~ Como un sueño ~ {Sanji (40 años) x Lectora}

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Habían pasado veinte años desde que el mundo había cambiado. La Red Line había caído a manos de Los Sombreros de Paja y una nueva generación de líderes regía el mundo que ahora se guiaba por leyes escritas por y para piratas. El mundo libre con el que todo el mundo soñaba desde hacía cientos de años se había hecho realidad y los sueños de las personas, al fin, se habían cumplido. Todos podían vivir en paz haciendo que el miedo resultase ser algo del pasado.

Entre los sueños cumplidos se encontraba el de Sanji, pues al destruir la Red Line pudo descubrir su tan ansiado «All Blue» y montar su propio restaurante en el centro, donde todos los mares y océanos se juntaban para poder dar de comer a todo tipo de seres que quisiesen probar su exquisita cocina.

La mayoría de la clientela tenía que mantener la paciencia pues la lista de espera era infinita. Solamente se hacía una excepción con una persona en concreto además de con Los Sombreros de Paja, con (T/N).

(T/N) era una mujer que llevaba siguiendo la cocina de Sanji desde su tiempo en el Baratie, donde llegó un día de casualidad junto a su familia aún siendo ella muy joven y decidió probar suerte con la comida quedando así prendada tanto de ésta como del propio cocinero. Cuando veía el restaurante actual de lejos, aún recordaba a aquel Sanji de diecinueve años comportándose como todo un caballero con ella aunque fuese una niña, y quizá fuese por el mar a su alrededor pero (T/N) incluso juraba poder oler aquel plato de marisco que degustó por primera vez a manos de Sanji.

(T/N) se apartó el cabello del rostro colocándolo tras su oreja, con la otra mano sujetaba un elegante catalejo con el que divisaba a lo lejos el restaurante de Sanji esbozando asi una sonrisa que se iba ensanchando según avanzaban. Tenía ganas de volver a sentir en su cuerpo todo lo que la impecable cocina del rubio causaba pero más ganas tenía de verle a él pues, a su parecer, Sanji se conservaba tan bien como el mejor de los vinos que servían allí.

Sanji se encontraba en la cocina, los días especiales como ese cuando (T/N) le visitaba solía esmerarse de más con el menú o al menos con el que le serviría a ella ya que siempre dejaba la elección en sus manos, confiaba ciegamente en él.

—Jefe, ya ha llegado su chica. —avisó uno de sus trabajadores al ser avisado anteriormente de la presencia del barco de (T/N) en aguas cercanas.

Sanji asintió con calma y terminó el plato que tenía entre manos dejándolo impoluto. Sonrió satisfecho con el resultado y comenzó a adecentar su ropa quitándose el delantal que llevaba a la cintura comprobando no tener ninguna mancha en la camisa y recolocandose la corbata. Le tendieron su chaqueta de traje en cuanto se dirigió a la puerta y él se la puso con total elegancia en sus movimientos, tras eso comprobó que su cabello se mantuviese perfectamente recogido aún en una larga coleta que caía por su espalda.

Caminó por el pasillo encendiendose un cigarro y tras eso tomó una flor fresca de las tantas que decoraban aquel lugar, la olió y la llevó con él oculta tras su espalda.

(T/N) desembarcó con la ayuda de uno de los trabajadores del lugar, solían ser realmente atentos con ella a petición de Sanji y ella se sentía siempre como una princesa en ese aspecto. Sus tacones resonaron por el suelo hasta llegar a la entrada del restaurante y las miradas de los presentes, los clientes que esperaban su turno para entrar al restaurante, se posaron sobre su estilizada figura al verla saltarse toda la fila.

—¡Eh! ¡Tú! ¡Ponte a la cola! —gruñó uno de los presentes recibiendo solamente una mirada de desprecio y una mueca de desdén por parte de ella.

Aquello debió enfurecer a aquel hombre por lo que decidió salir incluso de la fila para acercarse a ella. Frente a (T/N) las puertas se abrieron y poco antes de que el insolente hombre que le había gritado pudiese ponerle una mano encima, Sanji le paró en seco lanzandole una patada que prácticamente cortó el viento. Ni siquiera llegó a tocar a aquel hombre pero el impacto por la fuerza del rubio hizo que se alejase casi hasta caer al agua.

One Piece: 𝓕𝓪𝓷𝓽𝓪𝓼𝓲𝓮𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora