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La puerta se abrió, dejando escuchar sonidos de unas pisadas en la sala. Pilar volteó su cabeza, curiosa.

-¿Amor?-Salió de la cocina, secándose las manos.
Vió a Sergio, había llegado del partido, no había podido ir a verlo pero estaba al tanto de que habían ganado.
Lo saludo con un beso, viendo como se sentaba en la mesa y prendía su celular.
Sergio le sonrió, agarrando su mano como respuesta. Su esposa volvió al lugar donde estaba, escuchando música movía sus caderas mientras cocinaba.

Ramos la observo, quizás él no la merecía y lo que dijo Mesut era verdad, todo lo estaba ignorando como si sus cuatro hijos no existieran, suspiró, poniendo su mano izquierda en la frente.

Sintió el aparato sonar, viendo un mensaje de "Casillas 1" en la pantalla principal de este.
Lo abrió leyendo el contenido:

"Hoy hay una fiesta en el Club tentación por allá de las calles cerca de la casa en dónde vivías tu a las 12:00"

"Vamos a ir la mayoría de los que estábamos en la selección, o estamos, cómo tú y algunos más."

"Nos vemos capitano 💪"

Sonrió, necesitaba disestresarse, e Iker era uno de sus mejores amigos, y ya eran las 10 pm, así que tenía que arreglarse rápidamente.

-Amo', voy a salir-Volvió a hablar Sergio, viendo a su esposa que lo miraba con un cucharón en la mano, esta le sonrió amable.

-Bueno, que te diviertas, no vuelvas borracho o te pego con el cucharon-Dijo, riendo con aquella dulce risa característica suya.

Luego de una hora, se fue a su habitación a arreglarse, poniéndose una ropa bastante básica, cómo casi siempre que salía.

Salió de la casa para dirigirse a la camioneta, y de ahí se dirigió a aquel club "tentación".

"-Estoy en un baño sucio
-¿En qué baño tu estar?"

Recordó aquellos momentos en dónde no todo estaba hechado a perder, dónde seguía viviendo una vida auténtica con la persona que amaba. Suspiró, e intentado distraerse y no recordar aquello que le hacía daño, que le carcomía el corazón, prendió la radio en un efímero intento de blanquear su conciencia.

Al prenderla, empezó a mover la frecuencia para que agarrara algo que se escuchará mas sonoro.

"Y ahora quieres que sea tu amiga...pues amigo, dime cómo borro esto que siento.
Mi buen amor, si no quieres regresar ¿Porque vuelves a buscarme una vez más?
No me pidas que te dé una última noche"

Escuchó, y decayendo sus ojos, intentó suspirar para no enojarse con el universo y la vida, para no romper su auto.

Cambio nuevamente de frecuencia, intentando dar con algo que no lo hiciera llorar y lo ayudara a distraerse.

"Only love, only love can hurt like this-"

Apagó la radio de un manotazo, poniendo su cabeza en la bocina y gritando con todas sus fuerzas.

Suspiró, viendo como había llegado a aquel lugar que era cómplice de todos sus días poco sanos en dónde lo mínimo que hacía era terminar en una sala con dos mujeres, sin remera, con los ojos rojos y polvo blanco por todos lados.

Se bajó, esperando poder divertirse, Iker estaba en la puerta, con una remera amarilla y una sonrisa característica.

-Hola bro.-Dijo, acercándose a Sergio.-¿Vamos adentro?

Ramos asintió, entrando por la puerta viendo las viejas maderas en el piso, Iker no era mucho de tomar, pero sabía que él evitaría que tuviera un inconveniente con las drogas, cómo siempre.

Vió a otros, cómo Gerard, Puyol e incluso Xavi, que había sacado tiempo de su atareada agenda para venir.

-Hola a todos. -Dijo, mirando a sus compañeros con una sonrisa.

Todos lo saludaron, se sentaron en la barra y empezaron a beber, algunos mucho y bebidas fuertes y otros pocos y bebidas suaves.

Al sentirse un poco pegado por el alcohol, fue a integrarse a la gente, y entre las luces de colores y la música que aturdía sus oídos, vió unos ojos que reconoció al instante, el turco en la esquina del lugar entrando por la puerta intentando llegar hacia ellos.

El mundo se paró, y sintió las pupilas posicionarse en él como una daga que se clavó en su corazón. Sintió que no podía respirar, había intentado olvidar, intentando perdonar su actitud y todo lo sucedido, pero cada vez que veía sus ojos negros como la oscuridad no podía evitar tener un instantáneo enamoramiento mezclado con dolor, dolor puro.

Mesut se acercó a él, saludando lo con una mano estirada. A pesar de que se habían visto hace poco, el vacío se sentía como de hace años. De hace décadas.

-¡Hola, Serrgio!- Escuchó decir en voz alta, mientras lo miraba. "Serrgio", hace años que no escuchaba al turco decirle así, de esa forma tan única, con ese acento tan "özil" como el lo recordaba.
El otro le sonrió, como si nada. Y era porque estaba muy ebrio, los dos lo estaban. Mesut había tomado mucho cuando lo invitaron a una fiesta y luego lo llamaron para una reunión del real Madrid.

-Hola, Me.-Dijo, si Mesut le iba a llamar de aquella forma, él no se quedaría atrás.
Sergio le estiró la mano, ofreciéndole una bebida de procedência dudosa que había conseguido con una chica que quería coquetearle.

-¿Quieres?-El alemán movió su cabeza en forma de "si", tomando el vaso entre sus manos y tragando el líquido como si nada. Ramos abrió los ojos, era raro, pues no tomaba cuando dejó de verlo o por lo menos eso recordaba.

-Lindos tatuajes. Te ves bien.- Lanzó, viendo como el otro le miraba los labios embobado.

-T-tu también te ves bien...-El alemán sonrió, acercándose al otro, haciendo todo lo que su cabeza sin razón le decía.

-¿Quieres ir afuera?- El club tenía una zona que pocos conocían, una bien alejada de todo, en dónde la espectacular visión del cielo era notable.

Sergio asistió, sonriendo un poco sorprendido, simplemente estaba volviendo a funcionar todo, como si nunca nada hubiera pasado.

Al salir juntos del club, se dirigieron a un campo abierto, rodeado de árboles pero que dejaba ver la naturaleza en su esplendor.

Se sentaron en el pasto pasándose la cerveza que habían comparado, estando en silencio.

Sergio miró a Mesut, se veía concentrado, como si estuviera pensando en algo importante.

-¿Cómo as estado?- Lo miró, sonriendo ante la pregunta.

-E estado muy bien...¡Y aprendí español!-rió-¿Y tú?

-Yo también...pero no aprendí alemán- bromeó, viendo como el otro reía nuevamente.

-Extrañaba tus chistes.-dió un sorbo a la cerveza, sabiendo que lo que dijo pondría melancólico al español.

Sergio se quedó en silencio unos momentos, seguía mirando al cielo.

-Yo te extrañaba a ti.-Dijo, casi susurrando.

Mesut ni siquiera se lo pensó mucho, se acercó al mayor y juntó su mano mientras tocaba las mechas rubias, esas que tanto extrañaba.

Sergio se quedó estático, pero luego de un momento, no pudo aguantar más las ganas y besó deseoso al alemán.
Se sentía la tristeza, el recuerdo, la necesidad.

Era un beso lento, como si tuvieran miedo de que terminara.
Mesut sintió unas manos en su cintura y ante esto rodeó sus brazos en los hombros grandes de su acompañante.

Aveces la vida te lleva a este tipo de situaciones.

NOS-Özil x Ramos- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora