Jeon Jungkook era un omega... poco convencional.
No lo malinterpreten, seguía siendo como una bella flor, pero por circunstancias de su vida... se vió obligado a comportarse fuera del patrón de lo que era "un omega normal".
Por su contra parte, Kim...
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¿¡Un omega!?
...
Taehyung amaba mucho a los cachorros.
Sobretodo a los ajenos. Era un omega, si. Pero la idea de tener un cachorrito en este momento no le sonaba tan atractiva después de estar trabajando cuatro años enteros con estas pequeñas personitas y darse cuenta del gran trabajo que es tener un hijo.
Quizás a veces tiene que limpiar mocos de su delantal, recibir comida mordida, evaluar sus hermosas piezas de arte abstracto o consolarlos cuando se hacen encima sin querer, y aunque muchas personas dijeran "Iugh! Admiro tu paciencia", Taehyung sentía que no era solo la paciencia lo que lo mantenía amando su carrera, sino la vocación de formar buenos cachorros en un futuro y que no sean tan desagradables como lo los adultos de ahora.
En fin, ser el "maeto Tata" le fascinaba. Volvería a escoger esta carrera una y otra vez sin dudar ni una vez. Sus cachorros eran sus cachorros, aunque fueran ajeno, y tomar el papel como un líder de una enorme manada era esencial para conseguir su objetivo vocacional: Generar buenas personas que alimenten un positivo lado animal.
Por eso, en este momento que tenía un tercer grado a su cargo, decidió generar una nueva actividad dinámica para los menores y entiendan en primera persona lo que es "tener un rol en la sociedad". Fue algo que surgió al ver la curiosidad de los niños por los distintos trabajos de sus padres, por lo que después de hablarlo con su colega, Park Jimin, y el director de la escuela primaria, Jung Hoseok, decidieron coordinar distintas visitas a labores que se realizan para nutrir la comunidad, como lo son los policías, bomberos, hospitales, supermercados, oficinas, universidades, canales televisivos y radiales, entre otro múltiples roles laborales que el equipo de esta actividad creían pertinentes para este método de aprendizaje más dinámico.
Y, gracias a la ayuda de algunos apoderados, tuvieron las conexiones suficientes para que los cachorros fueran de visita a estos lugares de trabajo y pudieran interactuar con algunas de las distintas actividades que realizan los ciudadanos en su papel en la comunidad.
Ya habían ido con la policía, y los niños la pasaron muy bien dando vueltas en sus automóviles o motocicletas, como también jugando con las esposas y las charlas que los ayudaban a identificar el número telefónico de ellos para ayudar en las denuncias, entre otras cosas que a Kim se le hicieron demasiado útiles para que los niños supieran como método de supervivencia en situaciones de crisis. También fueron al hospital, donde les enseñaron a hacer los primeros llamados de auxilio (verificar pulso y respiraciones), y también jugaron con los niños que habían hospitalizado por distintas razones, al igual que con personas adultas y adultas mayores, donde la pasaron muy bien y llevaron un poco de alegría a esas personas que estaban pasando por un momento no tan bueno en sus vidas.
Actualmente, su tercera visita es hacía la estación de bomberos.
Esta estación quedaba bastante cerca de la escuela, por lo que fue fácil enfundar a los niños con sus chaquetitas reflectantes y gorros de ranita (niñas) y pollito (niños), para llevarlos caminando con seguridad hacia la estación de los bomberos, en la cual era voluntario uno de los padres de estos niños y facilitó la visita de ellos a su trabajo.
