𝐓𝐡𝐢𝐬 𝐈𝐬 𝐍𝐨𝐭 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐒𝐡𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐨̃ 𝐂𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢𝐲𝐚

𝐄𝐥𝐞𝐯𝐞𝐧

♡︎ 𝐂𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢𝐲𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐨̄ ت︎

— ¿Niragi es tú novio? — Pregunté a sus espaldas interrumpiendo la conversación de Kuina y Katsuki.

— Ah, sí, lo formalizamos ayer — Dijo girando su cabeza para verme.

Estaba sentada al borde de la piscina con sus pies dentro del agua.

— ¿No sabes lo peligroso que es? Te hará daño Katsuki. — Me agaché para tomarla por los hombros.

— Oye, cálmate — Dijo para ponerse de pie, por lo que yo también lo hice. — No me hará daño, confío en él.

— Solo te manipula Katsuki. — Me acerqué a ella. — Conozco a Niragi, solo te va a utilizar.

— Deja de decir estupideces Chishiya. — Me empujó un poco. — Sabía que no podía esperar nada de ti, pero al menos un "felicidades" habría sido suficiente.

— No te voy a felicitar por cavar tú propia tumba Katsuki. De verdad aléjate de él.

— ¡Ya basta Chishiya! — Alzó un poco la voz. — Yo no juzgue tú decisión de pareja, así que tú no lo hagas conmigo.

— No lo haces porque no conoces a Azumi, pero yo si conozco a Niragi y sé que solo te va a lastimar.

— No seguiré escuchando tú idioteces. — Tomó sus sandalias y se fue de la piscina.

Yo solo la vi irse, sabía que estaba enojada, pero quería alejarla de Niragi.

— ¿Qué? — Pregunté al ver que Kuina me miraba escaneándome.

— ¿Y esa escena de celos?

— No fue una escena de celos, solo me preocupa que Niragi la lastimé.

— Eso lo dudo, he visto como la trata Niragi, él la ama.

— Solo esta encaprichado con ella, en cuánto llegué otra chica que llamé su atención se olvidará de Katsuki.

— Puede que sea así, como puede que no, pero tú no te metas, déjala ser feliz, encontró quién la quiere como ella te quiere a ti, así que déjala sentirse amada, aunque no sea por ti. — Mordió el cigarro de dulce.

— ¿Desde cuándo estás del lado de Niragi?

— Desde que vi que él ama a Katsuki.

— Estás muy romántica. — Me acerqué a ella. — La necesitamos, y si por andar con Niragi no nos ayuda no saldremos que aquí Kuina. — Le recordé.

— Pero solo vas a lastimarla.

— Es ella o nosotros, tú decides Kuina. — Dije para darme medía vuelta e ir hacía mi habitación.