Por favor, no me toques | Soukoku

Capítulo 4

Dazai:

No puedo creer que lo convencí de ir a la ciudad, bueno, no fue por mi que quiso hacerlo, fue por Kyouka pero, ¿ella por qué?
Es porque... ¿Es una chica?
Oh, claro. No pensé en eso antes. Pero ella es muy pequeña, Yosano es mayor y seguro se llevaría mejor con él...
Pero no...
Espero que no se lleve bien con ellas.
No es que me importe, obviamente.

Recién comienza este día pero no me siento abrumado por haber despertado y seguir vivo, aunque es un poco decepcionante ese hecho. Este día no me costó levantarme de la cama, ni siquiera lo pensé mucho, simplemente lo hice. Tenía que salir a comprar los materiales para mí disfraz, supongo que unas alas vendrían perfectas para estar a la par con Chuuya y no sea algo extraño.
Recogí mi cuarto para que cuando regresará tuviera el espacio libre para hacer el disfraz. Justo cuando estaba terminando entró Kunikida el cuál quedó atónito con lo que estaba observando. Supongo que es un hecho histórico para él que yo estuviera despierto tan temprano y recogiera mi cuarto sin que el tuviera que venir a gritarme antes. No le tome mucha importancia y como él se fue luego de verificar que no era un sueño y de verdad me encontraba haciendo lo que vio que estaba haciendo se marchó sin más.

No le dí muchos detalles a Chuuya pero él de todas formas tiene que esperar a que vaya yo por él, no vendría solo a la ciudad, pude notar el miedo en él cuando afirmó que vendría.

°°°

Unas horas después de haber regresado con los materiales y hacer el disfraz me lo probé y me quedaba genial. Es de hecho... Mejor de lo que creí que me quedaría. Estaba mirándome al espejo con el puesto cuando escuché que tocaron a la puerta seguido de que la misma se abriera revelando a Fukuzawa detrás de ella, me observo extrañado como esperando a que le explicará que estaba haciendo.

—Traeré a un, un eh, pues un amigo... Decidimos disfrazarnos para pasar el rato y esas cosas... Ya sabes...— me rasque la nuca mientras llevaba mi mirada al suelo evitando el contacto visual con Fukuzawa.

—Me alegra que vuelvas a tener un amigo Osamu— dirigí mis ojos hasta los suyos de nuevo, sus palabras se habían convertido en golpes en mi corazón porque después de pronunciarlas comenzó a dolerme el pecho con angustia. Él noto que no supe cómo reaccionar así que agregó —Le diré a Kunikida que preparemos algo de comer para cuando regresen.— ahora era él el que evitaba el contacto visual pues miro hacia otro lado, mientras caminaba fuera de la habitación.

—Gracias, Fukuzawa.— papá, quizás en realidad quise decirle papá.

—No hay nada que agradecer Osamu— finalmente cerró la puerta.

°°°

Por fin iba caminando hasta la cabaña donde vivía Chuuya, a lo lejos noté que él ya estaba afuera de la misma, observando los árboles de enfrente. Siempre se pierde tanto en sus pensamientos que se olvida de lo que lo rodea, ni siquiera nota cuando alguien camina hacia él.
Me quedé un momento observandolo, sé que ya lo había visto antes pero cuando lo vuelvo a ver no puedo evitar mirarlo tanto, es muy hermoso.

Obviamente porque es un ángel, se supone es divino, no es por otra cosa, simplemente lo admiro por el especimen que es, no es nada más que eso...
Siempre tengo pensamientos tan complicados cuando se trata de él.
Además que la manera en que se viste llama la atención, siempre está con trajes, supongo porque solo puede usar camisas abotonadas por sus alas, además de que evita el contacto directo con su piel ya que está cubierta en mayor parte.

Caminé hasta estar frente a él.

—¿Y bien? ¿Que tal mí disfraz? ¿No crees que me veo encantador?— me reí.