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Tienda de uniformes designada de Edén.

Me estaban midiendo.

— Anya: ¡Soy dos centímetros más grande que la última vez!
— Papi: Quizás solo sea un error.
— X: ¿Acaso no sabe? A esa edad siempre están creciendo.
— Mami: Es verdad. Lo mismo pasaba con mi hermano.
— Papi: En ese caso, ¿podría confeccionarlo un poco más grande? Para tener en cuenta su crecimiento.

— X: Pero cielos, todavía no puedo creer que nunca me di cuenta cuando te casaste. Me tuve que dar cuenta por mi sola, cuanto llevan ¿10 años?

— Papi: 12 años, llevamos casados 12 años.
— Mami: Um, de hecho... Lo siento... Creímos que era muy obvio.
— X: ¡Y de entre todas las escuelas, su hija va a asistir a Edén! Felicitaciones.
— Anya: Muchas gracias.

— X: ¿Señor, usted también fue un alumno de Edén?
— Papi: Oh, no, yo fui a una escuela rural de tercera categoría...
— X: ¿Oh? Entonces será mejor que tengan cuidado. Después de todo, es una academia construida a base de traiciones. Existe una especie de pared entre la sangre vieja y el resto.

Hogwarts ¿eres tu?

— X: Y esa actitud también es asimilada por los estudiantes, dando como resultado el aumento de la discriminación y la intimidación. No solo eso, también hay cierto desprecio hacia los estudiantes becados, por no mencionar el conflicto entre los internos y los van y vienen. Y hablando de los que van y vienen, tampoco es raro que ellos sean secuestrados para pedir rescate. Ya que cualquiera que asista a Edén es de esperarse que tenga padres ricos.

Damian Desmond...
Padres ricos, si.
Vive en Edén, si.
Familia de imperiales, si.

Me estoy metiendo a la boca del lobo.

— Anya: Ya no quiero ir a Edén. (Miro a mi papá y a este casi le da un infarto)
— X: Lo siento, no quise asustarte. No te preocupes, allá también te espera mucha diversión. Listo ya terminé con las medidas.

EN LA CAJA

— X: Entonces, en resumen, su pedido consta de un uniforme escolar, un abrigo de invierno, un chaleco de suéter, y otras tres prendas, ¿no es así? como son clientes regulares los tendré en seguida. Ah, todo lo demás lo puede tomar del estante de la esquina.

Pero qué caro.

— Los 3: ¡Gracias!

Salimos y casi iba trepada de mi papá.

— Papi: ¿Qué pasa?
— Anya: Cuido mi alrededor... literalmente, me voy a meter a la boca del lobo.
— Papi: Ya veo, te asusto ¿verdad? dime Yor, ¿te gustaría que comamos afuera?
— Mami: Claro, será lindo.
— Anya: No habrá gente mala ahí, papi.
— Papi: No claro que no.

Empezamos a caminar, papi y yo nos vamos alejando de mami.

— Papi: ¿Qué te asusta? Digo, si te secuestran obviamente te rescataría.
— Anya: Lo sé... pero Damián, tiene todo lo que la señora dijo, esto va a estar horrible, aparte, me siento mal por utilizar al chico o porque voy a hacerlo.

— Papi: Anya si Damián te gusta cuando esto acabe pue-
— Anya: Damián va a querer mi cabeza en su pared cuando destruyamos a su padre.
— Papi: Eso no lo sabes.
— Anya: Yo haría eso si fuera al revés.
— Papi: No todas las familias son iguales.

⁓❀⁓

EN EL RESTAURANTE

A papi le traen algo que ni en mis pesadillas comería.

— Papi: Se ve rico ¿no? (Veo que está cifrado)

Una sesión informativa, en 5 días a las 13:00 horas, en el lugar D.

Solo una misión - Anya x Damian © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora