La vida ha cambiado

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¡Hola a todos! Y acá el primer salto temporal de la historia jeje y el último también jaja.

Habrá flashbacks en un próx capi, pero ya estamos casi yendo a la recta final de esta historia cortita.

¿Qué creen que estará pasando con Daemon?

Besos y abrazos y no olviden comentar.


Tres  años después

La reina Alicent viajó a Rocadragón donde desde hacía dos años Rhaenyra había vuelto a vivir con su esposo. 

Cansada de las burlas de los sirvientes, de las humillaciones que sufría su esposo, Rhaenyra solo había tomado a un grupo de maestres y sirvientes y había regresado a casa con su familia. 

En un principio Daemon había parecido desesperado por estar allí, pero se había acostumbrado cuando todas las ventanas fueron cerradas para que él no viera los gigantescos dragones que volaban libremente fuera de allí.

Alicent no visitaba ese lugar hace meses y cada vez que lo visitaba estaba peor.

Alicent tampoco visitaba el palacio de la fortaleza roja hace algunos meses. 

Aunque seguía casada con el rey, la actitud del rey había cambiado demasiado, el dolor por no poder ayudar a su hermano lo consumía, y vivir bajo el mismo techo que él a veces era intolerable, era por eso que ella había tomado a Daeron y Helaena y se había ido del palacio a vivir temporalmente al valle. 

Aegon se había mantenido en el palacio y Aemond, ella ni siquiera quería pensar en eso.

Su hijo estaba obsesionado con viajar por el reino buscando algo que no le decía a nadie que era exactamente.

Algunos ya lo llamaban el príncipe loco, pero él prefería ignorar los rumores.

Alicent recordaba que la última vez que visitó el palacio para ver a su esposo y Aegon, había visto el desastre en que ese palacio se había convertido. 

Había pocos sirvientes en el palacio, e incluso el cuarto de Aegon estaba más limpio que el del desolado rey.

Alicent miró frustrada el lugar, siempre habían pensado que cuando Daemon pudiera valerse por si mismo nuevamente, se conformarían, pero hace un año cuando Daemon había recuperado la gran mayoría de sus habilidades motoras y al menos ya sus capacides mentales eran las de un humano normal, pero él no recordaba nada, y los constantes ataques de pánico que tenía hacían que él olvidara a menudo, cosas que había aprendido en meses. 

Entonces todos se dieron cuenta que no podían conformarse.

Esa persona no era Daemon Targaryen, y tanto Rhaenyra como Viserys no podían resignarse, a pesar de que ambos habían perdido casi por completo la esperanza. 

Ese día Alicent había llegado al palacio y había encontrado al mismísimo rey, borracho y sentado en los escalones del trono.

- Viserys, lo único que conseguirás allí es morir- dijo Alicent mirándolo fijamente.

- Tal vez sea lo que quiero,mi hermano no es el mismo, mi esposa me abandona, mis hijos me abandonan ¿Qué te hacre creer que no quiero morir?- preguntó Viserys y Alicent se sentó junto a él.

Viserys se sentía cansado. Cansado de ver la tristeza en los ojos de su joven esposa. 

¿Cómo podía mirarla a la cara aún? Era un desastre y entendía por qué ella se había ido.

Ahora solo era un pobre, viejo e incompleto hombre. No había sido un buen padre, un buen hermano, ni siquiera había sabido ser una buena persona.

- ¿ Y qué consigues con morir?- había preguntado Alicent mirando fijamente a su esposo.

ESTOY CONTIGO (DAEMYRA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora