More than friends [TERMINADA]

5- UN SAN VALENTIN ESPECIAL

Las navidades pasaron mucho más rápido de lo que a Taehyung y Jungkook les hubiese gustado. Después de su momento de intimidad, decidieron trazar unas normas, unos límites que no debían sobrepasar por su bien. Fue el propio Taehyung quien sacó un bolígrafo de su mochila del instituto, y arrancó una hoja de una libreta que tenía sobre su escritorio.

"1- No enamorarse – Nuestra amistad es lo primero, siempre.

2- Secreto – Nadie iba a entender que en realidad solo somos amigos, así que solo nosotros dos podemos saber lo que está pasando.

3- Cosas permitidas – Besos, tocarnos el uno al otro, muestras de afecto.

4 – Contarnos todo, y reevaluar las 3 normas anteriores siempre que haga falta "

Jungkook aprendió que Taehyung solía hacer eso cuando se liaba con alguien, le proponía unas normas que no debían saltarse para que ambas partes supiesen qué esperar, y aunque en un principio le pareció frío y le hizo sentir un nombre más en su lista de conquistas, lo cierto era que de alguna manera le hacía sentir bien tener claras las normas de un juego al que nunca había jugado. Y parecía fácil para él seguirlas, al fin y al cabo, sabía que quería con locura a Taehyung, que tenía una confianza inmensa con él y que se divertía compartiendo esos momentos privados a su lado. Pero ni estaba enamorado, ni quería que nadie se enterase porque sabía que le iban a juzgar, ni pensaba hacer algo más que explorar su sexualidad en un entorno que sentía seguro. Puede que fuese tímido y con problemas de socialización, pero también tenía 18 años, y su testosterona estaba por las nubes, y el trato parecía justo y beneficioso para ambos.

Cuando aquel día rozó por accidente el abultado pantalón de Taehyung, se sintió avergonzado, pero al mismo tiempo sintió alivio. Alivio, de no ser el único al que aquel apasionado beso le había despertado las hormonas. Alivio, al darse cuenta de que, al igual que su amigo, la falta de interés en las mujeres no era debido a un problema en su cuerpo, sino a que simplemente, su interés era otro. Por su mente, apareció una conversación que había tenido con Hoseok unos meses antes, en la que le dijo que una de las razones por las que quería que viviese con él lejos de Korea era para que pudiese explorar quien era sin miedo. Mentalmente le agradeció a su hermano conocerle mejor de lo que él se conocía a sí mismo, porque lo que en su nueva residencia era algo natural y aceptado, en su país natal todavía era un tabú. Sí, necesitaba alejarse de la homofobia y de la cerrada mentalidad koreana para poder empezar a encontrar su camino. Así que, cuando escuchó a Taehyung asustado por primera vez confesando que no quería dejar las cosas así, lo sintió tan correcto, que no dudó en decir que sí. Fuese lo que fuese aquello, deseaba experimentarlo. Y cuando al terminar Taehyung salió del cuarto sin mirarle, supo que no pretendía ser impersonal, sino todo lo contrario. Por eso, no dudó en tomarse con humor la incomodidad entre ellos, por eso no dudó en ser el primero en romper el silencio. Porque para él, su primer beso y su primera experiencia sexual procedían del mismo sitio: la confianza con su amigo para atravesar esas etapas con alguien de confianza.

Así que fue emocionante escuchar a su amigo pidiéndole más entre jadeos, fue excitante sentir el poder que tenía sobre él al mismo tiempo que Taehyung también lo controlaba y fue muy divertido oír sus respiraciones alterarse mientras acallaban sus gemidos. También estuvo muy bien encerrarse en el baño instantes después de la entrada del año nuevo para comerse la boca, y cuando Taehyung jugó a acariciar la cara interna de su muslo un par de días después mientras comían con sus amigos, y cuando él se vengó el primer día de clases tras las vacaciones recordándole entre sugerentes susurros lo que habían hecho el día de su cumpleaños.

Tener un secreto así les resultaba a ambos divertido y emocionante, lo prohibido siempre tiene un factor adictivo, y ellos lo estaban sintiendo en sus carnes, y nunca mejor dicho. Pero pasadas las primeras semanas de novedad, la cosa se estabilizó y volvieron a comportarse más normalmente como amigos. Claro que seguían jugando entre ellos de vez en cuando, y ya todos, incluidos sus hermanos, se habían acostumbrado a verlos darse un piquito de vez en cuando, pero a nadie le extrañó demasiado. Al fin y al cabo, no era raro que Taehyung saludase así a sus amigos, y siendo inseparables como eran, veían como algo inevitable que aquello acabase pasando.