Capítulo 10

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Jhonny se levantó tan deprisa que casi tiró a Mark al suelo. Recuperándose rápidamente, agarró al cuervo justo a tiempo. Mark lo miró con una sonrisa sexy en sus labios.

—No pierdes el tiempo, ¿verdad? —Mark bromeó mientras cogía el muñeco 'Yogui' de la cama.

Cuando Jhonny consiguió que ambos estuvieran firmemente sobre sus pies, agarró la mano de Mark y prácticamente lo arrastró fuera de la enfermería. Mark dejó escapar una risa suave. —Supongo que eso responde a mi pregunta.

Aunque a Jhonny le hubiera encantado ir a su apartamento, donde podrían tener un poco más de intimidad, tardarían unos cinco minutos en coche. Como no quería perder ni siquiera esa pequeña cantidad de tiempo, optó por ir al apartamento de Mark.

Cuando llegaron allí el lugar estaba vacío, por lo que Mark quería gritar: 'Aleluya'. Tal vez podría conseguir algo de tranquilidad después de todo. Abrió el camino hacia la habitación de Mark y cerró la puerta detrás de ellos.

Si a Mark le intimidó el modo en el que Jhonny se encargó de todo, no lo demostró. Sólo miraba por debajo de un mechón de pelo en su cara, el ardiente deseo en sus ojos. Jhonny se preguntaba cómo podía haber pensado que la mirada de Mark no tenía alma ni expresión. Las emociones siempre había estado allí, a la vista, uno tenía que estar dispuesto a mirar con la suficiente atención.

Jhonny acercó a Mark para un beso. Aunque llegara a los mil años de edad, nunca se cansaría del dulce sabor del cuervo. El hecho de que Mark desprendiera pasión sin dejar de ser tímido, sólo hacía las cosas mejor.

—Mío —gruñó Jhonny, sin ni siquiera tener cuidado de no verse como un alfa agresivo.

—Está bien —coincidió Mark abriéndose para otro beso. El muñeco de Yogui cayó de su mano y golpeó el suelo con un ruido sordo.

Jhonny estaba felizmente agradecido, al mismo tiempo que llegaba para desabrochar los pantalones vaqueros de Mark. Le bajó la cremallera, agarró y sacó la dura polla de Mark. Frotando su pulgar sobre la punta para recoger un poco de líquido pre-eyaculatorio, Jhonny comenzó a mover su mano hacia arriba y hacia abajo del eje.

Mark dejó escapar un suave gemido y arqueó su cuerpo ante el toque de Jhonny. El león sonrió amorosamente, al menos en el dormitorio no tenía problemas para demostrarle sus deseos a Mark.

Poniendo sus manos sobre los hombros de Jhonny, Mark miró hacia donde este lo estaba acariciando. Varios hilos de cabello oscuro cayeron sobre su rostro, destacando su tez cremosa. Sus mejillas estaban rojas por la pasión, con los labios hinchados y rojos de los besos. Jhonny no podía recordar haber visto a nadie tan hermoso en toda su vida.

—Por favor, dime que esta vez nos haremos algo más que unos trabajos manuales —jadeó Mark.

—Vamos a hacer mucho más. —Voy a reclamarte.

—De acuerdo.

Eso no era suficiente, Jhonny tenía que estar seguro de que Mark entendía completamente las implicaciones de sus

palabras. —Eso significa que después de esta noche me perteneces sólo a mí. Y quiero decir para siempre.

Mark se quedó inmóvil, sus ojos cada vez más abiertos.

—Pero yo soy un cuervo.

—Eso es cierto, pero también eres mi Mark y no cambiaría nada de ti.

—¿Estás seguro de eso? ¿No lo estás diciendo porque estás caliente? —Mark presionó, una expresión de preocupación pasó por su cara.

Jhonny lo besó en los ojos. —Nunca he estado más seguro de nada en mi vida. Quería hacerlo antes, pero necesitaba asegurarme de que habías sanado antes de hacer cualquier tipo de actividad verdaderamente agresiva.

Serie de los CP 13 - La reivindicación de MarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora