Cinco años después.
Daemon sostenía entre sus brazos a sus dos hermosas gemelas nacidas hace solo un mes.
Alyssa y Aemma, sus dos pequeñas niñas que habían nacido completamente sanas y sin ninguna complicación. Ellas tenían el cabello platinado, y los ojos de su madre, a diferencia de los mellizos Baelon y Visenya, que tenían el cabello platinado, y los ojos de su padre.
Los maestres temían que al ser gemelas pudieran tener alguna complicación, pero ellas habían nacido realmente sanas y Rhaenyra se había recuperado rápidamente.
- Daemon Targaryen- dijo Rhaenyra mirando a su esposo que cargaba a las niñas- Como algún día vuelvas a hacerme gemelas, haré que te corten la polla- dijo Rhaenyra y Daemon sonrió audazmente.
- No te atreverías mi amor, ambos sabemos que la disfrutas- dijo él y Rhaenyra se sonrojó mientras cargaba a su pequeño de solo un año y medio.
Su pequeño Aerion Targaryen, nacido idéntico a su padre y con su misma energía.
- Escuche esa conversa, por favor, no tengan más hijos, nos falta palacio para tantos niños- dijo la reina Alicent cargando a la pequeña Alysanne Targayren la hija de 3 años de los príncipes Targaryen.
- Vas por el mismo camino- dijo Rhaenyra mirando a su embarazada amiga.
- Al menos disfrutó hacer ese- dijo Daemon con sarcasmo y Alicent rodó los ojos. Daemon siendo Daemon.
La reina se había divorciado del rey Viserys luego de que ambos supieran que su relación solo era una muy hermosa amistad y compañerismo.
Ella se había casado en una ceremonia privada con Ser Criston Cole, que se convirtió en el gran amor de su vida y ahora estaba embarazada y realmente rezaba a los dioses que no fueran gemelos porque no quería estar un día entero de parto como Rhaenyra.
Pero Daeron insistía en que serían gemelos, los primogénitos de Ser Criston que había renunciado a la guardia real y trabajaba en el palacio como comandante de la guardia de la ciudad.
Rhaenyra sintió ruido en el pasillo y vio a los ya no tan pequeños mellizos jugando con su hermana Daenys Targaryen, la pequeña hija de 4 años de Daemon y Rhaenyra, que se llevaba muy bien con Helaena, de hecho muchas veces ambas pasaban perdidas conversando por horas y el rey Viserys decía que su nieta había heredado las visiones de Daenys la soñadora, la que salvó a los Targaryen de morir en la maldición de valyria.
- Madre, padre- gritó Viserys corriendo a ver a sus padres- Baela y Jace han regresado de su largo viaje- dijo él y pronto Baela y Jace entraron cargando a sus tres pequeños hijos: Harwin, Laena y Aenar Targaryen.
- Gracias por la emoción- dijo Aegon entrando al lugar- Nosotros también llegamos- dijo mientras cargaba sobre sus hombros a su pequeño Gaemon y sus hijos Jaehaerys y Jaehaera cargaban a sus hermanas Vaella y Daella Targaryen.
- Hablando de parejas que quieren repoblar poniente- dijo Alicent mirando con una sonrisa a su hijo que venía junto a una muy embarazada Rhaena.
Daemon aún miraba amenazante a Aegon, pero luego de que Rhaena le diera 3 nietos y todo indicara que iba a darle dos más, ya no quería cortarle la cabeza a Aegon cada vez que Rhaena indicaba que estaba embarazada.
Jace también había tragado pesado cada vez que le informaban a su padre de un embarazo de Baela, pero con él Daemon no era tan exigente como con Aegon.
Helaena entró al salón abrazando a Jaehaera y Jaehaerys que se habían ido de viaje con su padre.
¿Le habrían dicho ya que estaban comprometidos? Seguramente Aegon iba a desmayarse.
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ESTOY CONTIGO (DAEMYRA)
RomanceViserys se quedó en silencio, sin saber que decir, sin querer que sus esperanzas se rompieran. Rhaenyra intentó ser fuerte, ella se había preparado para eso, ella sabía que los maestres no se habían equivocado, y aún así, se odiaba por tener esperan...