"Todos somos un mar, esperando la tormenta para alborotarse moviendo nuestras olas.
Pero nuestra tormenta nunca acaba, porque una vez me dijiste que nunca me detenga."Ramos se despertó con una resaca de aquellas que rompen tus neuronas y silencian tus tímpanos. Miró al lado, viendo como Mesut estaba acostado en la cama, boca abajo y aún dormido.
Recogió su camisa de una esquina de la habitación mientras intentaba ponerse el pantalón. Suspiró ondo.
Eran las 6AM, no había dormido nada. Había estado toda la noche mirando al más bajo y luego a su teléfono, que tenía unas siete llamadas perdidas al nombre de "Mi amor". Las había ignorado a cada una ellas, dejando el teléfono sonar en volumen bajo.
Miró a abajo, sintiendo como la culpa empezaba a sentirse más que nunca, revolviendo su estómago al ver la cara de sus hijos en su fondo de pantalla. Intentó no llorar, pero no pudo evitar que algunas lágrimas salieran de su rostro, él amaba con todo su corazón, todito su corazón, a sus hijos pero simplemente no podía dejar ir a Mesut.Vió como las sábanas se revolvían, secando sus lágrimas rápidamente y apagando el celular miró hacia atrás.
Mesut, todo despeinado y sin ropa, refriegaba su ojo con la mano derecha mientras intentaba orientarse. Le dolía la cabeza y estaba totalmente perdido, intentando aguantar la luz que salia por la ventana.
Se paró, poniéndose la ropa sin dirigirle una palabra al español, solamente dignandose a agarrar sus llaves.
-Hola...buenos días.-Habló Sergio finalmente. No podía dejar todo como así.
-Tengo que irme, luego hablamos.-Aunque sonara insensible, Mesut siempre hacía lo mismo y el tardó mucho tiempo en darse cuenta. Ayer, en esta misma habitación estaba diciéndole que lo amaba y que lo sentía, y ahora se estaba yendo dejando todo para después.
-¿Luego hablamos?-Comentó irónico el andaluz, agarrando el brazo del más bajo mientras lo miraba incrédulo.
El alemán se soltó del agarre, ahora tenía más fuerza que antes. Bajó su cabeza, haciéndose el desentendido ante los ojos del andaluz.
Suspiró, volviendo a verlo.
-Mira, Ramos. No somos niños, sabemos que tenemos que hacer y que no, sabemos que significa engañar y que significa ser fiel.- El andaluz abrió los ojos grande, sintiéndose traicionado, era como si todo fuese solo sexo otra vez.
-Ahhh, bueno. ¿Así es como funcionan las cosas para ti? Tenemos sexo, dices que me amas y me pides disculpas, luego te vas a tu casa y vives tu vida de muñecas con tu esposa y tu religión.-Volvió a hablar, viéndose muy fuerte pero aguantando sus lágrimas que intentaban desbordar su rostro.
-N-no...solamente tengo que volver. No puedo dejarlo todo por ti.- Volvió a alejarse un poco, con el semblante decaído.
Ramos sintió como una daga se clavaba claramente en todo su corazón, haciendo que se estremeciera hasta el punto de largar aquellas lágrimas. Queria gritar y rogarle que no lo deje, decirle que lo amaba y que no podía vivir si él, pero no entendía la reciente crueldad en su contraparte.-S-solo me usas cómo siempre.-
Mesut intentó acercarse, pero el lo miró a los ojos y le dió a entender que ya lo había arruinado todo con sus palabras.
-Solo me usaste para saber tu sexualidad. No dudaste en hacerme sentir como mierda cuando me dejaste, si no abandonaste nada por mi no lo harás ahora tampoco.-Rió, aunque estaba tan herido que no sentía sus manos.-No vas a amarme nunca...porque no sabes cómo.
Ante esto, el alemán se quedó estático, ¡claro que lo amaba! Lo amaba más que a nadie en el mundo, pero a veces era muy insensible y no sabía expresar lo que sentía.
-Sergio, por favor, no digas eso.-
-¡Es verdad! ¡Vas a hacerme lo mismo de siempre!-
-¡No digas estupideces! ¡Tu no entiendes todo lo que tuve que pasar para volver a ser una persona respetada en mi familia!
Volvió a escuchar reír al andaluz. Viendo como este rodeaba sus ojos lagrimosos.
-¿¡Casarte con alguien que no amas y tener hijos?! Disculpa. Es verdad, no sé que se siente. ¡Por eso tengo a Pilar y a mis cuatro hijos esperando en la casa!
Özil volvió a suspirar, mirando arriba mientras agarraba su propia cintura.
-¡No, no solo eso! Yo soy un pecador para mí padre y una decepción para mi madre, ¡Soy un maldito gay! -
Los gritos no se hacían esperar, y mientras Ramos seguía llorando como un niño pequeño, Mesut intentaba explicar todo, pero sin sonar como un idiota.
Intentó acercarse al español, viendo como este sacaba su mano de su hombro.
-¡No me toques! S-solo vete. No quiero volver a ser una espina en tu zapato. -Dijo, escondiendo su rostro en la palma de su mano y sentándose en la cama.
Solamente se retiró, cerrando la puerta en su paso, dejando a Sergio llorando en la cama, como si nada de lo que vivieron juntos hubiera pasado nunca.
Suspiró, viendo como empezaba a lagrimear, sintiéndose todo un cobarde. No podía amar a su esposa sin poder pensar en Ramos y no podía amar a Ramos sin pensar en ella.
No era que no lo quisiera así, no era que no quisiera despertar todas las mañanas con él y sentir denuevo el amor en el sabor del café que le preparaba cada mañana cuando eran críos que no sabían una mierda del mundo.
Pero ya no eran jóvenes ilusionados, ahora eran padres de familia engañando a sus familias y traicionando a todos aquellos que amaban por revivir un sueño imposible que nunca llegó a cumplirse.
"-Me llamo Mesut, ¿dónde está la panadería?-
Rió, haciendo que el otro también lo hiciera.
-¡Hijo de puta! Di eso, es una mala palabra. When you get mad at people. (Cuando te enojes con alguien.) -
Mesut rió, volviendo a intentar.
-Hijo de pu-pu tá.- A pesar de haberlo hecho mal, Sergio rió depositando un beso en sus labios mientras se acomodaba en la cama.
-Te sale bien, quillo.-
Dijo, volviendo a abrazarlo.
-I want to tell u something I learned.-
Volvió a verlo, sonriendo aún más.
-Yo...Mesut amo con mi cora-corazon entero a Serrgio Ramos.-
Ramos volvió a abrir sus ojos, apretando más el agarre de la cintura para besarle toda la cara, mientras se subía encima de él.
-Te amo, Darling.-"Solo recordar aquellos momentos, lo hicieron parar rotundamente. Miró a atrás, sintiendo una necesidad tremenda por volver a la habitación. Por fin no ser un cobarde, por fin no ser un marica.
Salió corriendo, volviendo a subir las escaleras para entrar por la puerta casi desesperadamente, y al entrar la habitación, vió a nadie más que a la limpiadora, tendiendo la cama.
N/a:
A sufrir a la escuela

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NOS-Özil x Ramos-
FanfictionLuego de una historia de amor con un final tristemente esperado, Mesut y Sergio vuelven a verse en un partido amistoso entre sus clubes. Sus vidas tardaron tanto en estabilizarse y tan poco en volver a caer en aquel poso de amor y traición hacia sus...