𝑴𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝑬𝒍...

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En aquel departamento se podía percibir cómo se apoderaba de un repugnante olor, debido a las feromonas de un beta y un Omega en llanto.

—Pablo, ya no aguanto más,.      
!TODOS LOS DIAS ES LO MISMO¡
NO ME DAS LA MÍNIMA ATENCIÓN —

Las peleas entre aquel Omega y Beta se han vuelto demasiado constantes. El beta ni si quiera lo tomaba enserio al Omega.

—Pedri sabes que no tenemos tiempo para muchas cosas,¡DEJA DE HACER TANTO DRAMA Y DEJA DE JODERME!—

El Omega estaba cansado, se sentía solo y abandonado de su pareja,todo el tiempo se la pasaba fuera de casa ni si quiera se aparecía cuando terminaban los entrenamientos.

—Ni si quiera me miras Pablo...—

Pedri se describía en una sola palabra Solo..

El beta ni si quiera le respondío, le dio una mirada vacía sin emociones sin una pizca de Amor en ella. Simplemente se dirigió a la puerta y siguió su caminó sin mirar atrás.

Las lágrimas de Pedri se desbordaban sin parar de su rostro amenazando en no parar de caer, su corazón dolía pero ¿Que más podía hacer?

El Omega se dirigió hacía su mesita que se encontraba de lado de la puerta principal, tomo su mochila y se puso en marcha hacia el Establo para entrenar.

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—Pedri ¿Estás bien?.. puedo oler las feromonas de tristeza—

Gavi estaba preocupado por su mejor amigo, todo el entrenamiento a estado decaído y distraído.Eso en verdad lo tenía inquieto.

No quería ver a su amigo así, y lo peor es que ni si quiera sabía el motivo de su previa actitud.

—Es.. Es Pablo..— Respondió Pedri de manera triste, Se sentía verdaderamente destrozado por dentro.

Gavi sabía sobre las peleas constantes de aquella pareja, sentía como su sangre hervía pues sabía que aquel Beta era un verdadero IDIOTA.

—Deberias dejarlo.., solo te hace daño Pedri y eso créeme que no esta bien, tu mereces más que eso, eres una persona increíble—

Pedri vio en los ojos del menor como se mostraba la preocupación y si El sabía que su amigo tenía razón.

Y antes de que Pedri pudiera contestar...

—VAMOS CHICOS ANDAR A LAS DUCHAS Y MAÑANA CONTINUAMOS TEMPRANO—
Dijo Xavi dando un fuerte silbatazo.

Todos se dirigieron a las duchas, Pedri esperaba afuera puesto que le gustaba estar solo cuando se duchaba ya que la mayoría de el equipo eran Alfas.

Hoy Pablo ni si quiera se apareció en el entrenamiento, Que extraño
Se dijo así mismo Pedri, pero la verdad se sentía cómodo sin su presencia.

Todos se fueron y Pedri por fin pudo entrar y darse una ducha, eso en verdad lo relajaba, se encontraba ya dispuesto a salir hasta que escucho unos pasos.

—Mierda mierda, dónde lo deje—

Se escuchó del otro lado de la puerta, era un.. un Alfa supuso que uno de sus compañeros, sin más Pedri decidió salir y se encontró con nada más y nada menos que Ferran Torres.

Aquel chico estaba de espaldas, sin ninguna prenda en su cuerpo de la cintura para arriba, Mostrando su torso y espalda tan formada.

Ferran gruño por lo alto con desesperación, el Omega intrigado pregunto a aquel Alfa.

—¿Que buscas?—

Ferran dirigió su mirada a el Omega, una mirada demasiado penetrante sus ojos eran de un color café chocolate.Sin más respondió a la pregunta del Omega

—No encuentro mi ramera, este Ansu me tiro un batido encima y tuve que venir a buscar otra ramera—

El Omega quiso concentrarse pero al momento en que Ferran giro e hizo ver sus marcados biceps casi se le sale el alma, solo miraba en esa zona del cuerpo del Alfa con un leve color rojo en sus mejillas.

—..Pedri?— El Alfa estaba confundido pues el Omega no movía ni un músculo

—E-Eh.. si quieres puedes tomar una mía Ferran—

Pedri vio como los ojos de aquel Alfa brillaban de una manera hermosa y linda, Que lindo pensó

—DE VERDAD GRACIAS PEDRI!—
El Alfa tomo al Omega de la cintura y lo abrazo con fuerza y cariño.

Pedri se sonrojo hasta las orejas y coloco su cabeza en el cuello del Alfa, inhalando aquel aroma de Chocolate blanco el cual era muy embriagante.

En un inesperado momento su Omega dijo Alfa... Pedri estaba sin palabras hasta que sintió como Ferran se separaba del abrazo, aquel Alfa le dirijio una hermosa sonrisa, tomo una ramera del Omega y se fue, no sin antes decirle adiós.

Provocando que el Omega de Pedri moviera la cola como un cachorro emocionado, Pedri solo sentía como su corazón latía con una fuerza y una velocidad indescriptible.

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Continuará 😼