NOS-Özil x Ramos-

Extra: Final alternativo.

Sergio estaba ahí, sentado frente a la mesa de madera en aquella sala tan fea. Paredes agrietadas que le hacían acordar a su vida. La pintura verde le daban ganas de llorar, Mesut amaba el verde.

—Firma aquí.—Dijo el abogado.
Miró rápidamente aquella hoja blanca con palabras que no quería leer. Ni quería juntar.

Agarró el lapicero e intentó hacer una firma íntegra.

Pilar lo miró, y el sintió aquella mirada como una espada clavándose en si mismo, haciéndole una herida innombrable. Salió de la sala luego de un par de horas dejando en claro que accedía a todo lo que decía Pilar, a todo sobre sus niños y la manutención. Ni siquiera le importaba el dinero.
Prendió un cigarro, dando una bocanada de aquel humo, que, esperaba, lo matara algún día antes de cumplir sesenta.

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—¡Déjame en paz, hombre!—Pronunció el de cabellos negros, incitando con todo su cuerpo la notoria molestia que sentía. Estaban en la sala de la gran casa que habían alquilado aquella vez en donde pensaron que podían haber sido felices.
El más alto rió enojado, caminando por la habitación, Mesut aveces actuaba de formas que no le convencían para nada, siempre se retractaba y pasaba horas encerrado en aquellas cuatro paredes fingiendo que nada en el exterior existía.

—¡¿Pero que mierda quieres que haga yo?!—Hizo una pausa, acercándose peligrosamente enojado hacia el contrario.— ¡¿Quieres que vaya a la prensa y les diga que las fotos en donde salimos besándonos son falsas, eso te pondría feliz Mesut?!—

Se quedaron en silencio unos segundos, mirándose. Sergio se veía decepcionado, como si quisiera o necesitara al Özil que había conocido en su vida por tercera vez.

—Te la pasas todo el día pintando, y si no pintas, limpias y si no limpias, ¡corres! ¿Que quieres de mi, quieres que me entregue y deje todo? ¡Pues ya es lo que hice, lo dejé todo por tí! ¿Que más quieres?— Volvió a hablar nuevamente, viendo como el otro se cubría el rostro con las manos y empezaba a llorar, como cada vez que peleaban desde hace casi cuatro años que llevaban juntos.

—¡Quiero mi vida devuelta, eso quiero!—Se volvió a parar empezando a abrir la puerta de los roperos en frente a la cama, eso era algo nuevo, era un diferente tipo de berrinche esta vez.—¡Quiero a mi esposa, quiero a Eda, a mi padre y a mi madre!—Gritó mientras sacaba la maleta de abajo de la cama y empezaba a meter toda su ropa ahí, actuando compulsivamente, con la mirada perdida en las prendas arrugadas que caían.

Cuando estuvieron llenas, las cerró, poniéndolas a las dos en el piso, mirando como el español fruncía el ceño gravemente, con los ojos rojos y el semblante agresivo.

Cuando intentó caminar, fue detenido por una mano que sujetaba fuertemente su brazo, se dió la vuelta para intentar safarce, pero no pudo ni en sueños, Ramos era muchísimo mas fuerte que él.

—¿Que haces?—Es voz, esa que nunca había escuchado desde que se pelearon en la casa de Sergio antes de divorciarse, le invadió los oídos.
Era como una mezcla, una mezcla entre lo real y lo que era falso, lo que le gritaba que se quedara y lo que le pedía que se fuera.

Lo amaba, sin duda. Era un hombre especial, pero esa fachada homosexual y el constante rechazo de la vida hacia lo que decían era una relación perfecta, le invitaban a perderse en los campos que no había al fondo de su apartamento más que en sus sueños y simplemente acabar con sus dolores.

Ser el secreto de alguien, ser el pecado de un bisexual reprimido no era algo lindo. Ser un desastre en cualquier ámbito, no poder salir de su casa sin ser perseguido por la prensa o tener miedo de que te maten constantemente no era algo lindo.

No poder rezar sin llorar angustioso  era algo que simplemente no podía soportar. Ya había vivido muchas cosas, problemas con drogas, alcohol, adicciones diversas. Se había encontrado a si mismo en aquellos ojos verdosos de aquella mujer amable, se había encontrado a si mismo en el llanto de su bebé y las caricias de su esposa.

Pero se perdió, y ahora simplemente no podía volver a encontrarse. Todo estaba perdido.

—¡Déjame!—

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Sergio.

Fuiste todo lo lindo en mi vida, fuiste mi pasión juvenil y mi amor adolescente como mi matrimonio perfecto.

Te amo, te amo más que a mi mismo, te amo más que la brisa que siento en las mañanas que me inspiran a escribir cosas bonitas pensando en ti.

Se que nada termino bien, se que te dejé hace más de seis meses que fueron un increíble infierno. Mi vida fue un rompecabezas, uno que pude juntar estando solamente contigo.

Solo quiero dejarte en claro, que morí pensando en ti.

Se quedó estático, en aquella sala con la luz apagada y la oscuridad que no le dejaba ni un rincón que ver, solamente la carta mojada por sus lágrimas cristalinas que salían sin más. El traje negro que llevaba, parecido al mismo que llevó en su boda, estaba arrugado  como una pasa. Sus manos, temblorosas al extremo, no podían retener más memoria que abrazar aquel ataúd en donde vió al amor de su vida más pálido de lo normal. Tenía la vista perdida y los ojos entreabiertos, como si ya no aguantara aquel dolor.

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Sus sentidos se apagaron, sus ojos se cerraron mientras él, con todas las fuerzas intentaba apretar las heridas sangrientas en sus muñecas, tiñendo de rojo todo a su tacto.

— T-tranquilo, ya viene la ayuda.—Dijo desesperado, intentando correr su cabello sin mancharse. Su voz era temblorosa, nisiquiera prosesaba la situación. Sostenía la cabeza del alemán intentando que no cerrara los ojos.

Pero, luego de unos infinitos segundos, su cuerpo empezó a sentirse suave, como si algo estuviera intentando dejarlo con intensidad.

—Perdón.— Escuchó sin más, en un susurro del contrario. Y ahí, con él, murió su historia de amor, murió su vida y su esencia.

Apretó más el cuerpo del contrario, intentando que magicamente se levantara y dijera que todo iba a estar bien, que iban a volver a lo de antes y que podía besarle y abrazarle aunque sea por unos instantes.

Fin

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Holaaa, gente linda de Wattpad.

Bueno, acá dejo el primer final que escribí de esta historia porque estaba mal y dije "voy a matar a alguien" Pero no lo maté al final.

ESTE FINAL NO ES CANON.

Saludos todos, en especial a Soyunmonochino pq pues, ya es ritual saludarla.

:D estoy escribiendo una nueva historia de ellos dos así que besos, gracias por todo.