Solo una misión - Anya x Damian © ✔

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Tenemos que vernos, Tiergarten, 3:30 p.m. - Damian Desmond.

Miraba ese mensaje desde que me levante, eran las 9:00 a.m. Unos toques a mi puerta me sacan de mis pensamientos.

— Anya: Adelante. (Veo entrar a papi)
— Papi: Buenos días ¿quieres desayunar?
— Anya: Tenemos un problema.
— Papi: ¿Cuál?
— Anya: Alguien me escribió del teléfono de Damian citándome en Tiergarten. Mira.

Le paso mi teléfono.

— Papi: ¿No crees que exageras?
— Anya: Damian no me llama "Forger" y nunca pone su nombre al final del mensaje, mucho menos su apellido. Algo no está bien.

— Papi: ¿Quieres que te acompañe?
— Anya: Encubierto y de lejos.
— Papi: Muy bien, alistemonos.

⁓❀⁓

Llegamos y veo a Demetrius con un maletín sentado en una banca, me acerco.

— Anya: ¿De que quieres hablar?
— Demetrius: ¿Cómo sabías que fui yo?
— Anya: No sabía que eras tu, solo sabía que no había sido Damian. Pero no podemos hablar aquí, pueden oirnos, te ofrezco subirnos a mi carro, donde nadie podrá oírnos.

Demetrius asiente y caminamos a mi carro.

— Demetrius: Es igual que los de nosotros.
— Anya: Lo sé, ¿Quieres que esté en movimiento o quieto?
— Demetrius: Movimiento, asi será más difícil que escuchen la conversación.

Nos subimos y papi arranca el carro.

— Demetrius: ¿Qué quieres de mi hermanito, 007?
— Anya: Nada, ni él, ni tú tienen la culpa de lo que hicieron su padre y abuelo.... Pero, a diferencia de Damian, tu te involucraste en los negocios-

— Demetrius: Para que Damian no tuviera que hacerlo.
— Anya: Lo supuse, ¿Quieres contarme? (Asiente y yo me siento a su lado)

— Demetrius: Damian era un niño encantador, es imposible no quererlo.

Veo un recuerdo, era Demetrius viendo desde la ventana como Donovan llevaba a Damian en hombros.

— Demetrius: La primer sonrisa que se podrá proteger. 

— Demetrius: No me sigas. (Dijo a un pequeño Damian)

— Demetrius: Tanto sacrificio por ese hombre... No valía la pena, lo sabía. Ni qué decir cuando supe los secretos de mi "prestigiosa" familia. Me dio tanta repulsión ser un Desmond. Todavía no olvido esa sensación de aquel día cuando él me reveló todo a mí, el próximo jefe de la familia. Pude haber renunciado a todo, y tal ver haberme ido como un cobarde. Pero no lo hice, sentía el deber de proteger a Damian de algo peor que la indiferencia paternal. 

— Anya: Estás haciendo lo que puedes Demetrius.
— Demetrius: Tu una vez me dijiste que soy un mal hermano ¿Aún lo crees?

— Anya: ¡Podrás ser bueno en casi todo, pero eres un pésimo hermano mayor! 

— Anya: Disculpa por eso.

— Demetrius: Si me iba, estaría dejando a Damian en sus manos. 

Me mira serio.

— Demetrius: Tu mejor que nadie sabe que era mucho para soportar a esa edad.

— Demetrius: Olvídate de padre, él está ocupado. Mejor ve con tus amigos y diviértete. Será mejor que no estorbes a padre mientras está aquí.
— Damian: Está bien, saldré con ellos.

— Demetrius: Sabía que era severo con él, pero era lo mejor, no quería que desarrollara afecto hacia... Ese hombre que se hacía llamar padre. De hecho, eso siempre fue así, incluso sin saber el oscuro secreto de los Desmond, sentí la necesidad de alejarlo. Que Damian se acercará a ese sujeto era mala idea. Estar lejos era lo mejor para él. Y aún más con lo que está por venir.