Jeon Jungkook era un omega... poco convencional.
No lo malinterpreten, seguía siendo como una bella flor, pero por circunstancias de su vida... se vió obligado a comportarse fuera del patrón de lo que era "un omega normal".
Por su contra parte, Kim...
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Hyung al rescate
...
Así que, ahí estaba, huyendo de su cita con aquel Alfa.
Desde que vió llegar a Jaehyun al restaurante, fue suficiente para que su lobo mandara todo a la mierda.
Expedía feromonas muy ácidas, rechazaba cualquier acercamiento con el alfa y ni siquiera probo un solo bocado de la comida que compraron, ya que las feromonas de aquel hombre lo estaban ahogando, a tal punto, que terminó en el baño vomitando absolutamente todo de sí y huyendo de ese restaurante mientras bloqueaba el contacto con ese alfa.
O sea, la advertencia de su lobo fue clara: No quiero a nadie que no sea mi destinado.
Se sentía demasiado mal física y emocionalmente, por lo que a duras penas llego a su casa, agradeciendo que esta estuviera completamente vacía y que absolutamente nadie seguiría molestándolo con todo este tema.
Como no podía hacer nada debido a su débil estado, se deshizo de toda esa ropa apestosa y la desechó, para luego sumergirse en el chorro de agua caliente de la ducha y asearse hasta el último tramo de piel, porque su lobo aullaba y lloriqueaba por portar el olor de otros omegas y alfas sobre su cuerpo.
Ya listo, prosiguió con su crisis.
Tuvo que hacerse un nido en su enorme cama para sentirse a gusto y tranquilizar a su lobo, acurrucándose en medio de este mientras se envolvía como una oruga en una frazada y se quedaba inerte, pensando en todo lo que había pasado en estas últimas horas.
Y la frustración de ver que todos tenían razón, pero no quería admitirlo, terminó por socavar su perturbada mente, desatando en un llanto que dejo a exponer todo el dolor y sufrimiento que estaba cargando en estos momentos, donde sólo era él contra el mundo entero cayéndole encima sin previo aviso.
Fue un golpe duro darse cuenta de la realidad. De que realmente estaba mal con sus ideas, y que el amor propio que profesaba tener por si mismo, no era más que una farsa para ocultar su secreto anhelo de que un alfa le dijera: A pesar de valerte por ti mismo, para mi sigues siendo un omega. Cosa que ahora pensaba bien, y se daba cuenta de lo estupido que era querer conseguir la aprobación de alguien que no lo valora como ser pensante y sintiente. Él era un omega, sensible, maternal y etéreo, no necesitaba de absolutamente nadie para reforzar esos hechos, solo bastaba darse cuenta de que su belleza exótica y poder era lo que intimidaba a los alfas al estar con un ser tan puro y bueno como Jungkook.
Era un idiota. Se había sosegado tanto, pero tanto, que ahora comprendía de mejor forma el daño que le estaba provocando a Taehyung en estos momentos, aquel hermoso omega que esperaba pacientemente por él mientras cada día se marchitaba de forma elegante debido a su sosegó a algo que quería su estupida conciencia para dejar de lastimarse con lo mismo, una y otra vez.
