ESTOY CONTIGO (DAEMYRA)

Su sangre es mi sangre

¡Hola a todos! Y acá un nuevo capítulo y este es el penúltimo. Me odiarán por este capítulo, pero ya el próximo es el último y veremos que nos trae jeje.

Sin más que decir, los dejo para que lean.

PD: Veo varios comentarios de Lucemond, no me tienten para el final xD

No olviden votar y comentar.

Besos y abrazos.

Una tormenta sin precedentes se había desencadenado y los truenos hacían que Arrax no pudiera volar siempre en la dirección que Lucerys le ordenaba. 

- Maldición- dijo Lucerys cuando comenzó a llover, apenas podía ver algo ¿De dónde había salido esa lluvia?

Era un pésimo clima para volar, ni siquiera los dragones podían resistir eso.

Tal vez si el clima hubiera estado más calmado, Lucerys habría huído fácilmente de Vhagar, Arrax era mucho más joven y mucho más rápido, pero Vhagar era cinco veces su tamaño y lo perseguía furiosamente.

- Taoba- gritaba Aemond buscando a Lucerys y su risa podía escucharse a pesar de la tormenta.

- Despierta por un demonio- gritó Luke sabiendo que la bruja lo había hechizado- Fuimos a rescatar a mi padre no a que te volvieras el títere de una bruja- gritó Lucerys y ahogó un grito cuando Vhagar apareció por debajo de él.

Si no hubiera sido rápido, Vhagar habría partido en dos a Arrax.

- Mierda- dijo Lucerys mientras volaba con Arrax hacia unas cuevas. 

Demoraría en llegar a Rocadragón por ese camino, pero tal vez se libraría de Vhagar.

Sin embargo el fuego de Vhagar era tan fuerte como para derretir la piedra y una nube de fuego cubrió a Arrax y un gran derrumbe comenzó a caer sobre él.

Debería volar a cielo abierto, y estaría a merced de Vhagar.

Con miedo Lucerys elevó el vuelo apenas saliendo de la nube de fuego y sintió el rugido de Vhagar.

Iba a morir, iba a morir sin salvar a su padre, Lucerys estaba seguro de eso.

Cuando Vhagar apareció frente a él y Aemond con una mirada malvada lo miraba supo que iba a morir.

Vhagar iba a matar a su dragón y se lo iba a tragar a él de un solo bocado.

Cerró los ojos, y cuando los abrió, el silbido de un dragón que no escuchaba hace cinco años resonó en el cielo abierto y pronto, antes de que Vhagar pudiera alcanzarlo, Caraxes se había lanzado contra Vhagar y ambos dragones se enzarzaron en una lucha sin igual.

El cielo se cubrió de fuego y pronto tres dragones más se unieron a la batalla.

Sunfyre, Tessarion y Dreamfyre.

Helaena, ella había visto lo que sucedería y por eso ellos estaban allí, pero ¿Qué hacía Caraxes sin jinete allí? ¿Cómo? No era posible.

Entre los cuatro dragones lograron contener a Vhagar  y Lucerys mirando a Aegon le hizo una señal.

Debían sacar a Aemond de allí.

Aegon distrajo a Vhagar mientras Caraxes contenía el fuego de Vhagar con su propio fuego.

Dreamfyre y Tessarion atacaban las alas del gigantesco y peligroso dragón.

Lucerys sabía que soltarse de su dragón era arriesgado, pero algunos años atrás, cuando su padre le enseñaba a volar en Rocadragón, le dijo que a veces soltarse de las correas que lo sujetaban a un dragón era idóneo si se quería atacar a un enemigo desde el aire.