de la mañana, ese día los entrenamientos comenzaron, a decir verdad no eran entrenamientos, eran torturas, nos daban ejercicios que mi pequeño cuerpo no podía soportar, si me equivocaba me dejaban sin comer ni beber agua durante todo el día, si me desmallaba en plena pelea con las demás niñas me dejaban en las noche tenía que dormir afuera, sin ningún suéter o manta para cubrirme de frio terrible que había en ese lugar. Desde pequeña nos enseñaron a usar armas, sus partes, a como desarmarla y volver a armarlas, conozco todo tipo de armas, nos enseñaron todos los tipos de vinos y licores, las armas se convirtieron en mi juguete favorito. A medida que íbamos creciendo las torturas aumentaban, los ejercicios eran más rudos, ya no peleábamos entre las niñas, empezamos a pelear con los hombres que vigilaban día y noche esa isla, nadie tenía oportunidad de escapar y si lo hacían las mataban en cuestión de segundos. Nos enseñaron sobre sistemas, a maquillarnos, bailar sensualmente, modelar, ella desde el inicio nos dijo: 【El arma más poderosa de una mujer es su cuerpo】, por ello nos enseñó a usarlo para seducir a nuestras presas que eran hombres adinerados, mafiosos hasta presidentes. No entendía el porque nos tenía a todas torturándonos con ejercicios y peleas extremas, hasta el día en que escuche una conversación entre ella y su hombre de confianza y amante, ella había perdido a su única hija que era su adoración, por eso secuestraba a niñas para ser el remplazo de su única hija. Ella solo quería a una, así que durante meses nos entrenó hasta convertirnos en armas mortales, llego el día en que nos teníamos que matar entre nosotras para que solo una quedara viva y ser el remplazo de su hija, nos encerraron en una jaula como si fuéramos, habían todo tipo de armas y teníamos el derecho de elegir una, yo fui la primera en entrar, no había elegido un arma así que solo entre, Dalila y Mailén se habían quedado afuera preocupadas y pendientes.

Tome una pausa mientras las imágenes de esas peleas llegaban a mi mente.

—En ese entonces ya tenía 20 años, entraron dos de las chicas y la pelea comenzó. Después de unos minutos acabe con una, después con la otra. Tome un machete que una habia dejado tirado, entraron otras tres, acabar con ellas me llevo más tiempo de lo que creí debido al cansancio, pero para mí perder no era una opción. Mate a las 3 y el número de chicas iba aumentando, con mi cuerpo en el suelo y lleno de sudor, saque fuerzas de donde pude al escuchar las rejas serrarse y ver a otra chicas entrar, con distintas armas en mis manos acabe con las que quedaban, hasta que entraron las ultimas 5 entre ellas estaban Dalila y Mailén, ellas corrieron a mí, me dejaron descansar un rato para recuperar algo de fuerza, cada una empezó una pelea con las chicas, la tercera se acercaba a mí viendo sus intenciones me levanto y comienzo otra pelea con ella. Con las tres peleando los minutos pasaban y yo me iba debilitando, sin saber de dónde sacar más fuerzas y golpe en mi abdomen me hace caer, la chica toma un machete y se acerca lentamente a mí dispuesta a cortarme la cabeza, Mailén al ver eso introduce un cuchillo en el cuello de la chica con la que peleaba y corre hacia nuestra dirección impidiendo la acción de la chica con la que yo peleaba.

Suspire profundamente.

—Cerré mis ojos por un momento y cuando los abrí vi a Dalila tirada a la par del cuerpo sin vida y manchado de sangre de la chica con la que pelaba y a la chica con la que yo peleaba estaba dispuesta a quitarle la cabeza a Mailén, mi cuerpo estaba sin poder moverse, el miedo se apodero de mí al pensar que matarían a Mailén, el machete estaba a punto de llegar a su cuello 【Alto —la vos de Madam, como le decíamos a la mujer que nos había secuestrado, se escucha fuerte y claro 】la chica suelta el machete y siento un gran alivio. Las 4 nos habíamos salvado.

Detengo mis palabras antes de decir la parte más fea.

—Después de eso nos dio unos días de vacaciones antes de comenzar con nuestro trabajo, una noche nos invitó a cenar y nos dios a probar distintos vinos que sin nosotras saberlo contenían una droga, caímos casi inconscientes y cuatro hombres entraron, nos arrancan nuestros vestidos y... nos quitaron lo que más apreciábamos, nuestra virginidad. — Ese día fue el más oscuro — Pasaron los días y nuestro momento de trabajar comenzó, nos mandaron con hombres repugnantes, los seducíamos con bailes exóticos para después llevarlos a la cama darle un masaje y con eso aprovechar para pasar nuestras manos en su columna vertebral y aprovechar ese momento y separar la vértebra dorsal cortando el nervio central paralizando instantáneamente a nuestra victima provocándole una muerte por asfixia, sin necesidad de armas, porque nuestra mejor arma fue nuestro cuerpo.

Volteo y veo la cara de Jeon que reflejaba celos al escuchar mis últimas palabras.

La lluvia se había calmado, un profundo silencio reinaba en la sala.

—El tiempo paso, en uno de nuestros trabajos vimos la oportunidad de escapar y la aprovechamos, el resto ya lo saben. —Me dirigí al sillón y me senté a la par de Jungkook, el pasa su brazo derecho sobre mis hombros —y díganme ¿Qué hay de ustedes? —mire a Jungkook y luego a Rain. 

Los dos se vieron y comienza a hablar Jungkook.

—Nuestras vidas no fueron tan distintas a las de ustedes...

☬Continuará... ☬

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Había dejado un video de este capítulo en mi cuenta de instagram (black_rosejts) por si gustan ir a verlo. Capitulo inspirado en la película "Naked Weapon" Cambiándole y agregándole otras cosas. 😁😁 

❉ Gracias por leer. ❣

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❉ Hasta el próximo capítulo. ༄                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

𝓡𝓸𝓼𝓪 𝓝𝓮𝓰𝓻𝓪  |𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora