Te he amado desde las sombras, esperando el momento en que me mires y te des cuenta que me amas tanto como yo lo hago. Aunque no creo poder esperar más, me estoy cansando de esperar.
Él no te ama, no te mira y no se da cuenta de lo espectacular que...
Asher y Beck caminaban alrededor de Xavier observando detenidamente aquel lugar secreto, sus brazos estaban cruzados detrás de su espalda, su expresión era sería, pero sus ojos demostraban aburrimiento.
—¿Esto es todo?—comentan ambos hermanos decepcionados.
—¿Disculpen?—Xavier los mira incrédulo, tanta fue su insistencia para que reaccionaran de esa manera.
—La bóveda de nuestra familia tiene cosas más interesantes...
—Sin excluir la bóveda del armamento Argent y eso que solo la vimos el día de nuestro nacimiento—Asher patea una falsa piedra.
Xavier rueda los ojos exasperado por las constantes quejas de los Hale.
—Ustedes pidieron venir aquí, no se quejen—les recuerda—. Además no es tan malo, nadamos desnudos a la luz de la luna, una de las integrantes prepara unos excelentes mojitos.
—No nos digas, ¿qué más?—mencionan los Hale con su habitual sarcasmo.
—Mírenme, soy un chico malo porque me duermo tarde nadando a la luz de la luna—Asher realiza una mala imitación del Thorpe haciendo reír a su melliza.
—¿Por eso tu novia y tu se creen mucho?—Beck se cruza de brazos mirando con una ceja alzada al artista—. ¿Solo porque duermen hasta tarde nadando y bebiendo se creen la muy cosa?
Los Hale comparten una mirada antes de carcajearse hasta que sus estómagos les duelan.
—Qué patéticos son—Asher se limpia una lagrima falsa.
—Vamos, continúen riéndose—los ínsita Xavier arto de las burlas de los híbridos—. ¿Qué me dicen de ustedes, eh? Se creen mucho por ser híbridos, porque unos cazadores están detrás de ustedes por ser unos fenómenos.
Asher se lanzo contra él, se sienta sobre su abdomen golpeando repetidas veces el rostro de Xavier.
—¡Asher! ¡Asher mírame!—Beck toma con fuerza el brazo de su hermano—. Es suficiente, detente.
Ambos se miran desafiantes, ninguno de los dos se dejaría ganar en su batalla de miradas. Asher respiraba entrecortadamente por el enojo, Beck presionaba más su agarre tratando de tranquilizar a su hermano.
Asher se levanta bruscamente pateando en el proceso a Xavier en cuanto Beck reflejo su lado licántropo al hacer brillar sus ojos ganando la pelea.
Xavier no podía levantarse, sentía que todo a su alrededor daba vueltas quedando inconsciente después de unos instantes.
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