Viserys se quedó en silencio, sin saber que decir, sin querer que sus esperanzas se rompieran.
Rhaenyra intentó ser fuerte, ella se había preparado para eso, ella sabía que los maestres no se habían equivocado, y aún así, se odiaba por tener esperan...
''Hola a todos! Acá un capítulo con spoilers de lo que pasa al final jejeje.
Estén atentos a todo jeje.
No olviden votar y comentar.
PD: Acá les dejo unos pañuelitos por si hay lágrimas jajajjaa
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Besos y abrazos.
Estúpidamente, todos habían guardado la esperanza de que Daemon recordara algo cuando viera a un dragón.
Lord Corlys Velaryon no había estado de acuerdo, y tuvieron que admitir que tenía razón, cuando el primer día que Daemon salió de la habitación, lo hicieron mirar por la ventana y tanto Aegon como Helaena pasaron volando en sus dragones.
Viserys se arrepintió de inmediato cuando Daemon pareció entrar en pánico e intento correr cayendo sobre el piso.
Mientras lo abrazaba contra su pecho, evitando que su hermano entrara más en pánico. Viserys odió sentir su esperanza flaquear, y Criston Cole corrió a avisarle con banderas a los jinetes de dragón que salieran de la vista del príncipe.
Viserys odiaba sentir que el hombre que tenía apegado a su pecho con su único brazo no era Daemon.
Odió sentir que ese hombre era solo un recipiente vació de lo que alguna vez fue su hermano.
Viserys acarició el cabello largo de su hermano mientras veía a Rhaenyra llorar en silencio, le susurró que todo estaría bien y Daemon pareció calmarse abrazado a su túnica, como si fuera solamente un niño nuevamente.
Viserys habría dado todo lo que tenía, con tal de haber estado allí ese día, para evitar que Daemon tuviera este horrible destino.
Rhaenyra, Baela y Rhaena fueron las que le mostraron el castillo a Daemon, y supieron que deberían mantenerlo en una sola torre, porque él apenas toleraba ver a algunas doncellas y sirvientes sin sentir pánico.
- Cierren las cortinas- ordenó Rhaenys Targaryen a los sirvientes sabiendo que el castillo se hundiría en penumbras, al menos en esa torre, pero era lo mejor para Daemon, así él no se asustaría por lo que vería afuera.
Sobre todo porque Vhagar y Aemond solían pasar de un lado para otro y si Daemon veía a Vhagar dudaba que lo soportase si se había asustado con Sunfyre y Dreamfyre.
Sin embargo, ese día no era el palacio lo único que le mostrarían a Daemon, por lo que cuando lo llevaron al salón y él a regañadientes se sentó en uno de los sillones, Jacaerys y Lucerys aparecieron cargando a los mellizos de Rhaenyra.
Joffrey también venía con ellos, aunque Daeron lo controlaba de no llorar frente a Daemon al verlo así.
Aegon el menor y Viserys no estaban allí porque ellos no comprenderían que no podían correr hacia su padre y llamarlo padre porque él no comprendería.
