Por favor, no me toques | Soukoku

Capítulo 5

Chuuya:

Cuando me despedí de Dazai me percate de que nunca antes me había divertido tanto, no había conocido tanto el mundo fuera del bosque y de esta pequeña cabaña como hoy, mi mundo se expandió y me encantaba, el hecho de conocer tantas cosas nuevas en un solo día... Fue increíble y fue gracias a Dazai.

Entrando a casa estaba Kouyou frente a la chimenea, solo observaba cómo el fuego consumía la madera, estaba tan centrada que ni siquiera noto mi presencia. Pase hasta mi habitación dejando los libros y lo demás sobre mi cama, regrese a ver a Kouyou la que seguía en la misma posición.

-Kouyou- dije para llamar su atención.

-Oh, lo siento Chuuya, ¿Recién llegaste?- me miró amablemente- Estaba un poco...- regresó la mirada al fuego.

-Distante- interrumpí.

-Si, lo lamento. ¿Cómo te fue? ¿Que hiciste? ¿Estás bien?- ella se levantó y camino hasta mi revisandome delicadamente, evitando tocar mi piel.

-Estoy bien, no es necesario que me revises- dije tomando sus antebrazos- te contaré que hice pero necesito que te sientes, te traje un regalo- la guíe hasta el sillón frente a la chimenea donde se encontraba sentada momentos atrás.

La habitación solo se ilumina por la luz proveniente del fuego frente a nosotros, me recordaba a los días cuando llegue aquí, en ese entonces todavía no hablaba con Kouyou, pasaron dos semanas para que yo pudiera dirigirle la palabra, agradezco que ella nunca se rindió o se molestara conmigo.

Me senté en el suelo frente a la mayor para poder explicarle.

-Eres una gran madre para mí y estoy más que seguro de que también para Kyouka, aún no comprendo muy bien las circunstancias que las mantienen distantes pero hoy... Quizás quise averiguar por mi cuenta, exactamente no averiguar, solo quería verla a ella, quería traerte buenas noticias ya que no haz hablado con ella hace mucho- Kouyou tenia un gesto entre dolor y preocupación en su rostro - Dazai es hermano de Kyouka, fue adoptado por la misma persona que adoptó a Kyouka, él me llevo con ella sin saber mis intenciones, cuando estuve en su hogar le confesé todo y él...- Kouyou se levantó de su asiento y se dió la vuelta cubriendo su rostro con sus manos, luego las llevo hasta su cabello en gesto de desesperación o preocupación, no lo sé con exactitud.

-¿Qué? ¿Por qué Chuuya? ¿Por qué?- su voz se quebró en un instante.

-Tranquila, déjame terminar- dije levantándome para tomar uno de sus hombros.

-No puedo estar tranquila Chuuya, tal vez no lo comprendas, yo tampoco lo comprendo, no entiendo que siento ahora- respondió.

-Lo comprendo Kouyou, no sé cómo pero lo hago, déjame sanar tu dolor, quiero ayudarte tanto como tú a mi, por eso necesito que me escuches- volví a guiarla hasta el sillón.

-Okey, te escucho- soltó un suspiro.

-Dazai me dijo que Kyouka sabe de tí, sabe perfectamente porque está con Fukuzawa y los demás, que la amas y que por eso mismo tuviste que dejarla ir, ella sabe de tu existencia y estoy seguro de que entiende y te ama aunque tú pienses lo contrario- en ese momento Kouyou estaba en shock, sus ojos estaban tan abiertos que creí que podía ver su alma y cuánto sufría.

Ella al rato comenzó a llorar, cubría su rostro mientras lloraba desconsoladamente, quería abrazarla pero ella se adelantó y me abrazo primero.
Me estrechaba fuertemente entre sus brazos, tanto que me costaba respirar.

-Mi pequeño Chuuya, eres un verdadero ángel, tu corazón es tan hermoso, no entiendo porque te trataron tan mal antes, mi pequeño y hermoso ángel, te amo tanto- dijo entre sollozos.