Banshee || Xavier Thorpe y Ajax Petropolus

Introducción

Lilith Hale estaba preocupada por el futuro de sus hijos, no podían disfrutar su adolescencia al estar constantemente luchando con cazadores o el villano del momento. Ella sabía que al ser una banshee y casarse con Derek su vida no sería tranquila, pero si la manada permanecía unida sabía que enfrentarían cualquier problema sobrenatural juntos, eso la tranquilizaba.

Había tomado una decisión que cambiaría la vida de sus hijos, el tener que convencer a un padre y cinco tíos sobreprotectores no sería tarea fácil, pero ella era una Martin. Lo que quiere, lo obtiene.

Después de convencer a toda la manada, los reunió a todos en su casa para hablar con los mellizos.

Asher y Beck Hale se encontraban sentados delante de sus padres, el que la manda se encuentre de igual manera se encontraran ahí, era preocupante para ellos.

—¿Quién murió y por qué creen que fuimos nosotros?—pregunta Asher mirándolos con los ojos entrecerrados.

—Nadie murió—responde Stiles—. No mataron a alguien, ¿cierto? —los mira alarmado.

Los mellizos se miran unos segundos, sonríen con diversión antes de girar su mirada hacia su tío. Stiles se preocupó al ver como ambos niños sonríen con inocencia.

—Esto no es un juego, ¿mataron a alguien?—Scott les pregunta con temor.

—¿En qué concepto nos tienen? Esto nos pasa por juntarnos con Peter y la tía Malia—Beck los mira indignada—. Le prometimos a mamá que nunca mataríamos a alguien si no se trata de una situación de vida o muerte.

Ambos suspiran con alivió, sus queridos ahijados conservaban aun su inocencia.

—Si no estamos aquí por la muerte de alguien, ¿por qué estamos todos reunidos?—Asher los señala con la paleta que comía—. ¿El tío Scott convirtió a otro adolescente en hombre lobo?

—No seremos niñeros de nuevo—se queja la menor de los Hale.

—No he convertido a nadie—susurra Scott avergonzado.

—Que reconfortante—mencionan los mellizos rodando los ojos.

—Ya díganos, ¿qué hacemos aquí?—Asher se cruza de brazos, su hermana repite su acción—. Incluso el abuelo Peter está aquí.

—Tío Peter—menciona el nombrado entre dientes.

—Como digas abuelo—Asher le sonríe con malicia.

Lilith tuvo que interferir antes de que sus hijos y Peter comenzaran a pelear.

—Estamos reunidos porque les tenemos una gran noticia—comienza a decir Lilith tomando la mano de su esposo para darse valor—. Consideramos que se están perdiendo parte de su vida por estar escapando de los cazadores o el tener que pelear contra cualquier ser sobrenatural que amenaza la paz del pueblo.

—Es lo más divertido que nos puede pasar—comenta Asher sin entender a dónde quería llegar su madre—. Nuestras vidas son más interesantes que las de cualquier otro adolescente.

—Queremos que disfruten su adolescencia—toma la palabra Derek—. Su madre cree que lo mejor es enviarlos a estudiar a otra escuela, Nevermore es la mejor opción, en ella estudian diferentes seres sobrenaturales como ustedes—les extiende un folleto.

Los mellizos leen detenidamente el folleto, se miran entre si con una ceja alzada antes de soltarse a reír.

—¿Están de broma?—preguntan al unisonó.

—No, no estamos de broma—les responde Derek con seriedad.

—No iremos—se cruzan de brazos.

—No les pedimos su opinión, irán a esa escuela—Derek dictamina.

Los mellizos miran con pucheros a sus tíos. Liam, Isaac y Stiles tuvieron que esquivar sus miradas para no caer en el chantaje de los menores, a Peter no podría importarle menos, aun que sabía que los extrañaría muy en el fondo de su corazón. En cambio, Scott fue el único que no puedo evitar caer en el chantaje.

—Derek, Lilitth—el alfa llama su atención—. Yo creo que podemos reconsiderar la idea de mandarlos a esa escuela...

—Basta Scott—Lilith lo corta antes de que siguiera—. No puedo creer que siendo el alfa caigas en su chantaje—niega con desaprobación.

—No puedes evitarlo madre, somos irresistibles—Asher mira con arrogancia a la mayor.

—Así se habla sobrino—Peter choca los cinco con el menor.

—Jamás debí dejar a los niños a cargo de Peter—Derek se lamenta.

—¡Suficiente!—Lydia hace callar a todos—. Le están dando vueltas al asunto.

—Niños, solo queremos lo mejor para ustedes—Lilith se agacha a la altura de los menores, acaricia sus mejillas con cariño—. Sabemos que son fuertes y mientras permanezcan juntos podrán enfrentarse a cualquier situación, pero se están perdiendo su adolescencia. No queremos que pasen por lo mismo que nosotros.

Los mellizos la miraron directamente a los ojos, se dejaron doblegar al ver la preocupación y suplica en su mirada. Su mayor debilidad era su madre.

—¿Nos vendrán a visitar?—preguntan al unisonó.

Todos los adultos sonríen al saber que los mellizos habían accedido a ir.

—Por supuesto—afirma Derek despeinando el cabello de sus hijos.